Schroders ha revisado al alza sus previsiones de crecimiento global hasta el 3,5% para 2018 (anteriormente, estas se situaban en el 3,3%) y hasta el 3,3% para 2019 (desde el 3,0% anterior), en su último informe correspondiente al mes de marzo. Ello se debe no solo a los planes de gasto público de EE. UU. donde las encuestas realizadas a los gestores de compras y sobre la confianza empresarial y de los consumidores son boyantes. De hecho, su indicador sobre la actividad económica global se sitúa en su nivel más elevado en siete años. «La solidez de la actividad estadounidense se extenderá a los mercados emergentes y a Europa, que registrarán un crecimiento más robusto gracias a un comercio más dinámico, lo que también incrementará sus tasas de crecimiento. Creemos que un crecimiento más sólido dará lugar a un aumento de la inflación; el repunte de los precios de las materias primas impulsará al alza las tasas de inflación a escala mundial.», explica en el vídeo Keith Wade, economista jefe de Schroders.
En EE. UU. han revisado al alza el crecimiento del PIB estadounidense para 2018 hasta el 3,1% (desde el 2,5%) y hasta el 2,9% (desde el 2,2%) para 2019. El aumento de la demanda en EE.UU. también se ha materializado en un fortalecimiento del comercio y una mejora del crecimiento en el resto del mundo.
En Europa, los últimos datos económicos confirman su opinión de que la recuperación de la economía está cobrando impulso y expandiéndose. En este sentido, han aumentado sus previsiones sobre el crecimiento de la zona euro para 2018 hasta el 2,6% (desde el 2,3%) y hasta el 2,2% (desde el 1,9%) para 2019.
Por lo que respecta a Reino Unido, también han revisado al alza las previsiones a pesar de que «ha pasado de ser una de las economías que mejor comportamiento registraron entre 2013 y 2016 a ser el país del G7 que peor ha evolucionado». La revisión hasta el 1,7% (desde el 1,6%) para 2018 y hasta el 1,5% (desde el 1,4%) para el 2019 se debe en gran medida a la mejora de las perspectivas sobre los principales socios comerciales del país.
China, epicentro del dinamismo de los mercados emergentes, también crecerá, según Schroders, por encima de lo previsto hasta ahora. Sus previsiones sobre China se elevan hasta el 6,6% para 2018 (desde el 6,4% anterior) y hasta el 6,5% para 2019 (desde el 6,3%). «Gracias al impulso de la revisión al alza de China, hemos aumentado nuestras perspectivas para este universo hasta el 5,1% para 2018 y hasta el 5,0% para 2019», explican sobre el resto de emergentes.
La única economía principal que han revisado a la baja es Japón, hasta el 1,5% (desde el 1,8% anterior) debido al decepcionante cuarto trimestre registrado en 2017.
¿Cómo afecta esto a los tipos de interés?
La Fed ha empezado a reducir su balance (ajuste cuantitativo) y, ante el aumento de la inflación subyacente, esperan cuatro subidas de tipos más en 2018 y dos en 2019, lo que sitúa su previsión en el 3%. «También somos conscientes de que EE. UU. se encuentra en una fase muy avanzada del ciclo, por lo que a estas alturas cabría esperar un aumento de la inflación, lo que implicaría que la Fed tendría que adoptar una subida de tipos más agresiva que en el pasado», añade Wade.
En la zona Euro es probable que el Banco Central Europeo (BCE) ponga fin a su programa de expansión cuantitativa en septiembre de 2018, antes de llevar a cabo tres subidas de tipos en 2019, cuando el tipo de refinanciación alcanzaría el 0,75% y el tipo de los depósitos se situaría en el 0,25%.
El Banco de Inglaterra está preparado para subir sus tipos a un ritmo más rápido ante la preocupación generada por la posibilidad de que las limitaciones de la oferta provoquen un aumento de la inflación. «Esperamos que el Banco de Inglaterra suba sus tipos de interés una vez en 2018 y dos más en 2019 (hasta el 1,25%)». Así, prevén que la subida de tipos de 2018 se producirá en noviembre, aunque los mercados sugieren que podría ser tan pronto como en mayo.