La última cumbre de la OTAN, celebrada esta semana en Madrid (España), vuelve a dejar claro que los inversores no pueden perder de vista la geopolítica. Según recogía Natixis IM en su última encuesta, los profesionales del sector lo identificaban como uno de los tres riesgos más relevantes a los que se enfrenta el mercado. Y es que, pese a la capacidad del mercado para absorber los eventos, la geopolítica sigue añadiendo incertidumbre y volatilidad.
En este sentido, el contexto actual no da tregua. Lejos de ponerse fin al conflicto en Ucrania, las relaciones internacionales parecen abocadas a seguir tensionándose. Los líderes occidentales de la OTAN han acordado poner en alerta máxima a más de 300.000 soldados y reforzar sus defensas europeas con fuerzas adicionales, mayor potencia aérea y nuevos equipos. “Además, también señalan el desafío que supone el incremento de la presencia militar china y buscarán reforzar sus relaciones con las democracias de Asia-Pacífico”, matizan los analistas de Banca March.
Según un informe del banco de inversión Natixis, las sanciones occidentales a Rusia han puesto en el punto de mira su relación con el gigante asiático y el fortalecimiento del comercio entre ambas potencias, que se enfrentan a una relación difícil con Occidente y necesitan diversificar el comercio más allá de los países occidentales. De hecho, los datos del comercio bilateral de China muestran que las importaciones chinas procedentes de Rusia siguieron acelerando, pasando del 26,4% interanual en marzo al 56,6% interanual en abril, y al 79,6% interanual en mayo.
Sin embargo, según la entidad bancaria, los datos principales podrían ocultar la distorsión del efecto de los precios. “Esto es especialmente relevante si se tiene en cuenta el aumento de los precios de las materias primas a nivel mundial y el hecho de que la energía representa casi 80% de las importaciones totales de China procedentes de Rusia”, advierte en su documento.
En sus conclusiones explica que desde el inicio de la guerra, más productos de combustibles fósiles, además del gas por gasoducto, han experimentado un aumento de las importaciones, pero durante la mayor parte del periodo el aumento del valor del comercio siguió estando impulsado principalmente por el crecimiento de los precios.
Sin embargo, a partir de mayo, el volumen de las importaciones también aumentó considerablemente. En concreto, explican que las importaciones chinas de crudo procedentes de Rusia han registrado un notable aumento del 54,8% interanual. “Con este fuerte aumento, Rusia también superó temporalmente a Arabia Saudí para ser el mayor proveedor de petróleo de China, representando el 18,3% de las importaciones de crudo de China en mayo”, matizan.
En opinión de los expertos de Natixis, si bien esto resulta muy útil para Rusia, ya que la UE acordó a finales de mayo una prohibición parcial de las importaciones de petróleo procedentes de Rusia, es demasiado pronto para juzgar si se trata de un reajuste estructural o de una volatilidad a corto plazo, que habrá que vigilar de cerca en el futuro. “Aun así, las importaciones chinas de carbón procedentes de Rusia siguieron experimentando un crecimiento negativo en volumen, ya que China ha impulsado su producción nacional de carbón desde finales de 2021. Esto demuestra que China podría seguir siendo selectiva en sus importaciones de combustibles fósiles de Rusia, aunque el embargo occidental sobre la energía rusa podría ayudar a China a llegar a un acuerdo a precios inferiores a los del mercado”, aclaran. Y añaden que: “Más allá de los combustibles fósiles, hay más pruebas que indican que China tampoco ha estado reorganizando las importaciones fuera del ámbito energético del resto del mundo a Rusia”.
El gráfico superior muestra que, en el caso de los metales básicos y la madera que representan el 5,4% y el 3,1% del total de las importaciones chinas procedentes de Rusia (según los datos de mayo de 2022), el crecimiento de sus importaciones desde Rusia hasta la fecha fue de sólo el 12,5% interanual y el -1,9% interanual hasta el mes de mayo, lo que fue significativamente inferior al valor medio de las importaciones del mundo a China en lo que va de año (19,2% y 1,5% interanual, respectivamente).
“En otras palabras, la cuota de importación de China en metales comunes y madera estaba disminuyendo respecto a Rusia a pesar del aumento del valor unitario de ambos productos (por ejemplo, 10,6% interanual y 17,2% interanual en mayo de 2022)”, matizan
Según concluyen los expertos de la entidad, a pesar de la opinión generalizada de que China y Rusia podrían alejarse de Occidente en medio de la reciente incertidumbre geopolítica, la evidencia hasta ahora parece sugerir que el juicio llega demasiado pronto. “Durante la mayor parte del tiempo en los últimos años, el papel de los países occidentales se ha mostrado muy resistente y no es fácil de sustituir. Solo hasta mayo, China ha impulsado significativamente el volumen de importación de energía de Rusia, especialmente de petróleo crudo. Pero hasta ahora sólo se trata de un aumento de un mes y parte de ello podría explicarse por el retraso de la demanda tras la supresión de las actividades de producción en marzo y abril debido a los cierres”, explican.