No hay duda de que ahora mismo en los mercados reina la renta variable y aunque lidera desde hace dos años la rentabilidad por clases de activos, las fuertes subidas que acumulan la mayor parte de los mercados plantean muchas dudas. Para Jeff Hochman, director de análisis técnico y miembro del grupo de Asignación de Activos de Fidelity, la primera de ellas es que las valoraciones que no viene acompañadas de crecimientos del Beneficio por Acción (BpA).
Europa parece haber entrado en una nueva fase en la que se beneficia del programa de relajación cuantitativa de 60.000 millones de euros mensuales del BCE, de la debilidad del euro y del abaratamiento del crudo. Sin embargo, la demanda sigue siendo frágil y la deflación no ha dejado de ser una amenaza importante.
“Ya hemos visto pruebas de que la renta variable europea (junto con la japonesa) está captando capitales a expensas de los fondos de renta variable estadounidense. Sin embargo, se calcula que todavía hay entre 4 y 5 billones de dólares aparcados en activos monetarios en Europa consiguiendo unos intereses mínimos. Esto significa una cantidad considerable de capital que busca inversiones atractivas con las valoraciones adecuadas”, cuenta Hochman.
Pero el panorama en Estados Unidos no es mejor, explica el experto de Fidelity. “Las consecuencias de la fortaleza del dólar para las empresas exportadoras podrían agravarse cuando la Reserva Federal estadounidense finalmente suba sus tipos de interés. Aunque el mercado alcista de los últimos siete años probablemente continúe, podríamos ver picos de volatilidad provocados por la política monetaria y la confianza del inversor”.
De hecho, los dos últimos trimestres de menores beneficios son para el la clave de que podría haber dificultades, ya que las empresas estadounidenses tienen por delante un doble desafío: la fortaleza del dólar y el posible cambio de política de la Fed a mitad de año, por lo que es poco probable que el mercado alcista de la bolsa estadounidense consiga otro año completo de ganancias sin algún tipo de movimiento de consolidación.
¿En qué fijarse entonces?
Jeff Hochman recomienda tener muy en cuenta el crecimiento del BpA, que a nivel global, que cree que sigue siendo esquivo. “El mercado lleva algún tiempo pronosticando el crecimiento del BPA, pero en realidad la revisión al alza de las valoraciones es la responsable de la mayor parte de la recuperación que desde hace 24 meses se desarrolla en casi todos los países, a excepción de Japón”, explica.
“La tendencia histórica indica que el descenso de la inflación se traduce en incrementos del PER. En el entorno actual de crecimiento entre bajo e inexistente, las valoraciones podrían convertirse en otro obstáculo”, afirma.
Otra de las claves de inversión para los próximos meses está, para el director de análisis técnico de Fidelity, en las small y midcaps a nivel mundial. “Los valores de pequeña y mediana capitalización de EE.UU. han vuelto a suscitar el interés de los inversores. Los pequeños valores estadounidenses han rebotado desde sus mínimos de octubre de 2014, lo que confirma que la tendencia alcista permanece intacta. Los pequeños valores británicos también han empezado a destacar. En China estamos viendo cómo se acumulan señales de que los valores de pequeña y muy pequeña capitalización están superando a las grandes empresas estatales”.