El renminbi ha estado en un camino de depreciación bastante constante frente al índice del China Foreign Exchange Trade System (CFETS), es decir, la canasta de monedas de los socios comerciales que Pekín implementó en diciembre de 2015, con cierta volatilidad en torno a grandes cambios en el índice spot del dólar estadounidense (DXY).
Inicialmente, el renminbi se fortaleció frente al dólar debido a que la divisa estadounidense se debilitó de forma general en la primera mitad de 2016. Sin embargo, el renminbi se debilitó frente a la canasta CFETS, un escenario “ricitos de oro” que ayudó a China a contener la salida de capitales, ya que los inversores se rindieron en su visión a largo plazo en el dólar.
China también se ha beneficiado del inesperado voto de Reino Unido de abandonar la Unión Europea. El shock de mercado que acompañó al resultado del 24 de junio, permitió a Pekín debilitar el renminbi frente a la canasta CFETS sin causar pánico en el mercado, como había sucedido en devaluaciones anteriores. El Banco Popular de China decidió manejar la cotización del renminbi «con referencia a una canasta», pero no se ha mantenido estable, en su lugar, ha permitido a la moneda depreciarse de forma constante.
«Hemos visto el ritmo de depreciación, que a veces ha sido de hasta un 20% anual», dice Mark Evans analista del equipo de renta fija de los mercados emergentes de Investec, “pero sería difícil esperar que el ritmo de depreciación avance sin desencadenar mayor presión de las salidas de capital. Creemos que la depreciación de alrededor del 8% es la correcta a largo plazo. «Aunque es probable que haya cierta volatilidad, esperamos que el tipo de cambio sea estable a corto plazo antes de la inclusión del renminbi en la cesta de Derechos especiales de Giro (SDR por sus siglas en inglés), que confiere efectivamente la condición de moneda de reserva mundial”, explica el gestor.
Un aspecto importante de la integración de China en la economía mundial es la internacionalización del renminbi. Este objetivo avanzó en diciembre del año pasado, cuando el FMI acordó incluir la moneda china en su cesta de Derechos Especiales de Giro. Sin embargo, se cuestionó si el renminbi cumplía todos los criterios. Se espera que la inclusión de la moneda en la cesta del SDR del FMI aliente a China a liberalizar totalmente el renminbi en 2020. Pero en la práctica, Investec afirma que parece que haya ocurrido lo contrario. La parte renminbi de pagos a través de SWIFT ha caído en el último año de un máximo de 2,79% en agosto de 2015 a un 1,96% a finales de junio de 2016.
Sorprendidos por la volatilidad y debilidad vista durante el último año, los inversores y las empresas han reducido los depósitos en renminbi en bancos en Hong Kong, Taiwán y Corea del Sur en el último año. Mientras que las entradas de capital, que indican voluntad de mantener activos chinos, también han caído un 38% durante el mismo período.
La impredecible adopción de medidas por parte de Pekín del pasado año más o menos –intervención del Estado en los mercados de valores y las devaluaciones monetarias súbitas– también han tenido su papel. «Esperamos una mayor claridad en las políticas una vez que conocemos la identidad de las máximas autoridades después de la transición en el liderazgo que revelará el Comité Permanente del Politburó el próximo año», afirma Wilfred Wee, portfolio manager en el equipo de renta fija de los mercados emergentes de Investec.