Robeco ha publicado la edición de este año de su informe Expected Returns (2020-2024), que ofrece una perspectiva de lo que los inversores pueden esperar de cara a los próximos cinco años. En su opinión, resulta inevitable que en los próximos cinco años tenga lugar una recesión, y eso hará que muchos activos generen rentabilidades por debajo de su promedio histórico.
No obstante, Robeco señala que la próxima recesión no tendrá los tintes apocalípticos de la última crisis financiera. «Será más bien una recesión tipo «smörgåsbord»: pequeños excesos en la economía global cuya acumulación los agravará hasta que lleguen a ahogar el crecimiento mundial», afirman.
La gestora cree que, con las subidas que han experimentado los activos de riesgo a lo largo del año, la paciencia ha resultado ser una virtud hasta hoy. «Hemos revisado a la baja nuestras previsiones de rentabilidad para la mayoría de las categorías de activos a cinco años vista», asegura Robeco.
¿Qué rentabilidad ofrecerán las diferentes clases de activos?
En deuda pública, las perspectivas de Robeco para los próximos cinco años son dispares. «El Bund alemán, al encontrarse notablemente sobrevalorado llegado el repunte de la inflación, ofrecerá rentabilidades que se espera que sean inferiores a las de los activos líquidos. Por el contrario, los Treasuries estadounidenses serán los más beneficiados por la llegada de la inflación, situándose cómodamente por encima de los activos líquidos», explican en este informe.
La valoración es otro factor negativo para la renta variable de mercados desarrollados. Aún así, según Robeco, su rentabilidad se mantendrá relativamente elevada durante la primera mitad del periodo al que se refieren sus previsiones. Sin embargo, al final del periodo los rendimientos concluirán en niveles relativamente bajos, puesto que prevemos una recesión hacia 2022.
En cuanto a la renta variable de mercados emergentes, presenta cotizaciones bastante bajas en general, pero Robeco mantiene intacta su previsión de rentabilidad frente a las acciones de mercados desarrollados: a causa del persistente proteccionismo, sólo le atribuimos una prima de 50 puntos básicos. «La situación macroeconómica favorece cada vez menos al crédito investment grade y high yield, por lo que prevemos que su exceso de retorno se sitúe por debajo de sus promedios históricos, a pesar de que sus valoraciones sean neutrales. Por lo que se refiere a la rentabilidad relativa, la nota positiva la ponen las materias primas, que se han mantenido en niveles similares a los del año pasado», añaden.
El título de este año, «Escapar del laberinto de los espejos», hace referencia al escenario descrito por Ben Bernanke, antiguo presidente de la Reserva Federal, que advertía de que los bancos centrales no tenían que preocuparse demasiado por cumplir con las expectativas del mercado. Según Jaap Hoek, estratega de cartera de Robeco, «aunque hemos rebajado las expectativas, los inversores tienen que tener presente que, tal como afirmábamos el año pasado, el mayor riesgo consiste en reducir demasiado el riesgo demasiado pronto; a nuestro juicio, todavía pueden aprovecharse las primas de riesgo en las principales clases de activos”.
Peter van der Welle, estratega de Robeco, señala que «los mercados registraron volatilidad en el verano, ante la inquietud de los inversores por la guerra comercial entre China y EE.UU. y la ralentización del crecimiento mundial. El informe de este año contiene un cambio importante: la revisión a la baja de las rentabilidades previstas, resultado de nuestra opinión de que de aquí a 2024 será inevitable una recesión. Dada la importancia excesiva que los bancos centrales han adquirido en las consideraciones de mercado, es fundamental que los mismos eludan la estrategia del ‘laberinto de los espejos’, de intentar cumplir con las expectativas de los mercados de unos tipos de interés siempre a la baja”.