Hasta hace poco, el sector de las materias primas, liderado por el petróleo, ha estado bajo la lupa por su efecto desestabilizador en las economías de los países productores, a menudo países emergentes. Sin embargo, desde principios de 2017, los fundamentales de los mercados físicos han ido mejorando. Aunque los niveles de existencias se mantienen altos en ciertos segmentos, y continúan alimentando la volatilidad en ocasiones, la tendencia es claramente alcista.
Para Sophie Chardon, estratega de Lombard Odier, desde principios de julio, “el repunte de la actividad china ha estado respaldando la demanda financiera, tanto en el mercado de derivados como a través de fondos especializados. Y por una buena razón –por primera vez desde la crisis financiera de 2008– el crecimiento finalmente se ha sincronizado en todo el mundo, lo que debería traducirse en una aceleración en la demanda de materias primas. Como tal, la mayoría de las agencias, al observar esta tendencia, han actualizado sus pronósticos para la demanda de petróleo”.
Este ocurriría teniendo presente también en nuevo paradigma del petróleo en el que los productores de petróleo de esquisto de Estados Unidos juegan ahora el papel de productores marginales. “Como su ciclo de inversión es más corto que el de otros productores y su capacidad de respuesta es mayor, las tendencias alcistas y bajistas en el petróleo deberían ser más cortas ya que los ajustes en la producción, alcista o bajista, se efectuarán más rápidamente. Hemos aumentado nuestro rango objetivo en el precio del Brent desde 45-60 dólares/barril a 50-65 dólares/barril para 2018, ya que esperamos una dinámica subyacente de apoyo y tendencia bajista limitada”, apunta Chardon.
Según las previsiones que hacen desde Lombard Odier, en el lado de la demanda, la actividad global debería mantenerse fuerte. Mientras tanto, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y Rusia están cumpliendo con el acuerdo de Argel y parecen dispuestos a seguir recortando la producción más allá del primer trimestre de 2018. Según esta experta, la última reunión de la OPEP –celebrada a finales de noviembre– envió una señala positiva al mercado.
«Las expectativas eran altas, ya que entrevistas recientes indicaban que se estaba elaborando un amplio acuerdo para ampliar los recortes. Sin embargo, Rusia aún tenía que respaldar la propuesta de Arabia Saudí para una extensión de nueve meses. Los 14 miembros de la OPEP y sus aliados fuera de la organización acordaron extender los recortes de producción hasta finales de 2018. La próxima reunión programada para junio del próximo año dará a los productores de petróleo la oportunidad de reevaluar la situación. La sorpresa del día es que Nigeria y Libia, previamente exentos del acuerdo, acordaron limitar su propia producción a su nivel de 2017. Y es el aumento en la producción de esos países lo que alimentó la volatilidad del precio del petróleo a principios del año 2017», explica Chardon.
En su opinión, esta reunión es una confirmación de que la diplomacia petrolera y el racional económico prevalecen a pesar de las recientes tensiones geopolíticas. Arabia Saudita, Rusia, Emiratos Árabes Unidos y Kuwait son los principales contribuyentes a los recortes y necesitan garantizar la estabilidad del precio del petróleo –grandes necesidades de financiación en el Reino de Arabia Saudita y la salida a bolsa de Saudi Aramco el próximo año; la recuperación económica rusa tiene una gran dependencia del precio del petróleo–.
“A medio plazo, los factores técnicos y fundamentales que sustentan al mercado del petróleo probablemente seguirán siendo favorables, pero la tendencia alcista es limitada en este punto. Nuestro rango objetivo es de entre 50 y 65 dólares por barril para 2018, con un promedio de 57 dólares por barril en el precio Brent. El inventario, la fuerte demanda y la backwardation son positivos. Creemos que la OPEP está obligada a permanecer en un modo de gestión de mercado en el futuro inmediato, lo cual es una buena noticia, ya que ahora entramos en un período de precios estacionalmente más débiles”, explica Chardon.
Precio del barril
La tendencia alcista en la demanda que también se refleja en los precios del petróleo que, según Richard Turnill, director mundial de Estrategia de Inversión en BlackRock, hemos llegado a un momento de estabilización de la fase alcista del precio del petróleo. “Consideramos que el reciente repunte del precio del petróleo se estabilizará a corto plazo. En los activos vinculados a la energía, preferimos invertir en títulos seleccionados en vez de directamente en petróleo y mantenemos nuestra posición neutral en la deuda de alto rendimiento del sector energético”, apunta.
En su opinión, se ha logrado un equilibrio en el mercado, y eso que el petróleo subió antes de la reunión de la OPEP. Según explica, “el crudo brent, indicador global de los precios del petróleo, ha alcanzado su nivel máximo de los últimos dos años y medio este mes. Podríamos asistir a un movimiento al alza limitado si la OPEP procede tal y como se espera y a un riesgo bajista del precio del petróleo si no se anuncia una extensión de las medidas”.
Este movimiento alcista del petróleo está dejando interesantes rendimientos. Por ejemplo, según apuntan desde ETF Securities, los ETP sobre crudo están registrando reembolsos por once semanas consecutivas ante la continua toma de beneficios de los inversores. De hecho, en las últimas once semanas, los inversores han retirado de los ETP largos sobre crudo un total de 434 millones de dólares.
“La presión creciente sobre los precios también sigue siendo ejercida por el aumento de la oferta, especialmente en Estados Unidos. Es que por segunda semana consecutiva, la producción de crudo americana alcanzó un nuevo récord semanal (la más alta desde que los datos de la Agencia de Información Energética comenzaron a recabarse en 1983), destacando la rentabilidad de la producción a los niveles actuales de precio. Por su parte los inversores seguirán de cerca los comentarios de la OPEC previos a su reunión de noviembre. Si el cártel decidiese no extender los recortes de producción, es probable que los precios del crudo caigan aún más”, explican desde ETF Securities.
De cara a 2018, desde Deutsche Bank esperan que los precios del petróleo se mantengan por debajo de sus niveles actuales en un rango de los 50 a 55 dólares. “La fuerte demanda proveniente de China y nuestra previsión de que la OPEP mantendrá los recortes de producción a lo largo de 2018 deberán apoyar al mercado”, asegura Diego Jiménez-Albarracín, responsable de Renta Variable del Centro de Inversiones de Deutsche Bank España.
La solidez de la económico impulsa el uso del petróleo, y la creciente demanda ha sido el factor que ha impulsado el ajuste de los suministros de petróleo. Según Norbert Rücker, jefe de Análisis Macro y Commodities de Julius Baer, la acumulación de posiciones largas de futuros significativos por parte de los fondos de cobertura expandió el rally y convirtió la curva de futuros del petróleo en backwardation. “De cara al futuro, vemos que el ajuste del equilibrio del mercado mundial del petróleo se ralentiza y se invierte parcialmente. Por un lado, el crecimiento de la demanda de petróleo debería reducirse en el mundo occidental, donde el ciclo comercial está muy avanzado. Por otro lado, la producción de petróleo debería acelerarse”, explica.