¿Aterrizaje económico suave o forzado? ¿Han llegado a su fin las alzas de tipos? ¿Renta fija o renta variable para 2024? Cuatro gestoras internacionales dieron respuesta a estas preguntas, entre otras, en el evento MIND, que se celebró recientemente en Madrid, durante un panel moderado por Elena Santiso, directora Comercial y de Negocio de Funds Society.
Marco Giordano, Investment Director de Wellington Management, espera, para 2024, que continúe la desaceleración económica global de 2023, pero también que las economías muestran resiliencia, por lo que “estaremos ante recesiones técnicas, que no serán lo suficientemente profundas como para causar una fuerte caída del desempleo”. El experto puntualiza que será un desafío volver a los objetivos de inflación del 2% de los bancos centrales, entre otros motivos por el constante cambio en las previsiones, acerca de si ocurrirá un aterrizaje suave o forzoso de la economía. “Por el momento los mercados cotizan una bajada de tipos a mediados del año que viene, y yo creo que así va a suceder, pero la cuestión será si van a poder controlar la inflación sin nuevas subidas de tipos”, asegura.
En este ambiente, Olaf van den Heuvel, Global head of multi-asset & solutions de AEGON AM, admite que es difícil saber si el activo estrella del año que viene será la renta fija o la renta variable. Espera un aterrizaje suave de la economía y una recesión técnica, además de que los tipos de interés suban mucho más. Lo que, en realidad, “se trata de un entorno positivo”. Si bien es cierto que el estratega considera que la renta variable está bien valorada a tenor del contexto actual de tipos de interés, admite que hay riesgo de aumento del desempleo, por lo que “unas perspectivas de rentabilidad de la renta variable que ronden el 7%, con una demografía desfavorable, lo consideramos positivo”. En renta fija, los rendimientos puede que sean mayores que en renta variable, con el riesgo en un hipotético repunte de la inflación: el investment grade europeo es atractivo, así como los ABS y el high yield europeos, según el experto.
Van den Heuvel considera lógico que los inversores, como ha sucedido en España, se hayan decantado por la renta fija gubernamental de corto plazo, pero también observa que ahora hay mejores formas de posicionarse en renta fija. Por ejemplo con ABS, que es un producto flotante, que te permite estar cubierto en el caso de que no se haya producido el pico en tipos de interés.
Giordano, por su parte, considera que los gobiernos han sido inteligentes utilizando a los inversores minoristas con deuda atractiva para financiar el aumento del gasto, una vez que el BCE ha dejado de comprar deuda de la forma en la que lo hacían. Ahora, para un inversor europeo, el coste de estar en renta fija global es inferior al de otros tiempos, según el experto, y le aporta menos volatilidad a las carteras. “La renta fija global es muy atractiva y en Wellington tenemos estrategias diferentes en función del riesgo de duración. El espectro de oportunidades en renta fija es muy amplio, siempre teniendo en cuenta el perfil de riesgo del inversor: en high yield europeo se pueden encontrar rentabilidades similares a la renta variable, con mayor protección para el inversor”, afirma.
Las perspectivas de Estados Unidos corrieron a cargo de Julian Cook, Portfolio Specialist, Equity Division en T. Rowe Price. El experto observa signos en Estados Unidos que apuntan a que la desinflación está avanzada, aunque apunta a los precios de la energía como el principal riesgo para este proceso desinflacionario. Por lo tanto, considera que “estamos cerca del pico de tipos de interés de la Reserva Federal”. Al experto le sorprendería ver un consumo resiliente, habida cuenta de la fuerte subida de los tipos por parte de la Fed. Por tanto, quizás haya un punto de inflexión en el consumo que conlleve una posible recesión, “pero no estamos seguros”. Eso sí, de producirse, será “modesta”.
El estratega también dio ideas de inversión en el mercado americano. Tras refrendar que los denominados Siete Magníficos han tenido una notable influencia en el desempeño de la bolsa americana este año, también señala que hay ideas ajenas a estos grandes valores tecnológicos que general alfa para las carteras, y que son valores americanos disruptores, como Eli Lilly, con sus medicamentos contra la diabetes.
China no podía quedar fuera de las previsiones de los estrategas. James Cook, Investment Director, Global Emerging Markets de Federated Hermes, se encargó de ello. Desgranó que hay desafíos en el sector inmobiliario del país, que afectan considerablemente al consumidor local así como en el ámbito de la inversión. “Hay riesgo en China, aunque ahora se han reducido”, aseguró tras explicar que el Gobierno chino ha puesto estímulos fiscales y monetarios para ayudar a los inversores privados, “lo que ha traído una cierta seguridad”. Busca oportunidades para invertir en empresas atractivas, pero también admite que lo que más le quita el sueño es el riesgo geopolítico entre China y Estados Unidos. “La última reunión entre los presidentes de ambos países ha sido muy exitosa. Podríamos decir, la más exitosa en la Administración Biden”, asegura Cook.
En este punto, el estratega admite que China está en transición, pero también que no ha resuelto problemas inmobiliarios. El país está viviendo un giro de la economía hacia la producción de calidad, con costes inferiores. La parte positiva es que contribuirá a la desinflación global al exportar deflación y a generar una mayor competencia a nivel global. A favor también juega la previsión de que la Fed baje los tipos ya que debilitará el dólar y eso “es bueno para Asia”.
En la región, Cook suele encontrar oportunidades en mercados poco usuales. Por ejemplo, ve “súper atractivo” el sector tecnológico en Corea, con Samsung como una de las ideas a tener en cuenta. En China, hay buenas valoraciones, que no se observaban en estos niveles desde hace tiempo. India le gusta, pero las valoraciones son elevadas, por lo que decidió salir de este mercado.