La Reserva Federal estadounidense se reúne hoy sin levantar demasiado revuelo en los mercados. Los expertos no esperan cambios en los tipos, después de que ya haya elevado las tasas dos veces este año, y vaticinan que dejará las dos subidas que restan de aquí a final de 2018 para septiembre y diciembre. Eso sí, la atención estará puesta en el posible impacto en el crecimiento y la inflación de la guerra comercial.
“No esperamos cambios en su política monetaria. El Libro Beige que sirve para preparar esta reunión confirmó que la economía americana sigue creciendo a buen ritmo, a la vez que alertó del potencial impacto inflacionista de los aranceles. Después de haber realizado dos subidas en lo que llevamos de año, es previsible que la tercera se produzca en la reunión del 26 de septiembre y la probabilidad de una cuarta en diciembre se sitúa en el 62%. El dot plot de la Fed apunta a cuatro en 2018 y tres en 2019”, recuerdan desde Renta 4.
“No esperamos fuegos artificiales de la Fed en su decisión sobre los tipos. Nuestra expectativa para 2018 sigue siendo la de un alza de 25 puntos básicos en la reunión de septiembre, seguida por una más en diciembre”, señala Adrian Hilton, responsable de Global Rates y Divisas en Columbia Threadneedle.
Según el experto, las declaraciones confirmarán un camino gradual de subidas, consistente con el testimonio del presidente Powell en el Congreso hace dos semanas. “La publicación del PIB del segundo trimestre el pasado viernes sugiere que el impulso en el consumo derivado de los estímulos fiscales este año fue significativo –aunque algo retrasado- y que probablemente convencerá al Comité de la Fed de que la expansión es lo suficientemente robusta como para mantener su camino de alzas”, añade.
Sin embargo, matiza, hasta ahora no hemos visto nada que sugiera que la reforma fiscal ha incrementado los niveles de inversión y crecimiento. “Esto significa que es poco probable que la Fed revise al alza sus estimaciones del nivel de tipos neutral. Sobre esa base, la política podría volverse restrictiva alrededor de la mitad del próximo año”, dice Hilton.
Bart Hordijk, analista de Monex Europe, destaca que el escenario de goldilocks en EE.UU., con un crecimiento más fuerte y una baja inflación, parece aún estar vivo y dispuesto a durar un poco más, algo positivo para la economía, que no parece dañarse aún por una mayor inflación derivada de tensiones económicas. Aunque los niveles del dólar sí justificarían mayores subidas de tipos, en la entidad no creen que la Fed mueva ficha por la divisa y señalan que ha tenido un impacto muy limitado en sus decisiones: aún esperan subidas en septiembre y diciembre.
“El camino de crecimiento está por encima de lo esperado hace un año, mientras la inflación ronda el 2%, el objetivo de la Fed. Como el objetivo es simétrico alrededor del 2%, una lectura del 2,1% o similar no cambiaría la política de la Fed a corto plazo. Por eso esperamos pocos cambios en la política de la Fed y aún apostamos por alzas en septiembre y diciembre”, defiende el experto.
¿Impacto de la guerra comercial?
Sobre el tema comercial, desde Columbia Threadneedle indican que hasta ahora la Fed se ha visto relajada sobre el potencial daño en el crecimiento derivado de una escalada de las tensiones comerciales. En la gestora, dice, vigilarán las pistas que podrían hacer de este tema algo más preocupante.
“Como esta es la primera reunión del Comité de Mercado Abierto desde que se implementaran las tarifas al acero y aluminio el pasado 6 de julio, la visión de la Fed sobre el potencial y posible impacto de una guerra comercial es clave”, añaden en Monex Europe.
Para Agnieszka Gehringer, analista senior del Flossbach von Storch Institute, “es probable que la política monetaria se vuelva más restrictiva a corto y medio plazo. Cuando la guerra comercial se cobre su peaje, esto se revertirá”, comenta, sobre el posible impacto de una guerra comercial en la política de la Fed tanto a corto como a largo plazo.
“Las guerras comerciales son juegos de suma negativa: ¿por qué debería ser diferente bajo el gobierno de Donald Trump? A medida que se den precios más altos, es probable que se generen presiones inflacionarias adicionales, antes de que la caída del comercio reduzca la actividad económica”, indica.