La compra de Popular por parte de Santander no tuvo ayer un efecto negativo en los mercados aunque hoy las aguas están algo más revueltas en la bolsa española. Con todo, Fabio Riccelli, gestor del FF Iberia Fund, es optimista y no cree que haya consecuencias extendidas en el sector financiero: “Los depositantes y tenedores de bonos junior están protegidos en la resolución, y la rápida acción del BCE ha reducido mucho el riesgo de que el temor se extienda a otros bancos”, asegura.
El hecho de que el Popular esté siendo comprado por una entidad privada también evita todo tipo de conversaciones difíciles en torno al rescate, lo cual explica la callada reacción del sector financiero de la periferia europea, al menos del lado de la renta variable, explica el gestor.
Eso sí, en el lado de la renta fija, advierte, “el hecho de que el AT1 y la deuda subordinada hayan sido básicamente eliminados aumentará el coste de la deuda para los jugadores más débiles de Italia y España”.
Según Riccelli, “la velocidad con la que el BCE ha actuado puede generar preocupación por los actores más débiles de la periferia europea porque, hasta ahora, muchos se han tomado su tiempo en reconocer pérdidas y reconstruir capital”. Pero para el sistema en su conjunto, defiende el gestor, el hecho de que el BCE haya presionado a los bancos de forma más agresiva durante el último año para que reconozcan las pérdidas puede tranquilizar los ánimos y reforzar la confianza en su capacidad de gestión de los prestamistas más problemáticos.
El gestor explica que lo ocurrido afecta al FF Iberia Fund de forma “muy limitada”, ya que no tienen Banco Popular en el fondo y tampoco se encuentra en el MSCI Iberia, su índice de referencia. “Santander no se mueve mucho, por lo que el impacto sobre el desempeño relativo debería ser limitado”, comenta.
Banco Popular estaba hasta ayer en el Ibex pero con un peso muy bajo (0,24%), por lo que tampoco debería haber un impacto significativo en dicho índice, explica Riccelli.