Siempre resulta dificil realizar previsiones financieras, pero los expertos de Threadneedle resumen, en su último informe de renta fija, la rentabilidad potencial de este activo para 2015 en función de tres posibles contextos de mercado: una recesión de la zona euro, un crecimiento mundial lento y una recuperación suficientemente rápida para generar inflación. El escenario base de la firma inglesa es que el segundo. Cree David Oliphant, director de crédito con calificación investment grade de Threadneedle, que lo que vamos a vivir principalmente en los próximos meses es una etapa de crecimiento lento. En cuanto a la deuda pública, será complicado apreciar una rentabilidad sustancialmente positiva, a menos que la zona euro vuelva a caer en la recesión, explica.
En cuanto a los títulos con calificación investment grade, cabría esperar una contracción de los diferenciales en un entorno marcado también por un crecimiento lento. No obstante, en un escenario en el que se recupere la inflación, la rentabilidad total en los títulos con calificación investment grade se vería afectada por el aumento de los rendimientos de la deuda pública, debido a la mayor duración que caracteriza a esta clase de activos. Cabría esperar que los mercados de alto rendimiento y emergentes brinden una mejor rentabilidad en los escenarios de crecimiento lento y de resurgimiento de la inflación. Estos resultados tan divergentes dejan entrever las ventajas de seguir un enfoque activo en los mercados de renta fija.
Margen muy limitado para más rentabilidades significativas en algunos mercados de deuda pública
“Los rendimientos de la deuda pública llevan retrocediendo desde los inicios de la década de los 80 en el Reino Unido, Estados Unidos y Alemania por lo que el potencial alcista de algunos mercados se halla muy limitado en el contexto histórico”, afirma el experto de la firma británica. La rentabilidad de la deuda pública alemana ha registrado recientemente mínimos históricos y Oliphant pone como ejemplo la deuda a cinco años que ofrece unos rendimientos prácticamente nulos. Algo que también sucede en la deuda japonesa. Sin embargo, recuerda que hay cosas aún peores que unos rendimientos casi plano: el de la deuda Suiza, que es negativo.
“Tan solo la deuda estadounidense y la británica cuentan con un potencial alcista. Sin embargo, los temores suscitados por las perspectivas económicas de Europa no son la única causa que está arrastrando los rendimientos a la baja. La caída de la inflación también está ejerciendo presión, y por tanto, los inversores están dispuestos a recibir una rentabilidad real menor por sus inversiones en los activos conocidos como «libres de riesgo»”, afirma.
La deuda de mercados emergentes no es, ni mucho menos, monolítica
La disparidad de las rentabilidades económicas, la geopolítica, así como el impacto del abaratamiento del petróleo y de las materias primas constituyen los principales factores influyentes que explican las acusadas variaciones de la rentabilidad registradas en la deuda de los mercados emergentes. En un repaso por lo que está sucediendo en la renta fija de estos países, el director de crédito con calificación investment grade de Threadneedle recuerda que “naciones como Ucrania, que se ha visto mermada por la inestabilidad geopolítica y la desaceleración económica, y Venezuela, que cuenta con una elevada exposición al abaratamiento del petróleo, obtuvieron unos pobres resultados en la segunda mitad de 2014, si bien Turquía e Indonesia experimentaron un buen comportamiento gracias a un entorno mucho más favorable. Esta divergencia entre países beneficiados y perjudicados supone una oportunidad para la gestión activa”.
Deuda corporativa y de alto rendimiento
Por último, Oliphant cree que existe una preocupación en torno al hecho de que los diferenciales de deuda corporativa se hayan contraído hasta unos niveles que podrían desencadenar una crisis lo bastante severa para destruir varios años de beneficios acumulados. “En el gráfico enumeramos algunos de los principales indicadores que pueden predecir una corrección importante e inminente de los diferenciales crediticios. Como puede apreciarse por las banderas de colores, no creemos que el final de ciclo crediticio sea inminente. Asimismo, la única bandera roja que hemos identificado (volatilidad anormalmente reducida) puede permanecer un periodo más dilatado”, explica.