No hay nada que pueda sustituir una empresa bien gestionada con fundamentos sólidos, que tenga un constante crecimiento de los beneficios y un equipo de gestión experimentado. Pero incluso los inversores en las empresas más rentables siempre están buscando añadir valor. Los dos métodos comúnmente más utilizados para reforzar el valor del accionista son los dividendos y los programas de recompra de acciones.
Thomas Boccellari, estratega de productos de renta fija en Invesco, recuerda que una empresa puede decidir la recompra de acciones por muchas razones. Por la confianza en el futuro financiero de la empresa, por devolver dinero en efectivo a los inversores de una manera fiscalmente eficiente (los accionistas suelen pagar impuestos sobre los dividendos) o simplemente para reducir el número de acciones en circulación. En algunos casos, la recompra de acciones tiene perfecto sentido económico, sobre todo cuando las acciones de una compañía cotizan con descuento.
Por estas mismas razones, los inversores podrían tener en cuenta las empresas con propensión a llevar a cabo programas de recompra de acciones. Una recompra acciones de la compañía, define el experto de Invesco, es como la reinversión de dividendos sin incurrir en impuestos.
“Hay que tener en cuenta también que los títulos de las empresas que recompran acciones tienden a hacerlo mejor que el resto del mercado y exhiben una volatilidad menor. De hecho, los estudios demuestran que los anuncios de recompra provocan históricamente un repunte medio del 3% en precio de las acciones, y que la rentabilidad media para inversores que mantienen los títulos más de cuatro años fue del 12%”, explica el estratega en su última entrada en el blog de la firma.
Boccellari basa su argumentación en el siguiente gráfico, que muestra la cantidad en dólares gastada en recompra de acciones por las empresas del S&P 500 desde 2004, así como la evolución del índice del NASDAQ US BuyBack Achieverscon respecto al S&P 500. La línea naranja indica que la subida del NASDAQ US BuyBack Achievers (índice de recompra) superó al S&P 500. Cuando la línea naranja cae, este índice evoluciona peor.
“Aunque rentabilidades pasadas no son garantía de resultados futuros, observamos que cuando la cifra en dólares de los programas de recompra de acciones aumenta, -línea púrpura-, las acciones de esas compañías superan el S&P 500 y viceversa”, dice.
Aunque la recompra de acciones ha sido durante mucho tiempo un medio popular para devolver efectivo a los accionistas en Estados Unidos, también están ganando adeptos a nivel internacional, sobre todo en Japón y Canadá.
“Invertir en empresas internacionales con un historial de recompra de acciones ofrece la ventaja añadida de la exposición y, en algunos casos, valoraciones más atractivas que las compañías con sede en Estados Unidos, aumentando así el valor para los accionistas”, dice.
La estrategia PowerShares International BuyBack Achievers sigue al índice NASDAQ International BuyBack Achieversy ofrece una exposición diversificada a las empresas internacionales que recompran sus propias acciones.