Es el momento de adoptar una posición neutral en renta variable, puesto que los beneficios empresariales no justifican las subidas de los precios de las acciones y se prevé que la volatilidad empeore, cree el director de inversión de Robeco Investment Solutions.
Lukas Daalder considera que el actual periodo alcista podría tocar a su fin, al menos temporalmente, en los próximos meses —con una caída de los valores cercana al 10%, en el marco de una «corrección» largamente esperada— salvo que los datos macroeconómicos lleguen a justificar el mantenimiento de estos acrecentados valores.
Consiguientemente, el equipo de distribución de activos de Robeco, bajo la supervisión de Daalder, ha recortado la exposición a renta variable internacional, pasando de una dilatada sobreponderación a una posición neutral, como medida de precaución ante las posibles bajadas de precios. El equipo de cartera multiactivos también ha aumentado su sobreponderación en dólares estadounidenses, ante la previsión de que esta divisa se revalorizará una vez que la Reserva Federal proceda a subir los tipos de interés.
“Hay dos motivos que justifican nuestra decisión de reducir la exposición a renta variable”, explica Daalder, director de inversión de Robeco Investment Solutions. “El primero puede sustraerse a la sencilla premisa de que hay que comprar bajo y vender alto.”
“A escala mundial, en lo que va de año las acciones han ofrecido una rentabilidad del 7% en moneda local (16% en euros), que es aproximadamente el rendimiento que cabe esperar para un año normal, y que es superior a lo que habíamos previsto obtener en el conjunto de este ejercicio. Puesto que esta subida no puede justificarse por la evolución de los beneficios empresariales, consideramos que las acciones han pasado a resultar caras. Las perspectivas de riesgo/rentabilidad para la categoría de renta variable han empeorado, por lo que resulta lógico reducir el riesgo.”
“En segundo lugar, se nos plantea la cuestión de cuál puede ser el resultado más probable de la actual situación: ¿otro aumento del 10% o una corrección (temporal) del 10%? Aunque, naturalmente, no podemos descartar la primera opción, obviamente consideramos que en los últimos meses las probabilidades de que el resultado sea la segunda posibilidad han aumentado. Sobre esta premisa, no consideramos justificable mantener la sobreponderación que teníamos, de modo que hemos pasado a una posición neutral.”
Sentirse presa fácil
Daalder afirma que el origen de esta decisión se remonta al septiembre pasado, cuando su elevada exposición a renta variable le hizo sentirse “presa fácil” durante los periodos de mayor inestabilidad del mercado. Aunque la cartera salió airosa de la complicada situación y pudo ofrecer un buen rendimiento a los inversores, fue una época de gran inquietud para él.
“Durante la mayor parte de los últimos dos años, mantuvimos nuestra sobreponderación en renta variable, la cual, al cierre de 2014, había alcanzado una posición máxima. Esta posición nos resultó muy ventajosa debido a las subidas de las acciones”, recuerda.
“Sin embargo, aunque aquellas siguen registrando nuevos máximos históricos en distintos momentos del año, nos vimos obligados a digerir importantes bajadas después de estos máximos: en el periodo comprendido entre septiembre y octubre, la caída alcanzó el 8%.
En estos momentos de gran volatilidad, nos mantuvimos sobreponderados en renta variable, lo que limitó nuestra capacidad de actuar con efectividad en los periodos de corrección, haciéndonos presa fácil durante esos intervalos. Nos mantuvimos firmes y, finalmente, obtuvimos nuestra recompensa, pero no resultó nada cómodo para nosotros.”
Daalder explica que su previsión es que la volatilidad sea igual de mala en 2015, por tres razones:
- Las acciones han ido encareciéndose progresivamente. “Esto implica que lo mejor de la recuperación ya ha quedado atrás”, afirma. “Se trata de un patrón fácilmente identificable también en los dos ciclos anteriores del mercado de renta variable: tras cinco años de subida continuada, la volatilidad comienza a proliferar, ya que las acciones dejan de ser una apuesta sencilla y asequible.”
- La divergencia en la economía mundial irá manifestándose más claramente en las diferencias entre las políticas monetarias tan pronto como Estados Unidos, que crece con rapidez, comience a subir los tipos de interés y las economías de la zona euro y Japón, con un crecimiento menor, mantengan bajo el precio del dinero. “Históricamente, las acciones no se ven especialmente perjudicadas por el inicio del ciclo de subidas de los tipos de interés, pero éste sí suele conllevar un aumento de la volatilidad circundante”, aclara Daalder.
- La tensión política está aumentando, no sólo en Grecia y Ucrania, sino también en el mar de China Meridional, por la agresividad mostrada por China hacia sus vecinos japoneses. “Sigue sin divisarse una solución ni para la crisis de la deuda griega ni para la guerra de Ucrania y las sanciones asociadas para Rusia, de modo que estos factores seguirán afectando negativamente al mercado bursátil”, declara.
¿Y ahora qué?
Daalder afirma que la gran pregunta que se plantea ahora a los inversores es si la volatilidad continuada va a pasar a formar parte inherente de la evolución del mercado de valores o no; y él considera que sí.
“Hay muchas probabilidades de que así sea: si bien es cierto que la divergencia entre las tasas de crecimiento a escala mundial ha sido menos marcada de lo que preveíamos al empezar el año, sigue habiendo numerosos argumentos que señalan a una proliferación de la volatilidad bursátil de cara al futuro”, afirma.
“La Fed sigue encaminándose a su primera subida de tipos este año, y las acciones realmente se han encarecido en 2015, mientras que el crecimiento de los beneficios empresariales no ha aumentado en consonancia. Además, nos preocupa la evolución del mercado de renta fija: sus fluctuaciones recientes son demasiado violentas como para no prestarles atención.”
“Por otro lado, también preocupa el tema de la posible burbuja de las acciones chinas, así como el hecho de que las bolsas de valores no se hayan visto afectadas por las tensiones políticas, ni las de Grecia y Ucrania ni las del mar de China Meridional. Por último, de nuevo nos encontramos en la época del año en la que, históricamente, los inversores de renta variable suelen dejar de recibir compensación suficiente por el riesgo de volatilidad que asumen.”
Daalder concluye que estos factores justifican la adopción de una posición más prudente y neutral en renta variable. Los cambios en la distribución de activos quedan resumidos en la siguiente tabla: