En los últimos 10 años, no se ha visto una oportunidad de inversión tan atractiva como la que muestra la renta fija estadounidense de alta calidad y corto vencimiento. Según apunta Alex Mackey, gestor de renta fija de MFS Investment Management, la forma de la curva de rendimientos de los bonos corporativos con grado de inversión ha cambiado drásticamente desde el comienzo de la normalización monetaria.
“Hemos visto una aceleración del aplanamiento de la curva de rendimiento de los bonos corporativos después de que la Fed se comprometió e inició su ciclo de subida de tipos, que comenzó en diciembre de 2015. Hoy en día, la compensación que se recibe al invertir en los bonos con vencimiento a dos años de grado de inversión es significativamente superior a la compensación de invertir en los bonos de 10 años. El inversor que esté considerando salir de ese espectro de vencimientos está recibiendo un rendimiento substancialmente menor al que recibía hace una década. Con el aplanamiento de la curva de rendimientos, la parte corta se ha elevado más que la parte larga de la curva”, explica el gestor.
Por su parte, Phil Burgener, también gestor de renta fija en MFS Investment Management, argumenta que existen un par de dinámicas que están afectando a la curva. “Por un lado, la Reserva Federal comenzó a subir los tipos a corto plazo a finales de 2015, y esto ha impactado la parte corta de la curva de rendimientos de los bonos del Tesoro. Por lo tanto, hemos visto un giro en las tasas de interés del Tesoro, con la tasa de fondos federales alcanzando niveles de entre 150 y 175 puntos, esto ha afectado a la parte de la curva con vencimiento a dos años y se ha desplazado hacia arriba. Pero, además de esta dinámica, también hemos visto que los diferenciales de la deuda corporativa también se han aplanado. Por lo que el ingreso incremental que se gana al invertir en bonos corporativos a 10 años frente a los bonos a 2 años ha bajado significativamente también”.
Según Mackey, lo que sucedió realmente fue un aplanamiento de la curva del Tesoro, que derivó en un aplanamiento en la curva corporativa. “Si se tiene en cuenta el entorno de diferenciales, de forma agregada, la deuda corporativa de grado de inversión se encuentra en niveles históricamente comprimidos. Por lo que la curva de interés se ha aplanado considerablemente y el diferencial de la curva en sí mismo se encuentra en niveles relativamente bajos”.
En la opinión de Burgener, es muy probable que la Fed continúe subiendo tasas para seguir con la línea de política monetaria y sus normas históricas. “No es una cuestión de saber si seguirá subiendo tipos, es una cuestión de cuantas más subidas de tasas vamos a ver”, detalla.
“En un entorno como este, un inversor debería tener en cuenta que si invierte en bonos de menor vencimiento estos van a ser, por lo general, una menor sensibilidad a los movimientos en las tasas de interés que las inversiones a largo plazo en renta fija. Si se examina el punto de equilibrio o el colchón de margen que tienen los rendimientos de los bonos para resistir unas mayores tasas de interés, la parte de la curva de los bonos con vencimiento a dos años muestra los mayores puntos de equilibrio que se han visto en los últimos cinco años. Un caso de inversión que se ve muy convincente. Mientras que, si se examina el espectro de deuda con mayor vencimiento, a cinco o diez años, se puede ver que los puntos de equilibrio son mucho menores. Por lo que la parte a dos años de la curva es capaz de soportar nuevas subidas de tipos de interés por parte de la Fed”, añade Burgener.
El cambio en los puntos de equilibrio ha sido más dramático en los bonos con vencimiento a dos años, siendo éstos los puntos a los que los rendimientos tendrían que subir antes de que hipotéticamente un inversor comience a perder dinero. “Ese tipo de rendimiento se está viendo más en la parte corta de la curva, con mayores puntos de equilibrio. La gestión activa es por lo tanto crítica en el mercado actual de crédito, conforme los inversores deberían considerar optimizar el rendimiento en un entorno con condiciones monetarias más restrictivas, cambiando el crédito y la curva de rendimiento por un aumento en el conjunto de la volatilidad”, concluye Brad Rutan, especialista de producto en MFS Investment Management.