Una encuesta en la que participaron 22.000 inversores de 30 países, 1.001 en España, reveló que un 87% de los inversores españoles sienten la necesidad de mejorar sus conocimientos financieros, por encima de la media europea (84%). En cuanto a sus prioridades de conocimiento, la opción preferida es saber más sobre las inversiones fiscalmente ventajosas (36%), por encima de las medias global (31%) y europea (32%). Por otro lado, es vital para los españoles saber más sobre las comisiones que pagan por sus inversiones, ya que el 71% valora las comisiones tanto como la potencial rentabilidad a la hora de elegir o revisar una inversión.
El estudio revela además que nos encontramos en un contexto en el que a escala global los inversores prefieren invertir antes que guardar sus ahorros en el banco, adquirir bienes inmuebles o artículos no esenciales (como, por ejemplo, un coche nuevo o unas vacaciones) o amortizar deudas. No es así cuando se pregunta a los españoles, ya que para el 21% de los encuestados su prioridad sería depositar sus rentas disponibles en una cuenta bancaria, frente al 20% que declaró que las invertirían en títulos financieros, como renta variable, renta fija o materias primas.
Además, los inversores siguen teniendo unas expectativas sobredimensionadas en cuanto a rentabilidad de sus inversiones, a pesar de su perfil conservador, lo que apunta a una brecha de conocimiento en materia de inversión. «Por suerte, como decimos, apreciamos una sólida demanda por ampliar los conocimientos en este ámbito», explican desde la gestora.
Priorizar la inversión frente al ahorro, la adquisición de bienes no esenciales y la amortización de deudas
En cuanto a las prioridades para las rentas disponibles durante el próximo año, la inversión ocupa la primera posición a escala global (23%), no en España, cuya primera posición la ocupa depositar el dinero en una cuenta bancaria (21%). Eso sí, seguido muy de cerca por un 20% de los españoles que prevén invertir en títulos, como renta variable, renta fija, materias primas o instrumentos similares. Para un 13% sus siguientes prioridades son invertir en una propiedad en invertir en la pensión.
Amortizar las deudas (hipotecas incluidas) es una prioridad para tan sólo un 8% de los encuestados españoles probablemente debido al reducido coste de la deuda.
Diferencias regionales
La tendencia de inversión frente a ahorro tuvo mayor eco en Asia, donde China (45%), Taiwán (45%), Hong Kong (39%) y Japón (38%) otorgaron la máxima prioridad a la inversión. Los inversores de Corea del Sur se apartaron de la tendencia y preferirían guardar sus ahorros en depósitos bancarios (19%) o invertir en/adquirir bienes inmuebles (16%) antes que invertir en los mercados (12%).
En Europa, Suecia (29%) e Italia (26%) fueron los que más predisposición mostraron por invertir. Sin embargo, los inversores de Portugal (29% frente a 23%) y de España (21% frente al 20%) son más propensos a guardar sus ahorros en el banco que a invertir, lo cual resulta sorprendente teniendo en cuenta los bajos tipos de interés en Europa.
En América (EE. UU., Canadá, Brasil y Chile), de media, se prioriza la inversión (19%), aunque le sigue de cerca el depósito en el banco (16%). Los dos países latinoamericanos (16% en conjunto) muestran una mayor tendencia a invertir en bienes inmuebles que sus dos homólogos norteamericanos (10% en conjunto).
Expectativas de rentabilidad poco realistas
El estudio enfatizó que los inversores españoles tienen unas expectativas sobre las rentabilidades de inversión desproporcionadamente elevadas. A lo largo de los próximos cinco años, esperan obtener una rentabilidad anual media del 8,7% (10,2% global, y 8,7% en Europa), a pesar de que el índice MSCI World ha arrojado una rentabilidad anual del 7,2% durante los últimos 30 años [1].
Además, los españoles tienen un horizonte de inversión de 2,6 años y son de los que más aversión al riesgo tienen ya que el 60% no quieren tomar demasiado riesgo en sus inversiones debido al contexto geopolítico. Para el 51% (45% en Europa y 48% global) su proporción de dinero en efectivo es mayor de lo que solía ser.
Estas elevadas expectativas de rentabilidad podrían indicar una brecha de conocimiento en cuanto a los resultados reales que las personas deberían esperar obtener con sus inversiones. No obstante, resulta alentador que el 87% de los inversores españoles quieran ampliar sus conocimientos de inversión, por encima de la media europea.
Confianza de los inversores
Cuando se les preguntó sobre el panorama geopolítico actual y cómo este estaba moldeando sus decisiones de inversión, los españoles respondieron por encima de la media europea, en relación con la aversión al riesgo, que debido a los acontecimientos mundiales la mayoría no deseaba asumir demasiado riesgo de inversión (60%). Algo menos de la mitad (45%) respondió que los acontecimientos mundiales representaban oportunidades de inversión o que no dejaban que la política o dichos acontecimientos les desviasen de sus objetivos de inversión (46%).
“Aunque el estudio reveló que a escala global se prioriza la inversión frente al resto de gastos, como la adquisición de bienes inmuebles y los gastos no esenciales, los españoles prefieren depositar sus rentas en una cuenta bancaria, la buena noticia es que la inversión cuenta con un porcentaje muy similar. El hecho de que los inversores prioricen la inversión podría ser indicativo de que se muestran relativamente confiados, tal vez debido a la fase alcista de los mercados, que dura ya nueve años, o al crecimiento económico global, lento pero estable», comenta Carla Bergareche, directora general de Schroders para España y Portugal.
«Al preguntarles cómo afecta a sus decisiones de inversión la incertidumbre política, los españoles son los más cautos debido esto a que si bien los mercados atraviesan un periodo relativamente estable, los inversores podrían seguir teniendo en cuenta las preocupaciones políticas y lo que depara el futuro. El estudio también demuestra que los españoles tienen unas expectativas de rentabilidad poco realistas, un año más. Estas elevadas expectativas de rentabilidad podrían traducirse en un jarro de agua fría para algunos inversores o provocar que no sean capaces de alcanzar sus metas financieras, como, por ejemplo, ahorrar para la jubilación. Por suerte, existe un claro deseo de adquirir más conocimientos de inversión y de acudir a un asesor profesional para diseñar una estrategia acorde a sus necesidades de inversión. La mayoría (el 61%) de los inversores españoles estarían dispuestos a pagar por asesoramiento profesional», añade.
[1] Fuente: Thomson Reuters, índice MSCI World, tasa de crecimiento anual compuesta del MSCI World en términos de rentabilidad total entre 1987 y 2017, a 22 de septiembre de 2017.