Una fuerte caída en el precio del petróleo aumentaba esta semana la preocupación sobre los posibles daños en la economía rusa, llevando a su banco central a subir los tipos de interés de forma contundente para estabilizar su moneda. Una reacción que deja entrever lo que está pasando en los mercados rusos y que a continuación analiza el equipo de expertos de Fidelity en un documento de análisis.
A raíz de las sanciones internacionales como respuesta a las políticas expansionistas de Rusia en Ucrania y más recientemente, la fuerte caída en los precios del petróleo, los inversores están cada vez más preocupados por las posibles consecuencias que esto tendrá para la economía rusa, ya que el país es un importante productor y exportador de petróleo. “Estimamos que una caída del 10% en los precios del petróleo puede recortar hasta 1,3 puntos porcentuales el crecimiento del PIB ruso”, estima Fidelity.
El rublo se ha llevado la peor parte de las preocupaciones y esta semana se deprecia de manera espectacular contra el dólar. Los precios de los activos, recogen los analistas de la firma estadounidense en el informe, también han estado cayendo en todos los ámbitos. La bolsa rusa acumula en diciembre un retroceso del 8%, la rentabilidad del bono a 10 años registra un aumento de 5 puntos porcentuales y se sitúa por encima del 15%, y los CDS soberanos a 5 años han pasado de los 318 puntos básicos a más de 620. El Banco Central de Rusia (CBR) ha elevado los tipos de interés un 6,5% hasta el 17% en el que han quedado colocados esta semana.
«El objetivo del banco central es reducir la velocidad de la depreciación de su moneda más que lograr un cambio de dirección en sí. Está muy preocupado por la manera desordenada y disfuncional en la que la divisa ha estado cotizando. Pero en lugar de gastar sus reservas de divisas, algo que en 2008 resultó ser una estrategia costosa e ineficaz, el CBR ha decidido utilizar la contundente herramienta de subir los tipos de interés. A largo plazo, esto debería ser eficaz para frenar una depreciación descontrolada del rublo ya que resulta más caro vender la divisa. Sin embargo, a corto plazo es probable que el precio del petróleo sea el factor más importante en la evolución del rublo», explica el informe.
¿Podría verse obligado el Estado ruso a entrar en un proceso de ‘default’ como sucedió en 1998?, se pregunta FIdelity. «En general, es poco probable», dicen. Si bien hay algunos paralelismos preocupantes con la historia de ese año, cuando el precio del petróleo caía y Rusia estaba también involucrada en un conflicto internacional (una costosa campaña en Chechenia), el balance del gobierno de Rusia es hoy mucho más fuerte que en 1998. «La deuda pública supone alrededor del 10% del PIB, mientras que en 1998 alcanzó el 100%. La otra diferencia principal hoy es la voluntad del banco central de dejar que el tipo de cambio fluctúe libremente. Como resultado, al contrario que en 1998, una caída hoy del rublo puede actuar como un amortiguador equilibrando las caídas del precio del petróleo en dólares y manteniendo al mismo tiempo el balance fiscal estable», concluyen.