El año ha comenzado con volatilidad en los mercados e incertidumbre entre los inversores, que tienen el foco de atención puesto en China y el petróleo, por el lado global, y en las dudas sobre el futuro gobierno de España, en el plano local. En este contexto cobra aún más importancia el modelo de asesoramiento financiero centrado en el cliente como persona, tal y como explicó Santiago Satrústegui, presidente de Abante Asesores, durante un desayuno con periodistas.
“Si el inversor asume correctamente el riesgo del mercado, podrá conseguir la rentabilidad que necesita; pero para eso, para aprovechar la volatilidad, los inversores necesitan tener un objetivo claro y este se consigue con una correcta planificación financiera”, comentó Satrústegui, que destacó que “el precio de la rentabilidad es la volatilidad”. En este sentido, “lo importante es no solo que las carteras lo hagan bien cuando la situación es buena, sino que, cuando las cosas vienen mal dadas, las carteras se comporten tan mal como estaba previsto y no peor”, dijo.
Satrústegui destacó que, a pesar de que el entorno de mercado es complicado, Abante ha conseguido crecer en volumen, en clientes y en plantilla en los últimos años. “En 2009 teníamos 500 millones bajo gestión y ahora estamos muy cerca de los 2.000 millones”, dijo. “Nuestro modelo de negocio, con el enfoque en el cliente como persona, tal y como se ha visto, da resultado”, subrayó.
Petróleo y China, en el foco
Por su parte, Joaquín Casasús, director general de Abante Asesores Gestión, repasó la visión de mercados de la firma y explicó que, ahora mismo, los inversores tienen la atención en China y en el petróleo. Casasús comentó que el caso de China es una historia de éxito que, en estos momentos, se encuentra en transición hacia el modelo de las economías maduras, más centradas en los servicios que en la industria. Casasús señaló que no prevé una devaluación brusca del tipo de cambio del yuan, “porque tampoco les interesa a los chinos” y que el mercado ha sobrerreaccionado.
Sobre el petróleo, en su opinión la caída de los precios es positiva para los consumidores, aunque este efecto es más lento en dejarse notar. Sin embargo, “si cae mucho, por debajo de los 30 dólares, tampoco es bueno para el consumidor, porque se desincentiva la inversión nueva y eso a medio plazo vuelve a repercutir sobre el precio como sucedió en el ciclo anterior”.
Casasús dijo que no ve un escenario de recesión global por estos dos factores y destacó que “Europa está en el mejor momento dentro de la situación de bajo crecimiento”. Y añadió: “Estamos en el momento en el que los buenos gestores están fabricándose las rentabilidades de los próximos meses porque hay mucho estrés en algunos activos”.