El Banco Central Europeo se reúne esta semana antes del parón veraniego y con el aniversario de la primera subida de tipos de interés recién cumplido. En estos doce meses, los tipos han pasado del 0% al 4% y puede que el proceso de normalización monetaria no haya terminado aún.
Rubén Segura-Cayuela, economista jefe de Bank of America para Europa, espera que el BCE suba el precio oficial del dinero en la reunión de julio en un cuarto de punto. Una decisión que no sorprenderá ya que “ha sido ampliamente telegrafiada”. Pero todo apunta a que no será una reunión aburrida, ya que la clave del encuentro estará “en lo que sepamos de cara a la reunión de septiembre”.
En este punto, admite que “con unas perspectivas que no han cambiado mucho desde la reunión de junio, no esperaríamos una orientación clara” por parte del consejo de Gobierno del BCE, que irían en la dirección de que “se haga aún más hincapié en la subida durante más tiempo, aunque es probable que tengamos que esperar a recibir orientaciones más claras al respecto”.
Eso sí, el experto maneja una hipótesis de base que apunta a que no haya subida en septiembre, “pero sigue siendo una decisión muy reñida, como refleja la reciente comunicación incluso de algunos de los halcones del BCE” e, incluso, no descarta que dadas sus previsiones de inflación “y unas perspectivas de crecimiento mucho más débiles”, junio de 2024 sigue siendo una fecha válida para el primer recorte.
Germán García Mellado, gestor de renta fija de A&G, lo tiene claro con respecto a la reunión del BCE de esta semana: “En cuanto a tipos, hay pocas dudas sobre la subida de 25 puntos básicos en la reunión de julio, lo que dejaría la facilidad de depósito de la eurozona en el 3,75%”.
Eso sí, pone el foco en el mensaje a futuro del organismo, ya que “tras los mensajes restrictivos en la última reunión de política monetaria en junio y en el foro de Sintra, se daba por descontada la subida adicional en septiembre, pero desde entonces hemos tenido eventos relevantes que hace que se generen ciertas dudas sobre la decisión en esa reunión”, como los síntomas de moderación en el mercado monetario o las declaraciones de unos de los miembros más hawkish del BCE, Klaas Knot, en las que dejó la puerta abierta a no realizar el incremento de tipos en septiembre.
Frederick Ducrozet, director análisis macroeconómico de Pictet WM, considera “poco probable” que el debilitamiento de indicadores de la actividad económica en la zona euro detenga el ajuste monetario, por lo que se inclina por otra subida de los tipos en julio por parte del equipo de Christine Lagarde. Ahora bien, el experto es consciente de que la inflación se ha desacelerado y otro movimiento al alza en septiembre “es menos cierto”.
A favor juega que la inflación subyacente sigue fuerte, pero una hipotética subida de tipos en septiembre “sería la última del ciclo” y, a partir de ahí, “el BCE se centrará en mantener los tipos de interés a ese nivel más tiempo”. La pausa será más o menos larga, ya que Ducrozet no espera ningún recorte “antes del segundo semestre de 2024”.
Annalisa Piazza, analista de renta fija de MFS Investment Management, por su parte, pone el foco en los programas de liquidez. Antes de la reunión, el organismo «tendrá ocasión de examinar la encuesta sobre préstamos bancarios del BCE del tercer trimestre y los datos de M3 de junio, que recientemente han apuntado a que el endurecimiento de las condiciones de financiación es la principal razón de la ralentización de los préstamos», señala la experta. Piazza recuerda que, a día de hoy, el endurecimiento de las condiciones de financiación «está afectando más a los hogares que a las empresas, pero una mayor cautela por parte de estas últimas aumenta el riesgo de un ritmo de crecimiento muy anémico en 2023-24» y añade que el gran reembolso de TLTRO en junio (alrededor de 500.000 millones de euros) es un elemento adicional de riesgo, «ya que las condiciones de liquidez de la zona euro cambiaron considerablemente, modificando el patrón de inversión». Además, los PMI preliminares de julio también se publicarán antes de la reunión del BCE y la Fed deliberará sobre sus decisiones políticas el 25 de julio. «En resumen, el Consejo de Gobierno del BCE tendrá mucha información que digerir antes de la reunión de este mes».
Precisamente, la reducción de la liquidez también es una prioridad para Karsten Junius, economista jefe en J. Safra Sarasin Sustainable AM, ya que prefiere «una reducción más rápida del balance a otra subida de tipos en ese momento», debido a que esta medida «mejoraría la transmisión de los tipos de interés oficiales a los tipos de depósito de los hogares y las empresas al reducir el exceso de liquidez».