Las gestoras mantienen unas perspectivas prometedoras para la renta variable global en 2021. Las bolsas mundiales han visto la luz al final del túnel de este 2020 tras la aprobación y llegada de las primeras vacunas contra el COVID-19. Aunque, reconocen que los riesgos no han desaparecido totalmente, ya que las fiestas de Navidad y el fin de año podrían despertar una tercera ola de la pandemia si los ciudadanos no son cautos.
Alex Tedder, responsable de renta variable de Schroders, espera ver una recuperación significativa del mercado en 2021. “La renta variable global puede seguir haciéndolo bien en 2021, pero es posible que el sector tecnológico tenga que compartir protagonismo con algunas áreas menos apreciadas. Mientras tanto, una serie de megatendencias seguirán ganando terreno, como las acciones tecnológicas, la recuperación del mercado o la revolución hacia industrias más verdes”.
En este sentido considera que las acciones globales están, en conjunto, razonablemente bien valoradas y en línea con sus datos adelantados promedio a largo plazo. “La rentabilidad por dividendo global también se mantiene materialmente por encima de la rentabilidad de los bonos, lo que respalda el argumento relativo a favor de las acciones sobre los bonos del Tesoro. Como clase de activos, creemos que seguirán teniendo una buena rentabilidad en 2021 a medida que se extienda la recuperación. Sin embargo, cabe destacar que tras un período de mayor rentabilidad de la bolsa estadounidense frente al resto del mundo (alrededor del 8% anualizado en los últimos 10 años), Estados Unidos está ahora cotizando con una prima en su valoración de ganancias corrientes a largo plazo. Mientras tanto, el resto de bolsas mundiales cotizan ahora con un descuento sustancial”, argumenta.
Según el escenario base de Luca Paolini, estratega jefe de Pictet AM, la recuperación debe dar fuerte impulso a las acciones mundiales, con la pandemia en retirada aunque no derrotada, fuerte recuperación en V del PIB mundial, que puede crecer 3% a 5%, aún debajo de su tendencia anterior al COVID-19 y China liderando ciclo. “Vemos recuperación parcial en servicios y gran rebote en inversión en capital fijo. La inflación puede mantenerse por debajo de la tendencia, con menor expansión monetaria y un estímulo fiscal que puede reducirse por falta de medidas nuevas. Con menores tensiones comerciales, los beneficios empresariales pueden aumentar 20% al 30% y las acciones globales proporcionar rentabilidad del 10% al 15%”, explica Paolini.
En opinión de Matthew Benkendorf, CIO de Quality Growth (boutique de Vontobel AM), no cabe duda de que el reciente aumento de las infecciones tanto en Estados Unidos como en Europa sugiere que es probable que a corto plazo prevalezcan los riesgos económicos y la mayor volatilidad del mercado. Sin embargo, estas perturbaciones inducidas por el virus han servido para acelerar algunas tendencias comerciales importantes, como el paso al comercio electrónico, que ya estaban en marcha.
“Los cambios en los tipos de interés, los trastornos políticos y los riesgos idiosincrásicos podrían sacudir los mercados y las empresas. Pero mientras miramos hacia 2021, seguimos confiando en las perspectivas del mercado para los inversores activos y de alta calidad de crecimiento. El momentum caracterizó la rentabilidad de la renta variable mundial en 2020, impulsada por los bajos tipos de interés y el exceso de liquidez. Sin embargo, la elevada especulación en algunos segmentos del mercado presenta riesgos para los inversores”, sostiene Benkendorf.
Eligiendo compañías
Pese a manejar un escenario positivo, Paolini apunta que no es el momento de rotar completamente hacia el value: “Todavía no es momento de rotar completamente a valor. Aunque los cíclicos relacionados con inversión en capital fijo (materiales, industriales) pueden comportarse bien, dada la demanda acumulada. De hecho estamos añadiendo algo de inversión de valor de manera táctica, pues en 2021 se puede pagar menos por el crecimiento y la exposición de los inversores a sectores en recuperación es moderada. Sobre todo puede destacar el buen comportamiento de valores industriales por aumento de la inversión en capital fijo -lo que todavía el mercado no ha descontado- y materiales por la bajada del dólar y crecimiento de China. Sin embargo, a falta de un fuerte repunte de la inflación y de la rentabilidad de los bonos, es prematuro rotar completamente de acciones de crecimiento a empresas value desatendidas que cotizan con descuento atractivo y tienden a comportarse mejor en períodos de apetito por el riesgo, como bancos o energía”.
Mark Nichols y Mark Heslop, gestores del equipo gestor del fondo Jupiter European Growth de Jupiter AM, ponen el foco en cómo reconocer las empresas de crecimiento “excelentes”. En su rádar están las empresas que cuentan con ventajas competitivas sostenibles, poder de fijación de precios y presencia en áreas con crecimiento estructural (en contraposición al cíclico), además de buscar compañías que sean capaces de reinvertir el exceso de tesorería disponible a una tasa de rentabilidad elevada.
“Estas empresas de crecimiento existen, pero no son numerosas. En nuestra opinión, la bolsa tiene dificultades para apreciar plenamente esas empresas por su cortoplacismo inherente. Nuestro enfoque trata de explotar esta ineficiencia de los mercados. No existen filtros sencillos para hacerlo, se trata de un planteamiento cualitativo que requiere grandes dosis de análisis y estudios pormenorizados: hablar con la dirección, los clientes, los competidores, crear nuestros propios modelos, etc.Las fuentes de ventajas sostenibles que brindan poder de fijación de precios a largo plazo pueden encontrarse en muchas áreas: la fidelidad a la marca, los derechos de propiedad intelectual, un ciclo virtuoso en forma de red en expansión, información exclusiva, un producto innovador o incluso escala en la producción y distribución. En última instancia, buscamos empresas cuyos productos estén diferenciados y que sus clientes aprecien”, explican ambos gestores de Jupiter AM.
Sobre qué esperar de cara a los próximos 12 meses, ambos gestores señalan: “Nuestro enfoque de inversión nos lleva a invertir en negocios líderes cuyos productos y servicios son apreciados más allá de los mercados europeos. Por lo tanto, solemos estar considerablemente sobreponderados en empresas que obtienen ingresos en todo el mundo y, por lo tanto, dependen menos de la actividad económica de Europa”.
Tecnología: ¿estrella o burbuja?
Por sectores, desde Union Bancaire Privée (UBP), aunque la tecnología orientada al consumo y los sectores biotecnológicos han sido los líderes de la inversión durante este año, hay otras tecnologías del día a día que se encuentran aún en un estadio temprano. “La pandemia ha puesto de relieve la necesidad de servicios alternativos, en particular del sector sanitario. La valoración de las acciones es alta y, en este contexto, los inversores necesitarán un enfoque orientado a la calidad y a la gestión del riesgo que se centre en estrategias a largo o medio plazo en sectores volátiles” argumentan en su último informe de perspectivas para 2021.
El sector tecnológico en 2020, y en particular las plataformas más grandes, han experimentado un crecimiento excepcional de los ingresos y, para Tedder, es previsible que las ganancias continúen durante 2021, lejos de producirse una burbuja.
“El repunte del mercado en 2020 estuvo encabezado por una gama bastante estrecha de valores tecnológicos, en concreto, Amazon, Apple, Microsoft, Facebook y Alphabet (comúnmente conocidos como las FAMAG). Esto se debió principalmente a la percepción justificada de que estas empresas son dominantes en sus respectivos campos, tienen altas tasas de crecimiento de ingresos y ganancias a largo plazo y, se han visto beneficiarias de los cambios forzosos en las prácticas laborales, sociales y de compras durante el confinamiento. En efecto, estas empresas fueron los líderes del confinamiento. La transformación tecnológica que ya estaba en marcha mucho antes de la pandemia simplemente se ha visto acelerada por el COVID-19. La tecnología seguirá siendo un área fructífera para los inversores en los próximos años. Es probable que el mayor riesgo para el sector provenga de la regulación, más que de una rápida disminución de la tasa de crecimiento subyacente”, señala el responsable de renta variable de Schroders.
Con la vista puesta en emergentes
Al igual que ocurre en renta fija, los gestores consideran que los mercados emergentes tienen mucho que ofrecer también en los activos de renta variable. “La renta variable asiática, excluida Japón, ha tenido un rendimiento superior al de muchos de los principales mercados mundiales en doce meses hasta el 31 de octubre de 2020. A pesar de las tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y China, y de la continua incertidumbre derivada de la pandemia del COVID-19, muchas empresas de la región de Asia y el Pacífico siguen mostrando un crecimiento positivo de las ganancias y creemos que están bien posicionadas para beneficiarse de los cambios seculares. Las empresas duraderas y bien dirigidas pueden navegar con éxito a través de una variedad de entornos políticos y económicos, y creemos que hay muchas compañías de este tipo para seleccionar en la región”, afirma Jin Zhang, gestor de carteras de Quality Growth (boutique de Vontobel AM).
En opinión de Zhang, el desplazamiento de la demografía del consumo de la clase media de los mercados desarrollados tradicionales -Estados Unidos, Europa, Japón- a los mercados emergentes crea una tremenda oportunidad para las empresas que se enfocan en esos consumidores. Los beneficiarios son tanto las marcas mundiales como las marcas locales bien establecidas. Según su visión, como inversores activos, buscan la previsibilidad en un horizonte temporal a largo plazo, por lo tanto, excluye automáticamente a las empresas que se ven muy afectadas por las imprevisibles corrientes comerciales o las fluctuaciones de los tipos de cambio. “Preferimos centramos en las empresas que dependen principalmente de la demanda de los consumidores. Si bien existen riesgos geopolíticos en la región, las empresas fuertes han podido sortear las turbulencias y lograr un crecimiento sólido”, matiza.
Según las perspectivas de Schroders, se espera que los beneficios de las empresas europeas y japonesas se recuperen en 2021 y posiblemente también en 2022. La economía china ya se está recuperando, impulsando una poderosa dinámica de recuperación en toda Asia. Estados Unidos seguirá siendo un mercado defensivo de alta calidad con mucha más profundidad y liquidez que cualquier mercado mundial. “Sin embargo, aunque la huida hacia la seguridad ha creado un flujo de dinero hacia EE.UU., a medida que la recuperación se afiance creemos que esto puede revertirse en parte, y el capital comenzará a fluir en otras direcciones”, concluye Tedder.
Por último, Soo Nam NG, director de Renta Variable Asiática en Columbia Threadneedle Investments, añade que la presidencia de Joe Biden en Estados Unidos y las perspectivas de recuperación en la era post COVID-19 “sugieren que el crecimiento de Asia se verá de nuevo impulsado por China”. En este contexto, sostiene que 2021 debería ser otro año excelente para la renta variable, cuyas rentabilidades sectoriales probablemente serán menos dispares. “Los sectores no tecnológicos deberían experimentar un sólido repunte, aunque eso no significa que la tecnología no registrará un buen comportamiento: algunos temas como las redes 5G, la inteligencia artificial, los megadatos, los vehículos eléctricos, la informática en la nube, el comercio electrónico y la emisión de vídeo en directo deberían seguir gozando de una fuerte dinámica”, afirma.