El pasado 19 de noviembre, en una nueva edición del Virtual Investment Summit, organizado por MFS Investment Management y Ninety One, junto con Funds Society, las gestoras hablaron de cómo construir carteras resilientes en un entorno gobernado por la incertidumbre. En esta ocasión, por parte de MFS IM, el evento contó con la presencia de José Corena, Managing Director de Norte América, América Central y Caribe, y de Brad Rutan, Managing Director y especialista de producto de renta fija. Juntos explicaron cuáles son los vientos de cambio que afectan al universo de inversión de la renta fija. Mientras que, por el lado de Ninety One, participaron Richard Garland, Managing Director, y Charlie Dutton, Portfolio Manager, que se enfocaron en las carteras de renta variable de calidad.
Lejos de sentirse competidores, ambas gestoras se identificaron más como colaboradores que proporcionan a los inversores las herramientas a través de las cuales generar un alfa consistente para que puedan cumplir con sus objetivos de inversión.
MFS Investment Management
Hace casi un siglo, MFS Investment Management fue creada con el propósito de ofrecer una gestión activa responsable. Así, José Corena explicó que, desde entonces, la misión de MFS IM es conseguir un crecimiento en la inversión a partir de una asignación responsable del capital en cada una de las distintas clases de activos. Este objetivo también tiene en cuenta la creación de valor en el largo plazo, a partir de una integración responsable de los factores de sostenibilidad.
Renta fija y la estrategia MFS Meridian Funds Global Opportunistic Bond
El desafío al que se enfrenta la renta fija no es nuevo, pues ya existía antes de la llegada de la crisis del COVID-19. En los últimos años, los inversores han tenido que elegir entre mantener un nivel de riesgo similar con un nivel de rendimiento muy inferior a la media histórica o tener una posición de menor calidad en sus carteras y un mayor nivel de riesgo para conseguir un determinado nivel de rentabilidad. Con la llegada de la pandemia, este problema se ha acentuado aún más. Según explicó Brad Rutan, los inversores se enfrentan ahora a cuatro vientos de cambio que van a modelar el entorno en los mercados financieros. Estos vientos no pueden ser contenidos, pero sí pueden ser comprendidos y utilizados en beneficio de los inversores.
El primero de los vientos, el viento huracanado, agrupa las respuestas monetarias y fiscales sin precedentes implementadas por bancos centrales y gobiernos. Como porcentaje del PIB y en comparación con la crisis financiera global, las ayudas se han duplicado en Estados Unidos. En otros países, estas ayudas se han triplicado y cuadruplicado. Se trata, en la opinión de Rutan, del mayor experimento fiscal y monetario en la historia de la humanidad. La única economía que ha tenido una respuesta monetaria y fiscal menor a la de la crisis financiera global ha sido China. La principal razón es que la liquidez inyectada en la anterior crisis creó una burbuja en los mercados de deuda e inmobiliario chinos, por lo que se han mostrado muy reticentes a replicar ese comportamiento.
Sin embargo, Rutan destaca que por el momento son solo promesas. En el caso de la Reserva Federal, las ayudas anunciadas superan el volumen de compras que la entidad está autorizada a comprar. En este caso, el efecto del anuncio ha pesado más en la recuperación de la liquidez en los mercados que el hecho de que finalmente se complete el programa.
El segundo de los vientos, las ondas a sotavento -los vientos que forman un temporal en las laderas descendentes de las montañas-, engloba las emisiones masivas de crédito que las empresas han realizado en los últimos 25 años, triplicando la cantidad de deuda emitida y alcanzando cifras récord. Por eso en MFS hacen hincapié en que los inversores deben ser muy selectivos con las posiciones que mantienen en cartera o pueden verse afectados, especialmente en los segmentos de la deuda con menor calificación. Por ejemplo, en los últimos doce meses, la tasa de recuperación media en los bonos high yield ha bajado de 46 centavos por dólar a un mínimo de 15 centavos por dólar.
El tercero de los vientos, la cizalladura o cortante de viento -un cambio de dirección o velocidad repentino entre dos puntos de la atmósfera, incluye los posibles cambios que tras la victoria de Biden en las elecciones presidenciales puedan darse en los mercados. El programa de promesas electorales de Biden es especialmente inflacionario, pero la historia ha demostrado que estas promesas no suelen cumplirse, alrededor del 61% del contenido del discurso del estado de la Unión -discurso que da el presidente de Estados Unidos al Congreso para procesar sus propuestas legislativas- no llega a procesarse, por lo que las políticas anunciadas en campaña no deberían preocupar tanto.
El cuarto viento, los vientos alisios -vientos que se generan alrededor de la línea del ecuador y que permitieron a los marineros de Europa llegar al Nuevo Mundo, ahora trae tendencias de desglobalización. Desde la década de los 50, la globalización ha incrementado el volumen de comercio mundial y ha disminuido el porcentaje de la población que vive en la pobreza, ¿entones porque hay un movimiento generalizado contra la globalización? Mientras que las poblaciones de América Latina y Asia han visto crecer sus ingresos medios y los dueños de las empresas se han beneficiado enormemente de la expansión de la globalización, las clases medias estadounidense y europeas han visto disminuir su nivel de ingresos. A medida que estas clases medias occidentales se han visto perjudicadas por la globalización, han apoyado movimientos populistas y nacionalistas, incrementando el número de conflictos políticos a nivel global. En el caso de que la desglobalización se materialice, propiciaría una mayor dispersión entre los retornos de las regiones y crearía un entorno ideal para la gestión activa.
Estos vientos pueden ser utilizados en beneficio de los inversores con vehículos de gestión activa. Como ejemplo, Brad Rutan mencionó la estrategia MFS Meridian Funds Global Opportunistic Bond, que en periodos de 5 a 7 años puede llegar a generar un alfa del 2% neto de comisiones.
Ninety One
En marzo de este año, Ninety One, gestora anteriormente conocida como Investec Asset Management se separó del grupo Investec. Ahora, Ninety One es una gestora independiente que cotiza en las bolsas de Londres y Johannesburgo y en las que, según comentó Richard Garland, un 21% de las acciones de la empresa están en manos de los empleados de Ninety One, por lo que los intereses de la gestora están alineados totalmente con los de los inversores.
Ninety One, que nació en Sudáfrica hace 30 años, gestiona activos por un valor aproximado de 150.000 millones de dólares, con un fuerte crecimiento en los equipos de renta variable y mercados emergentes.
Renta variable de calidad y la estrategia Global Franchise
Hace casi 15 años, Clyde Roussow lanzó la estrategia Global Franchise, la primera estrategia enfocada en acciones de calidad de Ninety One. Sin embargo, en la actualidad el equipo Quality de Ninety One es una plataforma global que cuenta con gestores en Ciudad del Cabo, Londres y Nueva York. El equipo Quality gestiona las estrategias Global Franchise, Global Quality Equity Income, American Franchise, UK Alpha y Asia Pacific Franchise.
En la actualidad, los inversores se enfrentan a un alto nivel de incertidumbre, factores como el impacto de la disrupción tecnológica, el cambio climático y el riesgo geopolítico están afectando el rumbo de la economía. En la opinión de Charles Dutton, esta incertidumbre probablemente se extienda en 2021, por lo que es probable que la volatilidad permanezca.
En ese sentido, la estrategia Global Franchise está enfocada en las características de las empresas, buscando fundamentalmente cuatro aspectos: que tengan unas ventajas duraderas que se derivan de activos intangibles, como marcas, propiedad intelectual, efectos de redes de distribución, que tengan una posición dominante dentro de una industria de crecimiento estable, que tengan unos balances contables saludables y una menor intensidad de capital, y una generación de flujos de efectivo sostenible junto con una asignación efectiva del capital. El resultado, es una estrategia de convicción – entre 25 y 25 acciones en cartera- con una menor sensibilidad al ciclo económico y del mercado, que permite a los inversores tener más certidumbre en un mundo incierto.
En el equipo Quality de Ninety One evitan aquellas empresas que tienen un alto nivel de apalancamiento. Esto se traduce en empresas con una posición neta de efectivo en sus balances. Pero, según indicó Charles Dutton, también es necesario que ese efectivo se reinvierta en proyectos con unas altas tasas de rendimiento del capital invertido (ROIC). Otro punto importante para destacar es que las empresas que forman parte de la cartera Global Franchise invierten alrededor de 4 veces más en investigación y desarrollo que la media de las acciones que componen el índice MSCI ACWI. Esto a su vez, fortalece las ventajas competitivas de estos negocios.
En términos de posicionamiento, a primera vista, la cartera podría parecer que está dominada por acciones europeas y estadounidenses, en el sentido que estas empresas cotizan en las bolsas de estas regiones. Sin embargo, la exposición de los beneficios es global, en particular si se tiene en cuenta el crecimiento de Asia, América Latina y otros mercados emergentes. En general, el gobierno corporativo de estas empresas norteamericanas y europeas suele ser más favorable para los accionistas que el de la región de Asia emergente. Si bien es cierto que se ha visto una mejora considerable en este espacio, por el momento, en Ninety One prefieren proteger a los accionistas con este enfoque.
En lo relativo a sectores, la estrategia se enfoca en consumo, tecnología de la información y sector salud. La cartera evita las posiciones en bancos, para centrarse en empresas de servicios financieros, por ejemplo, VISA o Mastercard, con unos balances y perspectivas de crecimiento muy diferentes de la banca tradicional.
En los últimos años, el consumo básico, que anteriormente ocupaba un lugar destacado en la cartera, ha sido sustituido por acciones en tecnología de la información, adaptándose al nivel de disrupción tecnológica experimentado por el mercado. Sin embargo, las acciones FAANG no forman parte de la cartera, pues muchas de estas empresas no cumplen con las características financieras que busca la cartera. Por el contrario, la cartera se enfoca en empresas nicho dentro del sector tecnológico como empresas productoras de semiconductores y dueñas de dominio web.
La estrategia Asia-Pacific Franchise
A pesar de que Asia es un mercado altamente cíclico en naturaleza, es posible abordar un enfoque de inversión independiente a los ciclos de mercados. Hace una década, esto no era posible. Pero ahora se pueden comprar acciones con exposición al crecimiento estructural de Asia, que seguirán creciendo a lo largo del ciclo.
Algunos temas claves dentro del universo de calidad asiático son la expansión del consumidor emergente en Asia -con el consumo de marcas locales y la expansión de marcas internacionales como Colgate, Unilever o Nestlé con cotización en mercados locales como India, Malasia e Indonesia. También tienen en cuenta aquellas empresas locales que están mejorando su posicionamiento global. Empresas como Samsung o TMSC que dominan ahora sus respectivos sectores, con unas características defensivas muy fuertes.
La economía china lleva años invirtiendo en investigación y desarrollo. Este año su gasto en I+D superará a Estados Unidos en términos acumulativos. En consecuencia, China está consiguiendo empresas de primera clase que son competitivas a nivel mundial como, por ejemplo, Tencent, Alibaba y Baidu, empresas que consiguen buenos resultados independientemente del ciclo.
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