Crecimiento, resiliencia y aterrizaje suave son las palabras que más hemos escuchado hasta ahora sobre cómo esperan las gestoras internacionales que se comporten las economías globales en 2025. A la hora de hablar de los factores que marcarán los mercados el próximo año, las firmas de inversión vuelven a coincidir en que el protagonismo estará en los bancos centrales, en el nuevos ciclo de tipos de interés, la inflación, el efecto de las políticas de Donal Trump y en el impacto de los riesgos geopolíticos. ¿En qué lugar dejan todas estas palabras a los mercados emergentes y las oportunidades de inversión que ofrecen?
Según indican desde Amundi, se espera que el crecimiento global se estabilice en el 3% en 2025 y 2026. Desde la gestora, consideran que el diferencial de crecimiento entre los mercados emergentes y los desarrollados también debería estabilizarse, con un crecimiento del 3,9% para los emergentes y del 1,6% para los desarrollados en los próximos dos años. “Esperamos que la economía estadounidense se desacelere ligeramente hacia un aterrizaje suave; que la recuperación de Europa hacia el crecimiento potencial sea modesta y progresiva, y que Asia siga siendo un importante motor del crecimiento, a pesar de la ralentización de China”, señalan.
En el escenario de fin de ciclo no convencional que apuntan desde Amundi, los mercados emergentes se mostrarán resilientes en general. Asia seguirá siendo uno de los principales motores del crecimiento global gracias al dominio de su cadena de suministro tecnológico, a las políticas gubernamentales de apoyo y a la creciente integración regional y resiliencia. Las perspectivas inflacionistas relativamente benignas favorecen unas políticas más favorables en la región. “Asia emergente ya se está orientado hacia objetivos más estratégicos, registra un crecimiento robusto y ha reforzado los lazos y la resistencia regionales. La India será un motor clave del crecimiento y China probablemente fomente la estabilización económica y la transformación estructural. Destacan India e Indonesia”, añaden.
Volatilidad: ¿sinónimo de oportunidades en emergentes?
Según explican desde Capital Ideas, en los mercados fuera de los Estados Unidos, las perspectivas son más divergentes. Algunos puntos destacados, como India, se espera que lideren el mundo, generando algunas de las tasas de crecimiento más rápidas. Según estimaciones del FMI, la economía de India debería crecer un 6.5% en 2025, impulsada por una fuerza laboral joven y en crecimiento. Además, consideran que India se está beneficiando de un cambio postpandemia en las cadenas de suministro globales, fortaleciendo su base manufacturera en teléfonos móviles, electrodomésticos y productos farmacéuticos, entre otros sectores”, afirman.
Sobre China señalan que el gobierno chino ha lanzado un programa de estímulo masivo diseñado para revertir la debilidad crónica en el mercado inmobiliario del país y la desaceleración de la producción industrial. “Las políticas orientadas al crecimiento en China incluyen recortes de tasas de interés, reducciones en las tasas hipotecarias y un paquete de ayuda recientemente anunciado de 14 billones de dólares para ayudar a los gobiernos locales a gestionar la creciente carga de la deuda. Mirando hacia adelante, hay incertidumbre sobre el papel de China en el comercio internacional, ya que la próxima administración Trump ha prometido aumentar los aranceles a las importaciones chinas”, afirma la gestora en su perspectivas para 2025.
Para Eastspring Investments, rama de gestión de activos de Prudential plc en Asia y firma especializada en inversiones en mercados asiáticos, los inversores en mercados emergentes tendrán que hacer frente a la imprevisibilidad y a periodos de volatilidad en los mercados.
“Aunque se espera un crecimiento global positivo en la primera mitad de 2025, la segunda mitad estará probablemente influenciada en gran medida por los acontecimientos en Estados Unidos y China. Se anticipan períodos de mayor volatilidad que coincidirán con cambios en las dinámicas del mercado, ofreciendo a los inversores globales oportunidades para diversificar sus carteras y capitalizar las tendencias en evolución”, apunta desde Eastspring acerca de su visión global,
Según su experiencia, los períodos de volatilidad en los mercados presentan oportunidades activas en acciones de Asia y mercados emergentes. “Factores de crecimiento a largo plazo, como el aumento del gasto en capital, la descarbonización y la diversificación de las cadenas de suministro, pueden conducir a mayores ganancias en estos mercados. Las reformas corporativas en curso deberían seguir fortaleciendo los balances en Asia, especialmente en Japón», afirma Vis Nayar, director de Inversiones de Eastspring Investments
En su opinión, un entorno económico global más volátil también sugiere que los inversores deberán adoptar un enfoque disciplinado para optimizar sus rendimientos ajustados al riesgo. Esto supone centrarse en los fundamentos, elegir los puntos de entrada adecuados y seleccionar acciones con motores visibles de crecimiento en ganancias serán clave en la construcción de carteras. “Estrategias defensivas, como la inversión en activos de baja volatilidad, multiactivos y generación de ingresos por dividendos, también ayudarán a mitigar los riesgos a la baja y contribuirán a rendimientos más estables”, afirma.
Asia, Latam y sus oportunidades de inversión
Teniendo en cuenta este marco general, toca hablar de oportunidades de inversión. En opinión de Amundi, los mercados emergentes deberían batir a los desarrollados. “A pesar del posible nuevo rumbo de EE.UU., los bonos de los mercados emergentes deberían beneficiarse de un contexto macroeconómico favorable y de la tendencia a la baja de los tipos de interés. En divisas fuertes (HC), preferimos el high yield al investment grade. En divisas locales nos centramos en aquella que ofrezca rendimientos reales atractivos. En Asia emergente, India e Indonesia ofrecen las mejores opciones a largo plazo y están más aisladas de potenciales subidas arancelarias”, afirman desde la gestora.
Para Eastspring Investments, dentro de los gigantes asiáticos y además de China, coincide en que India resulta especialmente atractiva. “La economía india presenta oportunidades estructurales a pesar de los desafíos cíclicos y la incertidumbre de ganancias a corto plazo. Las grandes empresas en los sectores de finanzas, telecomunicaciones y salud están relativamente mejor valoradas que sus pares de menor capitalización. Las reformas en curso, el aumento de la urbanización y los cambios en las cadenas de suministro deberían respaldar el crecimiento económico y de ganancias a largo plazo”, apuntan.
Además, consideran que no hay que olvidarse de Japón, cuyo rally de renta variable podría ampliarse en 2025, con mayores oportunidades en acciones de mediana y pequeña capitalización. “Estas acciones están bien posicionadas para beneficiarse de factores internos como el aumento de los salarios y el consumo. La mejora en la gobernanza corporativa también debería respaldar los precios de las acciones”, matizan.
En el caso de Asia emergente, la gestora pone en el foco a Malasia, Tailandia, Indonesia y Vietnam. Los cuatro países están sujetos a programas de estímulos y política públicas que buscar apoyar el crecimiento, lo que favorece a sectores como el financiero, el consumo discrecional, la tecnología de la información y el industrial.
“El programa de estímulo del nuevo gobierno impulsará las inversiones del sector privado, el empleo, los ingresos y el consumo, además de acelerar la transformación digital. Las acciones de hospitalidad, comercio minorista y aerolíneas se beneficiarán del aumento del ingreso disponible y la recuperación del turismo, mientras que el enfoque en infraestructura digital favorecerá a empresas de energía renovable y tecnología”, apunta Eastspring Investments en particular sobre Indonesia.
A la hora de hablar de América Latina, la gestora tiene claro que Brasil y México representan una gran oportunidad el próximo año. “Los cambios geopolíticos están diversificando las cadenas de suministro globales lejos de China, aumentando significativamente el valor añadido manufacturero en regiones como América Latina. La perspectiva de precios más altos de las materias primas y un posible candidato presidencial más favorable al mercado en 2026 ofrecen un potencial al alza para Brasil, mientras que el aumento de la inversión extranjera directa beneficiará a México”, concluyen desde Eastspring Investments.