Durante la pasada semana, a medida que los resultados de las elecciones estadounidenses avanzaban lentamente, se produjo un repunte de alivio en los activos de los mercados emergentes. Pero, según apunta David Rees, economista sénior de mercados emergentes en Schroders, es necesario preguntarse cuánto durará este repunte. El mercado anticipó una clara victoria de Biden con los demócratas tomando el control del Senado, pero esta anticipación de que se daría una “ola azul” hasta ahora no se ha cumplido. Es más, es poco probable que Biden deshaga todas las políticas proteccionistas de la administración saliente de Trump, particularmente con respecto a China, que se han vuelto populares en ambos lados del pasillo en Washington.
En todo caso, un enfoque más metódico y multilateral puede, en última instancia, tener más éxito en desvincular a Estados Unidos de su dependencia de las cadenas de suministro en China. Pero, como mínimo, el fin de la diplomacia de las redes sociales y el regreso a una formulación de políticas más tradicional y predecible debería permitir a los inversores entrar con más confianza en los mercados emergentes.
Los mercados emergentes tuvieron una respuesta alcista ante la victoria de Biden
Los activos de los mercados emergentes reaccionaron positivamente a la noticia de que el candidato del Partido Demócrata, Joe Biden, había ganado la carrera electoral presidencial; acciones, bonos y divisas registraron fuertes ganancias. El resultado de las elecciones estuvo más cerca de lo que esperaban las encuestas de opinión y los mercados de apuestas. Pero, aunque la carrera por el Senado decepcionó, la elección de Biden estaba ya anticipada por los mercados, lo que debería limitar el alcance de la recuperación inicial del mercado. Sin embargo, los recuerdos de la sorpresiva victoria del presidente saliente Trump en las elecciones de 2016 aún están frescos para los inversores. Es evidente que hay un alivio de que se ponga fin a su política errática y fuertemente proteccionista, en particular hacia China, que ha sido una nube constante que se cierne sobre los mercados en los últimos años.
Eso no quiere decir que Biden no vaya a tener mano firme. Todavía no se tienen muchos detalles sobre cómo la administración entrante abordará la guerra comercial con China, o la política comercial en general. Sin embargo, las medidas destinadas a frenar el desarrollo de China se han vuelto populares en ambos lados del pasillo en Washington. Esto sugiere que es poco probable que Biden revierta todas las políticas de la administración Trump, si es que lo hace. Pero parece probable que Biden adopte un enfoque multilateral más considerado del tema que probablemente incluirá más diálogo con Beijing.
En última instancia, un enfoque más metódico del comercio puede tener más éxito para desvincular a los EE. UU. de su fuerte dependencia de las cadenas de suministro en China. Esto aún tendrá un impacto en el desempeño a largo plazo de las economías y los activos de los mercados emergentes. Por ahora, el fin de la diplomacia de las redes sociales y el regreso a una formulación de políticas más tradicional y predecible pueden ser bienvenidos. Esto debería dar a los inversores la confianza para entrar de manera más significativa en los activos de mercados emergentes.
Las valoraciones de los mercados emergentes permanecen atractivas
Ciertamente, parece haber oportunidades en los mercados emergentes a medida que la economía mundial avanza hacia una recuperación cíclica. Por ejemplo, como muestra el siguiente gráfico, existe una amplia brecha actual en las relaciones precio/ganancias a plazo de 12 meses de los índices MSCI Emerging Markets y MSCI World de renta variable de mercados desarrollados. Históricamente, brechas de valoración de con un tamaño similar han sido el precursor de un período de rendimiento superior significativo en un horizonte temporal de dos años. Esto se basa en los datos de la brecha de valoración mensual y el rendimiento relativo posterior de MSCI Emerging Markets y MSCI World durante los próximos dos años, utilizando datos que se remontan a 2003.
Esas valoraciones pueden volverse aún más convincentes si continúa la recuperación económica de los mercados emergentes. Por ejemplo, el crecimiento de la oferta monetaria M1 de China, deflactado por la inflación, tiende a ser un buen indicador adelantado del ciclo económico allí. Dada la importancia de China para las cadenas de suministro globales, el «M1 real» también se ha convertido en un indicador adelantado bastante confiable del componente de ganancias del índice MSCI Emerging Markets, tanto en el seguimiento como en el futuro.
Como ilustra el siguiente gráfico, si esa correlación histórica se mantiene firme en los próximos meses, es probable que las expectativas de ganancias de los analistas se revisen aún más al alza y esto, por lo general, respaldaría el desempeño de la renta variable de mercados emergentes. Un gran paquete de estímulo en los EE. UU. después de que Biden asuma el cargo solo se sumaría a una perspectiva más positiva para las ganancias. Sin embargo, ahora esto parece menos probable, a menos que el Partido Demócrata pueda ganar en Georgia dos puestos para el Senado en una segunda vuelta en enero. Mientras que los republicanos solo necesitan un escaño adicional para controlar el Senado. Pero si los demócratas ganan ambos, el Senado estaría dividido a partes iguales, escenario que permitiría al vicepresidente el voto del desempate.
En términos más generales, las políticas a largo plazo, como el cambio de la Fed hacia el objetivo de inflación promedio, tienen el potencial de impulsar un período sostenido de flujos de capital hacia los mercados emergentes en el futuro. El resultado es que, si bien el fuerte repunte postelectoral podría no durar mucho, la victoria de Biden finalmente podría marcar el comienzo de un período de rendimiento superior de los mercados emergentes.
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