Una combinación de desafíos económicos, de mercado y regulatorios están haciendo que navegar los mercados en el futuro vaya a ser más difícil que en el pasado. A continuación, Johanna Kyrklund, directora de inversiones y responsable global de Multi-Asset en Schroders, propone tres formas de prepararse frente a estos desafíos para los fondos de pensiones, basándose en su experiencia en la inversión multi-activo.
Como Schroders señaló en su informe “Verdades de inversión ineludibles para la próxima década”, hay una serie de fuerzas adversas o disruptivas que darán forma al entorno de inversión. Además, de éstas, la complejidad del sistema y el reciente inevitable incremento de regulación para los propietarios de activos, ya no solo para los gestores de los activos, hace que se incremente la presión sobre los inversores, como se muestra en el gráfico 1.
Esta presión y estas preocupaciones puede llevar a una inacción o a reducir la inversión y/o los riesgos operacionales. Pero, en la opinión de Johanna Kyrklund, hacer frente a estas preocupaciones es en realidad la manera adecuada de afrontarlas. Por ello, Kyrklund comparte tres lecciones para navegar a través de esta incertidumbre.
Lección 1: Haz el trabajo de fondo correctamente
Antes de emprender cualquier viaje o proyecto, es importante acordar que se entiende por éxito. Establecer unas expectativas, alinear objetivos y acordar plazos realistas son una parte importante de este proceso.
Es fundamental ser honesto con las expectativas de rendimiento, en especial si estas son muy optimistas. Las expectativas de Schroders para la próxima década tanto en renta fija como en renta variable serán probablemente menores que durante los últimos 10 años (gráficos 2 y 3). Es necesario reconocer que va a ser una conversación difícil con los accionistas del fondo, pero es mejor tener esta conversación antes de que los rendimientos se deterioren, que una vez ya se hayan deteriorado.
Los propietarios de los activos invierten cada vez más en clases de activos menos familiares o en clases de activo que incorporan factores ASG en su marco de inversión. Como resultado, es importante asegurar que los recursos disponibles son consistentes con las ambiciones y que la escala del tiempo es consistente con la inversión. En el caso de los factores ESG, esto implica establecer un marco para incorporar los factores ASG de una forma efectiva, incluyendo objetivos, parámetros y límites hasta el punto de conseguir integrar los factores ASG. Para ello, también es probable que los propietarios de los activos requieran moverse más allá de una simple selección de valores y tomen un enfoque holístico para la medición de la sostenibilidad. (Para obtener más información sobre este tema, por favor acceda este informe de Schroders aquí).
Por último, la evaluación del rendimiento debe ser transparente y debe haber responsabilidad en el proceso de revisión y de retroalimentación. La transparencia y la responsabilidad son los pilares principales de los procesos de inversión en multiactivos y deberían actuar como principios reactores para los propietarios de activos en sus procesos de selección y evaluación de gestores de inversión.
Lección 2: Estar preparado y comprender los riesgos
Cuando los mercados se encuentran en la cúspide de una transición de una parte del ciclo a otra, puede ser desalentador decidir como posicionar una cartera. El estrés de tomar la decisión también se agrava a medida que aumenta la volatilidad y los inversores pueden sentir que tienen que tomar decisiones muy importantes sin mucha información. Incluso en un nivel más granular, los inversores pueden estar buscando un punto de entrada perfecto para una inversión, pero puede que estén preocupados con la valoración, por ejemplo.
Lo mismo podría decirse sobre cuándo salir de una inversión que no ha funcionado y no hay un claro catalizador para que haya un cambio en la dirección de esa inversión. En ese caso, en Schroders creen que, primero, es importante centrarse en la cartera en su conjunto. No se tomarán siempre las decisiones correctas, ni siempre se obtendrá el punto de salida o de entrada perfecto. Pero si la cartera en su conjunto está convenientemente diversificada podría resistir algún fallo en el timing del mercado. Al mismo tiempo, es importante tener en cuenta que los incentivos estén alineados con el conjunto de la cartera.
Es esencial hacer planes con anticipación, antes de que las condiciones se deterioren, permitiendo responder en lugar de reaccionar. El inversor necesita entender a qué choques podría estar expuesto su cartera y qué puede suceder en unas condiciones más estresantes. Para este fin, es fundamental formar una comprensión holística de cómo se combinan todos los riesgos.
En la experiencia de Kyrklund, para lidiar con la incertidumbre del mercado financiero, es importante identificar los escenarios potenciales de riesgo que podrían tener un impacto significativo tanto en las perspectivas de crecimiento como en la cartera. Se continúan asumiendo riesgos en la cartera, pero se amortiguan implementando coberturas contra un posible escenario adverso. Estos escenarios deben aplicarse a la cartera y debe ser algo en lo que podamos invertir, en lugar de meramente titulares políticos. Como se puede ver en el gráfico 4, en la actualidad, Schroders se preocupa más por los riesgos deflacionarios que por los riesgos reflacionarios. El dimensionamiento apropiado de las coberturas en relación con el escenario base es fundamental para continuar asumiendo un nivel adecuado de riesgo en la cartera. Solo enfocarse en los otros escenarios puede resultar en una protección excesiva.
Para poder estar preparado es esencial saber cómo actuarán todas las partes involucradas en una cartera en un entorno en el que las condiciones de mercado se están deteriorando. Por ejemplo, algunos de los mandatos de Schroders tienen una cartera multi-activo gestionada de forma activa con un “freno” sistemático de reducción del riesgo que se aplica para reducir la volatilidad en condiciones extremas. El “freno” es gestionado por un equipo separado para garantizar la responsabilidad. En este tipo de carteras se han realizado “simulacros de incendios” o pruebas de estrés donde se ha simulado un evento del mercado para comprobar si la comunicación entre los dos equipos es estrecha y si las responsabilidades están claras.
Por último, como líder, hay que estar preparado para intervenir en el raro caso de que las cosas hayan ido mal. El hecho de que un análisis sea bueno no significa que la inversión funcionará bien cuando cabría esperar que lo hiciera.
Lección 3: Construir un equipo resiliente
Resiliencia suele ser una palabra sobreutilizada, pero en el contexto de la gestión de activos, tanto desde la perspectiva del administrador de inversiones como de los propietarios de los activos, es adecuada. Tener la responsabilidad de un volumen significativo de activos y de un equipo que responda a los objetivos en condiciones difíciles puede ser una tarea solitaria. Existe un riesgo de agotamiento para todos los participantes del proceso y unos entornos más difíciles pueden exacerbar ese riesgo.
Kyrklund está convencida de que la resiliencia es un juego de equipo. Demasiada confianza en un número pequeño de súper héroes puede hacer que estas personas desconozcan sus limitaciones y sobreestimen sus capacidades de liderazgo, lo que les dificulta trabajar y ser más propensos al agotamiento.
En la opinión de Kyrklund, para construir un equipo resiliente se requiere:
- Una alineación con un propósito común: la competencia profesional es una condición necesaria pero no suficiente para hacer frente a la adversidad. Al establecer un propósito común, se puede enfatizar los resultados que se están tratando de lograr, en lugar de las causas del fracaso.
- Crear una cultura de aprendizaje: Liderar con el ejemplo sobre la autoconsciencia: admita sus propios errores. Es fundamental centrarse en aprender de los éxitos y de los contratiempos, así como reconocer rápidos los errores de manera que el equipo se pueda mover hacia una nueva solución. Ligado a esto, es importante promover un espacio para que la gente pueda fallar. Después de todo, los errores van a suceder y el equipo no aprenderá a lidiar con condiciones difíciles si carece de tolerancia al fracaso. (Para más información sobre este tema, por favor vea el artículo “Inversión en multi-activos en tiempos difíciles: los factores humanos que se deben considerar”).
- Es necesario asegurarse de que las estructuras de toma de decisión están “listas para la batalla”: Un entorno más difícil puede requerir una toma de decisiones más rápida con unos equipos más pequeños y/o un enfoque menos consensuado de toma de inversión. La claridad sobre quién es el responsable de la cada decisión es importante.
Cuando se trata de lecciones adicionales para los propietarios de activos, Kyrklund cree que es importante construir un sistema de apoyo. Los propoetarios de los activos suelen tener recursos limitados, así que aproveche su relación con su gestor de inversiones si son socios reales. Identifique sus pares en otros propietarios o gestores de activos con los que pueda compartir los desafíos. El intercambio de culturas es beneficioso entre propietarios de activos y gestores que operan en múltiples niveles.
Conclusión:
Reconocer que será más difícil generar unos buenos rendimientos en el futuro es una cosa, pero saber qué hacer al respecto es otra. Kyrklund sugiere tres lecciones que pueden ser aplicadas por los propietarios de activos que pueden estar experimentado unos problemas similares a la hora de gestionar sus carteras multiactivos. No se trata únicamente de números y análisis. En última instancia, las personas y sus líderes tendrán que manejar estas cuestiones, y Kyrklund cree firmemente que en su bienestar (y en un entorno colaborador en el que poder trabajar) estará la respuesta.