“Mientras el contexto sea favorable, nos centramos en generar rentabilidades, pero nos mantenemos en alerta ante cualquier indicio que apunte a un cambio en este panorama tan propicio”, así definen desde Schroders su visión para este nuevo año.
La economía global está protagonizando la expansión más sincronizada desde la crisis financiera mundial y, junto con el repunte económico, las perspectivas para los beneficios empresariales también parecen favorables. “Esto apuntala nuestra visión positiva en la renta variable y la postura que hemos adoptado a través de nuestra exposición a los activos de los mercados emergentes”, afirma Johanna Kyrklund, jefa global de Inversiones Multiactivo de Schroders.
De hecho, en verano, la firma aumentó su exposición cíclica a través de posiciones en bancos estadounidenses y valores de pequeña capitalización de este país, que deberían beneficiarse de cualquier sorpresa al alza derivada de la política fiscal del país norteamericano. Por otro lado, considera que los inversores están pagando un precio demasiado elevado por los valores de crecimiento y, por tanto, evitan esta clase de activos.
Inflación y tipos de interés
Para Kyrklund, el riesgo más evidente es que las valoraciones de los activos se sitúan en niveles elevados. “Por sí mismas, las valoraciones no predicen rentabilidades en un horizonte temporal de uno a tres años, pero constituyen un importante indicador sobre el riesgo y las probabilidades de pérdidas. Hasta el momento, las valoraciones se han visto impulsadas por los reducidos niveles de la inflación y los tipos de interés”, explica.
En su opinión, lo que resulta fundamental a medida que nos adentramos en 2018 es que la inflación y los tipos de interés se mantengan bajo control. Si bien la primera podría registrar una cierta subida cíclica, Kyrklundno espera que se descontrole, debido a una combinación de factores demográficos y tecnológicos.
“Por tanto, esperamos que el proceso de normalización monetaria sea gradual. No obstante, el ciclo económico se está adentrando en su fase final y creemos que adoptaremos una postura cada vez más prudente en 2018”, matiza. Como respuesta a esta visión, la gestora ha iniciado coberturas frente a una subida de la inflación y una retirada de liquidez más agresiva por parte de los bancos centrales mediante la adquisición de bonos estadounidenses vinculados a la inflación y priorizando los bonos de este país a treinta años frente a los de diez años. Según explica, “nuestra estrategia de priorizar los activos relativamente infravalorados también reduce nuestra sensibilidad a los tipos de interés”.
Además, la firma también sigue priorizando las divisas emergentes, en vista de sus atractivos rendimientos, frente al dólar, que ha protagonizado una tendencia importante.
La estrategia de la diversificación
Schroders defiende que su apuesta por la generación de rentabilidades no debería confundirse con complacencia; es más, afirman estar preparados para adoptar una postura más defensiva basándose en su proceso de evaluación y sus indicadores cíclicos.
“A principios de 2017, minimizamos el riesgo político y, desde entonces, hemos seguido haciendo hincapié en la necesidad de generar rentabilidades mientras el contexto sea favorable. Esta sigue siendo nuestra estrategia a medida que nos hemos ido acercando al cierre del año”, explica Kyrklund.
Pese a tener una visión optimista sobre 2018, aunque prudente, Schroders prevé unas rentabilidades estructuralmente más reducidas en muchas clases de activos, por lo que apuesta por usar, cada vez más, instrumentos alternativos para diversificar nuestras carteras. Entre estos, se incluyen posiciones en primas de riesgo de activos alternativos basadas en factores, como el momentum, que pueden generar rentabilidades positivas en mercados tanto alcistas como bajistas.
“Al invertir activamente a través de estrategias centradas en la rentabilidad, en la reducción del riesgo y en la diversificación, creemos que los inversores cuentan con la oportunidad de generar rentabilidades independientemente de lo que el 2018 traiga consigo”, concluye Kyrklund.