Según el Estudio Global del Inversor de Schroders los inversores están recurriendo a inversiones de alto riesgo en medio de la pandemia. Los resultados del estudio de inversión minorista más importante de Schroders, en el que se encuestó a más de 23.000 inversores, que invertirán 10.000 euros o más en los próximos 12 meses y que realizaron cambios en sus inversiones en los últimos diez años, de 33 lugares de todo el mundo, revelaron que el 37% de las personas estaban más dispuestas a invertir en activos de alto riesgo, porcentaje que aumentó al 44% en el grupo de edad de 18 a 37 años.
El análisis indica que, aunque muchas personas se sienten obligadas a asumir mayores riesgos para compensar la incertidumbre provocada por el COVID-19 y las preocupaciones causadas por el aumento de la inflación, esto afecta aún más a los inversores más jóvenes.
Mientras que un 44% de los inversores argentinos cree que ahorrará más, aunque un 46% afirma que invertirá más en activos de bajo riesgo, cuando el confinamiento producido por el COVID-19 finalice. Por su parte, en Brasil, un 59% de los encuestados se mostró dispuesta a realizar inversiones de alto riesgo.
«El conocimiento de los inversores brasileños está creciendo y, con una mayor comprensión de las opciones de diversificación que tienen a su disposición, pueden explorar diferentes productos financieros, en diferentes clases de activos y sectores, que proporcionan mejores oportunidades de retorno», explica Daniel Celano, CFA, CEO de Schroders Brasil.
«La diversificación es fundamental para conseguir una cartera más resistente en medio de los retos de un mundo más complejo e incierto. Cabe destacar que algunas clases de activos que resultan menos familiares para el inversor pueden aumentar la percepción del riesgo de las inversiones.»
A su vez, los inversores en Chile se han decantado por una mayor diversificación. «La incertidumbre del escenario sociopolítico que hemos atravesado en los últimos años, ha provocado un cambio en la forma de invertir. El chileno se dio cuenta de que estaba muy concentrado en el país, y decidió asignar progresivamente mayores activos en el extranjero. Esta creciente diversificación de las carteras es una práctica muy saludable en términos de mitigación del riesgo», menciona Alex Toledo, Country Head de Schroders en Chile.
En cuanto a la inversión sostenible, la tendencia indica un crecimiento constante hacia una mayor presencia de este tipo de activos en las carteras. El 58% de los inversionistas chilenos considera que la evidencia disponible demuestra que tienen un mejor desempeño y mayor rentabilidad que aquellos que no consideran los factores relacionados con la sustentabilidad.
«Existe una correlación entre una mayor educación financiera y la valoración hacia los factores ASG. Quienes tienen un alto conocimiento de las inversiones, revisan más a menudo sus ahorros y su rentabilidad. En ese sentido, tienen en cuenta la evidencia empírica», señala Toledo.
Relación entre edad y riesgo por regiones
Al comparar entre continentes, el 59% de los inversores de Asia eran más propensos a realizar inversiones de alto riesgo, por delante de los de las regiones de América (53%) y Europa (49%).
Los resultados indican que muchas personas se sienten obligadas a asumir más riesgos para compensar la incertidumbre y la preocupación por el aumento de la inflación, y que esto es aún más cierto entre los inversores más jóvenes.
Además, la mitad de los inversores de los grupos más jóvenes, de 18 a 37 años y de 38 a 50 años, esperan una rentabilidad superior al 10%, una proporción significativamente superior a la media global del 9%.
En Brasil, el nivel medio mínimo de rendimiento que la gente desea recibir en sus inversiones es del 11,2%. Mientras que los inversores argentinos, por su parte, esperan en lo largo de los próximos cinco años, obtener una rentabilidad total anual media (ingresos y crecimiento del capital) del 15%, que es superior a la mundial (11,3%) y a la estadounidense (12,5%).
Ante la hipótesis de que la tasa de interés sea nula o negativa, el 57% de los inversores de todo el mundo con edades comprendidas entre los 18 y los 37 años afirmó que realizaría inversiones de alto riesgo en busca de rentabilidad, mientras que sólo el 17% sería más propenso a gastar y menos a ahorrar.
Esto es así a pesar de que el 68% de este grupo de edad afirma que los resultados de sus inversiones afectan a su salud mental, porcentaje que en Argentina baja hasta el 63% y en Brasil se sitúa ligeramente por encima, con un 72%. Además, el 26% de los encuestados en Brasil dijo que ahora son más propensos a gastar que a ahorrar para las inversiones, en comparación con el 22% de la media mundial. Esta relación se invierte cuando se trata del grupo de 71 años o más, ya que el 40% de ellos es más propenso a gastar que a ahorrar.
Nuevos sectores
Profundizando en este escenario, más de la mitad de los encuestados, alrededor del 53%, afirmó que realizaría inversiones de mayor riesgo en busca de rentabilidad, mientras que un tercio, un 33%, buscaría invertir en criptodivisas.
Así, un mayor número de personas invierten ahora en activos que antes consideraban demasiado arriesgados. En concreto, los sectores nuevos y emergentes se encuentran entre los tres primeros tipos de inversiones que la gente ha realizado por primera vez en el último año. Los valores relacionados con los vehículos eléctricos ocupan el primer lugar, con un 24%, los fondos de biotecnología o farmacéuticos el segundo, con un 23%, mientras que los valores de Internet y tecnología, así como las criptodivisas, ocupan conjuntamente la tercera posición, con un 22%. Los inversores más abiertos a invertir en activos de alto riesgo también están más interesados en los valores de Internet y tecnología, por delante de los fondos inmobiliarios.
Bajo este panorama, el inversor argentino es más propenso a pasar a una cartera cripto, ya que el 52% pasaría a invertir en Bitcoin, Ethereum y Litecoin, entre otras criptos. En ese sentido, Pablo Albina, Country Head Argentina & Uruguay y Head of Investment Latin America de Schroders, afirma que la pandemia movió cimientos muy arraigados y forjaron al inversor argentino a tomar mayor riesgo en búsqueda de mayor rendimiento. Esto lo demuestra la gran adopción del mundo cripto por parte de los argentinos, que es muy por encima de la media global.
“Desde el estallido del COVID-19, 82% de los inversores argentinos han pasado más tiempo pensando en su bienestar financiero y tratando de reorganizar sus finanzas personales. Una cifra que está en continuo ascenso, aunque el 63% de las personas esté de acuerdo en el rendimiento de sus inversiones tiene un impacto en su salud mental”, destaca Pablo Albina.
De forma similar, los inversores chilenos mostraron una clara tendencia hacia los activos relacionados con la tecnología: durante 2021 el 58% invirtió en empresas tecnológicas o de Internet, y el 52% en criptodivisas. «Las tecnologías se vieron muy favorecidas por la pandemia y aunque se ajustaron después de la apertura, siguen presentando rendimientos atractivos, ya que es un soporte clave en el comercio, la conectividad y los diferentes servicios», corrobora Toledo.
En Brasil, las criptomonedas, con un 26%, las acciones o fondos que se centran en sectores de internet y tecnología, con un 22%, y las acciones o fondos que invierten en vehículos eléctricos, con un 21%, se situaron entre los tres tipos de inversiones más importantes que los inversores brasileños realizaron por primer vez en el año pasado. Los inversores que se declaran expertas o con conocimientos avanzados en la materia seleccionaron más opciones entre diferentes clases de activos o sectores, lo que generó una mayor representación porcentual en relación con cada clase de activos o sector.
«Esto es probablemente el resultado de que este grupo se siente más cómodo negociando en diferentes clases de activos y mercados. Comparativamente, el grupo de principiantes o intermedios registró un ratio de selección proporcional menor. Esto indica que sus carteras están generalmente menos diversificadas entre las clases de activos, lo que significa que tienden a ceñirse a lo que entienden», añade Celano.
Por su parte, Lesley-Ann Morgan, Head of Multi-Asset Strategy de Schroders, coincide en señalar que muchas personas consideran que ahora tienen que asumir mayores riesgos en busca de rentabilidad, tras la pandemia. “Es probable que las difíciles condiciones económicas del año pasado hayan influido en ello. En un entorno de bajos tipos de interés, no es de extrañar que las opciones de inversión más arriesgadas sean más atractivas, especialmente para los inversores más jóvenes. Los inversores también se han visto estimulados a buscar una gama más amplia de clases de activos”.
«En general, estos resultados muestran que la proporción de inversores abiertos a asumir un mayor riesgo ha aumentado, pero como la mayoría de las personas declaran que el rendimiento de sus inversiones también tiene un impacto en su salud mental, deberían asegurarse de que el riesgo se aborda con precaución», subraya.