Las empresas de pequeña capitalización, tradicionalmente conocidas como “small caps”, ofrecen el potencial para obtener unos mayores rendimientos, aunque no exentos de riesgos. La amplia dispersión en los rendimientos de las small caps y la relativa ineficiencia de su mercado también proporciona a los inversores activos unas mayores oportunidades para añadir valor a sus carteras en comparación a la inversión en empresas de gran capitalización.
Así, Matthew Dobbs, gestor de renta variable asiática y responsable de Global Small Cap en Schroders, junto con Kristjan Mee, estratega y analista de research de la firma, señalan que los inversores también se sienten atraídos por este mercado por otro motivo: la capacidad de navegar y beneficiarse de un entorno cada vez más disruptivo en el que vivimos. Las empresas de mayor tamaño, más complejas y añejas puede que no sean siempre las mejores equipadas para adaptarse a unos cambios tan rápidos. Las small caps, en contraste, pueden ser más ágiles y a menudo son la fuerza impulsora detrás de la disrupción.
El rendimiento superior de las small caps
En el largo plazo, tanto las acciones small caps británicas como las estadounidenses han superado con creces los rendimientos de las empresas de gran capitalización. Comparando una inversión de 100 dólares en small caps estadounidenses desde 1966 hasta la fecha actual, ésta alcanzaría un valor de 56.232 dólares frente a los 15.576 dólares que valdría si hubieran sido invertido en empresas de gran capitalización (gráfico 1).
En Reino Unido, los inversores habrían también ganado alrededor de cuatro veces más invirtiendo en small caps frente a una inversión en empresas de gran capitalización en el largo plazo. También existe evidencia de que las small caps han tenido un desempeño superior a escala global.
Un análisis llevado a cabo por Elroy Dimson y Paul Marsh, de la London Business School, encontró evidencias de un rendimiento sorprendentemente superior y generalizado por parte de las small caps en un estudio realizado entre 2000 y 2014 y que comprendía 30 países. Las small caps tan solo no proporcionaron rendimientos superiores en tres países. Sin embargo, mientras que las small caps obtienen un rendimiento superior en el largo plazo, también pueden atravesar periodos prolongados con un rendimiento inferior, como muestra el gráfico 2.
El final de la década de los 90 es un ejemplo reciente de ello, el estallido de la burbuja tecnológica en Estados Unidos y la búsqueda de opciones de diversificación más allá de sus mercados locales por parte de los fondos de pensiones europeos -con un enfoque predominante en los mercados de gran capitalización-, contribuyeron a prolongar un mercado bajista para las small caps a nivel global.
Es comprensible que esta ciclicidad pueda enfriar el entusiasmo de los inversores por la inversión en small caps. Sin embargo, en Schroders creen que existen razones estructurales por las cuales una exposición selectiva a small caps puede generar mejores rendimientos que una exposición más amplia al mercado. Esta creencia se basa en tres factores fundamentales: los atributos fundamentales de la pequeña capitalización, la ineficiencia relativa de las acciones de pequeña capitalización y la escala de del conjunto de oportunidades. Estos factores son válidos durante los ciclos del mercado y brindan oportunidades que pueden ser explotadas por los inversores.
Para saber más sobre las potenciales oportunidades que ofrece el mercado de small caps, por favor haga click aquí.
(1) “The Numis Smaller Companies Indices 2014 Annual Review”. Elroy Dimson y Paul Marsh, London Business School