Keith Wade, economista y estratega jefe de Schroders, Azad Zangana, economista europeo de Schroders y Craig Botham, economista de mercados emergentes de la firma, explican en su informe económico mensual que han revisado a la baja las previsiones para el crecimiento mundial en 2014 y 2015 en un 0,2% —hasta el 2,6%— y un 0,1% —hasta el 2,8%—, respectivamente. Aunque el recorte en las previsiones para 2014 se debe en gran medida a la debilidad del primer semestre, también ha habido pequeñas revisiones a la baja en las perspectivas para la segunda mitad del año en Estados Unidos y la zona del euro.
Sin embargo, la gestora eleva sus perspectivas para España: “España es la única de las cuatro grandes economías de la zona del euro que hemos revisado al alza en cuanto a sus perspectivas de crecimiento, puesto que reconocemos los efectos positivos de las reformas implantadas en los últimos años. El desempleo en España está cayendo lentamente y el tipo de cambio efectivo real refleja una mejora notable de la competitividad del país”, explica la entidad.
En Europa, Schroders considera que los riesgos bajistas han aumentado y los expertos realizan el mayor recorte de perspectivas sobre Alemania. También sobre Reino Unido. “Aunque el Reino Unido sigue yendo a toda máquina, cabría esperar que experimentara una ralentización durante la segunda mitad del año. Las previsiones de crecimiento para el Reino Unido han sido revisadas ligeramente a la baja. Entretanto, Carney sigue confundiendo a los mercados: primero alertó sobre futuras subidas de tipos para después dar señales de flexibilidad”.
Con todo, recuerdan que la zona del euro se estancó en el segundo trimestre debido a que la mayor parte de las economías del núcleo europeo no cumplieron con las expectativas, pero durante el primer trimestre se cosecharon unos resultados excepcionales en este aspecto gracias a que el invierno fue muy suave, algo que impulsó la actividad constructora, especialmente en Alemania. Por lo tanto, creen que era muy probable que en el segundo trimestre se produjera una caída de la actividad, lo cual debería implicar una mejoría durante el tercer trimestre.
Pesimismo en Rusia y Brasil
En los mercados emergentes, explican que durante este trimestre las revisiones de sus perspectivas para los BRIC han sido algo desiguales, debido a la disparidad que ha caracterizado a los riesgos geopolíticos y a las sorpresas que han producido algunas publicaciones de datos. Pero son negativos en Rusia y Brasil. “ En cuanto a Rusia, la escalada de la tensión en Ucrania y las consecuentes sanciones han contribuido en gran medida a la rebaja de las perspectivas de crecimiento del país, aunque las propias sanciones del Kremlin provocarán un repunte de la inflación de los precios de los alimentos. Entretanto, los datos publicados en Brasil han resultado mucho más débiles de lo esperado y resulta complicado ser optimista con respecto a lo que resta de año”.
En su opinión, las dificultades en cuanto al crecimiento persisten, en un entorno en el que la inflación se beneficiará de la caída de los precios de las materias primas a corto plazo, aunque repuntará posteriormente y en el que las divergencias entre las distintas políticas monetarias siguen siendo uno de los factores clave de las previsiones, algo que se ha visto reforzado por la evolución de la inflación en Estados Unidos y la zona del euro.