Ya huele a fin de año y toca hacer balance. Para Jenna Barnard, codirectora de Renta Fija Estratégica en Janus Henderson Investors, este año deja numerosas lecciones y aparecen nuevos temas clave para el próximo, como es la continuación de la divergencia y las disrupciones que se dan en el mercado.
A la hora de poner nombre a esas lecciones aprendidas, Barnard destaca que 2017 ha sido el ejemplo perfecto del fracaso del pensamiento del consenso sobre bonos. “Todo el mundo empezó el año, en enero, esperando unas rentabilidades más elevadas de los bonos del Estado, creyendo que habría un cambio de régimen hacia un mayor crecimiento y una inflación más elevada en la economía estadounidense, y nuevamente estas expectativas no se cumplieron. La inflación alcanzó su máximo en febrero –inflación estadounidense–, y se desplomó después, y no hemos observado señales de inflación de los salarios en ninguna economía de mercado desarrollado con un bajo desempleo”, explica.
En base a la experiencia de 2017, Barnard y su compañero John Pattullo, codirector de Estrategia de Renta Fija en Janus Henderson Investors, han hecho un análisis sobre cuántas veces ha fracasado el consenso en lo que respecta a las rentabilidades de los bonos del Estado y calcula que en los 26 años, 24 de ellos el consenso había pronosticado unas rentabilidades de los bonos del Estado más elevadas –entabilidades de bonos del Tesoro estadounidense a 10 años, Philadelphia Fed Survey of Professional Forecasters, junio de 2017–.
“Solo dos años se pronosticó una rentabilidad menor. Y creo que es algo endémico a nuestro sector y que explica el rendimiento inferior de muchas áreas de la gestión activa de fondos. En realidad es un pronóstico bastante fallido año tras año tras año, y que no se revisa”, matiza Barnard.
Temas clave para 2018
Con la vista puesta en los próximos doce meses, Barnard considera que el principal para los mercados de crédito hoy y en el futuro será la divergencia y las disrupciones. “Hemos visto enormes disrupciones en el sector, lo que causa problemas para ciertos bonos corporativos en nuestro mercado. La tecnología es obviamente una gran fuente de disrupción y lo observamos en el sector minorista de forma más obvia. Pero también vemos el ejemplo del sector cervecero en Estados Unidos, con disrupciones por el aumento del cánnabis como alternativa, y obviamente las pequeñas cerveceras artesanas. Así que nos da la impresión de que realmente nos estamos quedando fuera de muchos sectores en los que tradicionalmente habríamos invertido porque se están volviendo muy impredecibles para nosotros y hay una falta de crecimiento bruto”, explica.
Como resultado, afirma que las valoraciones de la renta variable están empezando a verse perjudicadas. “Creo que la disrupción, la divergencia, y siendo realmente estrictos en términos de a quién prestamos dinero, es el tema principal para nosotros; y se está poniendo más difícil”, matiza.
Como es lógico, 2018 también supondrá nuevos riesgos y oportunidades. En el lado de los riesgos, destaca la inflación salarial, que afectará a toda clase de activos de bonos. Según explica, “si vemos señales de que este bajo desempleo que vemos en Reino Unido, EE. UU., Alemania y Japón se traduce en inflación salarial, entonces los bancos centrales vuelven a entrar en juego y veremos subidas de los tipos de interés mucho más rápidas. Pero hasta ahora no lo vemos. La curva de Phillips está completamente estropeada. La economía como disciplina se encuentra verdaderamente en entredicho, en el mundo real, pero si entrase en juego en 2018, ese sería el riesgo principal, como he dicho, para todos los mercados de bonos”.
Por último, en el lado de las oportunidades, cree que la mejor opción serán los bonos del Estado, como por ejemplo los de Australia. “Es una economía muy interesante, muy divergente. Así que nos gustan los bonos del Estado de ese mercado y en Estados Unidos, en realidad; percibimos la economía de allí en una fase bastante avanzada del ciclo. Así que en realidad buscamos oportunidades de compra en bonos del Estado y mercados de crédito. Vamos a mantener esta disciplina y creo que seguiremos reduciendo el crédito más arriesgado en las carteras”, concluye.