Robeco ha publicado sus perspectivas anuales para 2018 bajo el título Jugando la Prórroga. Según su valoración, a juzgar por la situación de la economía mundial y por los elevados niveles que presentan los mercados financieros, en el departamento de soluciones de inversión de Robeco están convencidos de que hemos alcanzado una fase muy avanzada del ciclo. “Lo mejor del partido ya ha pasado, pero el resultado no está decidido aún”, apunta.
La economía global sigue beneficiándose de un fuerte impulso positivo. No obstante, los analistas profesionales se muestran muy reacios a elevar sus previsiones para el año próximo, sobre todo para fuera de Estados Unidos, a causa del pesimismo actual en relación con las posibles tasas de crecimiento. Esto abre la puerta a sorpresas positivas en materia de crecimiento, que podrían dar un nuevo impulso a la actual subida de los mercados financieros. Existen multitud de signos claros de que nos estamos adentrando en las últimas fases del ciclo, con todos los riesgos que ello implica.
En primer lugar, China sigue siendo un factor imprevisible. Según apunta Robeco, la deuda del sector privado chino se ha elevado por encima del 220% del PIB, prácticamente el doble que hace diez años. “Probablemente, China tenga el récord de patadas hacia delante para no lidiar con los problemas, sin embargo, aunque todavía pueda añadir uno o dos años más a este récord, resulta evidente la proximidad de un punto de inflexión. Como se preveía, Xi Jinping ha logrado consolidar su base de poder, sin que se haya propuesto ningún sucesor evidente. Claramente, el crecimiento económico chino debe equilibrarse. Está por ver si en marzo se reducirán los objetivos”, explica la gestora.
Además, la calidad del mercado global de crédito ha ido empeorando progresivamente. En este sentido, la gestora destaca que la solvencia general está bajando y la financiación con condiciones laxas va en aumento, mientras que las llamadas «empresas zombis» —aquéllas cuya supervivencia depende de recibir cada vez más financiación— han ido proliferando paulatinamente. Todavía no hemos alcanzado niveles críticos, pero las perspectivas han empeorado notablemente, lo que implica que la relación riesgo/rentabilidad ha adoptado una clara inclinación hacia el lado del riesgo.
El continuado descenso de las tasas de desempleo en todo el mundo constituye otro factor más que viene a confirmar que nos encontramos en las fases más avanzadas del ciclo. Según explica Robeco, “la disminución del paro resulta positiva, pero, históricamente, la saturación de los mercados de trabajo no suele favorecer la estabilidad económica. Inevitablemente, los salarios tienden a subir, la economía empieza a sobrecalentarse, y los bancos centrales reaccionan. Por ahora, no se prevé casi ningún endurecimiento monetario el año próximo, lo que significa que los mercados de renta fija resultan vulnerables”.
En opinión de Léon Cornelissen, economista Jefe de Robeco, “2017 ha estado repleto de acontecimientos geopolíticos, con elecciones en los Países Bajos, Alemania y Francia, por citar sólo algunos. En 2018 se celebrarán menos comicios, pero las negociaciones sobre el Brexit continúan en la agenda. Esta saga continuará suponiendo un importante lastre para la economía, lo cual, combinado con los elevados niveles de deuda de China, las elecciones en Italia y el endurecimiento de la política monetaria, me hace pensar que nos espera otro año complicado.”
Por su parte Lukas Daalder, director de Robeco Investment Solutions señala que la prórroga de un partido puede resultar muy entretenida. “Pero, como norma general, cuanto más dure el partido mayor será el batacazo cuando comience la normalización. Si algo he aprendido a lo largo de los años es que los mercados financieros no se ajustan al escenario ‘preferido’. La dinámica del crecimiento aumenta, al igual que los beneficios empresariales, pero no se atisba incremento alguno de la inflación. Por ahora, no parece que los bancos centrales vayan a aguar la fiesta. Sí, claro, la deuda es muy elevada y el crédito es demasiado laxo, pero, mientras el sentimiento de los mercados financieros sea positivo, éstos pueden hacer caso omiso de todo ello con facilidad. Pero no olvidemos guardar un ojo puesto en el reloj”, concluye.