Los efectos de la última crisis financiera han sido brutales, tanto para el sector bancario como para el asegurador. Los inversores tienden a fijarse en los aspectos negativos, como los mayores requerimientos de capital que presionan a la baja los márgenes de la banca, “pero la regulación también ofrece oportunidades”, según explica Patrick Lemmens, portfolio manager de la estrategia New World Financial Equities de Robeco, galardonada con el premio Lipper el 31 de marzo por la fortaleza de sus rendimientos.
Los mayores requerimientos de capital encarecen los servicios de bancos y aseguradoras
Los bancos responden a los mayores requerimientos de capital encareciendo lo que cobran por sus servicios, comenta Lemmens.
Basilea III, el nuevo entorno regulatorio para el sector, es responsable de estos mayores requerimientos de capital. El sistema aumenta los baremos de capital y de liquidez, al tiempo que exige reducir el apalancamiento financiero.
«Esto ayuda a los bancos a mejorar su retorno sobre el capital para mantener el acceso a los mercados internacionales de capitales. No hay muchas opciones alternativas para mejorar la rentabilidad. Reducir costes es más complicado, puesto que ya se han producido muchos recortes».
En su opinión, esto también afecta a las aseguradoras. El objetivo de esta directiva europea es asegurar que las compañías de seguros tienen suficientes reservas de capital.
La regulación está actuando como barrera de entrada a nuevos competidores, con requerimientos de capital más exigentes y cada vez más informes que presentar, comenta Lemmens.
«Las barreras de entrada previenen la competencia de nuevas empresas que estarían dispuestas a bajar los precios para ganar cuota de mercado, favoreciendo así el orden preestablecido».
El sector de las transacciones de pago, sin embargo, ofrece oportunidades para nuevos competidores
Hay un segmento del sector bancario donde sí está aumentando la competencia y se está rompiendo el monopolio: el de las transacciones de pago electrónico en Europa. La razón está en la obligación que tienen los bancos, según la normativa de la Unión Europea, de proporcionar los datos de sus clientes a la competencia para facilitar el cambio de una compañía a otra.
«Esto debería facilitar y abaratar las transacciones de pago. Para los datos de clientes, por ejemplo, esto involucra el débito directo a la cuenta de un cliente y la autorización de domiciliaciones bancarias,» explica Lemmens.
«Se está produciendo un cambio de poder entre las firmas involucradas en el negocio de transacciones de pago, que abre el camino a nuevos e innovadores jugadores. Es la razón por la que invierto en compañías como Optimal Payments y Wirecard. Estas empresas deberían experimentar un gran crecimiento en los próximos años.»
Lemmens ve oportunidades en el sector de transacciones de pago entre las empresas innovadoras que han sido capaces de romper con el orden establecido, por lo que no invierte en las grandes firmas tecnológicas. «A menudo me pregunto cuáles son las aspiraciones de Google en el sector bancario. No creo que necesiten convertirse en un banco. Evidentemente, tienen un gran volumen de datos procedentes de las búsquedas de sus usuarios que pueden resultar muy rentables. Simplemente pueden comprar un banco para obtener la licencia bancaria. Sin embargo, la parte negativa de este movimiento sería que estarían bajo la influencia del regulador, que podría decidir que Google es una entidad suficientemente importante para representar un riesgo sistémico y por tanto necesitaría un colchón adicional de capital.»
Las compañías de IT se benefician de la tendencia creciente a la externalización
La presión regulatoria sobre bancos y aseguradoras ha aumentado tras la crisis financiera llevando a estas empresas a externalizar sus actividades de IT, comenta Lemmens. Bancos y aseguradoras ya no son capaces de llevar a cabo estas labores internamente, y por fin están preparadas para su externalización. En su opinión, lidiar con las necesidades de IT se ha convertido en un reto demasiado importante para que los bancos lo afronten en solitario.
«Solo proporcionar al regulador todos los datos que exigen sobre préstamos es una tarea masiva para los bancos. No se consigue solo con apretar un botón, es un proceso complejo. Muchos de estos datos se generan a partir de sistemas de IT distintos y están sujetos a diferentes métodos administrativos. A pesar de esto, el regulador espera que los datos se proporcionen de forma uniforme, por lo que los bancos tienen que procesar estos datos, machearlos y comprobarlos.»
«Empresas como Cognizant, Simcorp y Temenos, que ofrecen servicios de IT al sector bancario, se beneficiarán de esta tendencia. También son compañías que forman parte de mi portafolio en la estrategia New World Financials de Robeco,» concluye, en una entrevista que forma parte de la serie preparada con motivo del Robeco World Investment Forum de 2014 que va a celebrarse este mes en Holanda.