En todo el mundo, los inversores siguen viendo un mercado de bonos con bajos rendimientos y márgenes ajustados. Para HSBC Global Asset Management resulta llamativo que aquellos que están referenciados o siguen pasivamente los índices globales de bonos estén dirigiendo un “corto” estructural contra un mercado que ha producido retorno ajustados por riesgo excelentes en el pasado y que, todavía muestra características que, por la mayoría de indicadores, son mucho más atractivas que la media.
Sin embargo, Asia –considerando todo Asía menos Japón– se encuentra considerablemente sub-representada en los índices globales y en los de los de mercados emergentes. “Mediante una exposición al crédito del dólar asiático solamente a través de sus porfolios globales y emergentes, los inversores podrían no estar aprovechando todos los beneficios ofrecidos por una clase de activo que ofrece retornos que además de buenos, son de alta calidad”, argumenta la gestora.
La firma sostiene que, aunque los bonos corporativos asiáticos en dólares tienen valoraciones similares a los de los créditos europeos y estadounidenses, ofrecen una prima de rendimiento, y además, tienen una duración menor. En comparación, el crédito en moneda corporativa de los mercados emergentes ofrece una modesta prima sobre el crédito asiático.
Según HSBC Global Asset Mangement, “Asia ofrece menos riesgo comparado con el mercado emergente en general. En un entorno de bajo rendimiento, creemos que los bonos asiáticos pueden ofrecer un rendimiento mejorado y una valiosa diversificación, sin añadir demasiados riesgos”.
Otra de las ventajas de este activo es que el mercado de crédito asiático en dólares tiene un buen nivel de diversificación con emisiones de varios países, sectores, tenedores y tipologías de riesgo. “Invertir en Asia no es sólo invertir en mercados emergentes, ya que partes de la región (como Singapur y Hong Kong) no se califican como «emergentes» en la mayoría de las medidas. Estos mercados asiáticos, cada uno en diferentes fases de desarrollo económico, forman una región que es tanto homogénea en términos de dirección del crecimiento como diversificada en términos de políticas gubernamentales y condiciones de mercado”, defiende la gestora.
Por último y comparando con los bonos de empresas de grado de inversión estadounidense y europea, las empresas asiáticas en grado de inversión tienen menor apalancamiento neto, amplia liquidez y tasas de cobertura de intereses estables, según el último análisis que hace HSBC Global Asset Mangement. “Aunque los grupos asiáticos de deuda high yield tienen índices de apalancamiento netos ligeramente superiores a los de los Estados Unidos y Europa, las métricas de crédito high yield asiático se han estabilizado en 2016 con una buena liquidez global”, explican.
Visión de crecimiento
La previsión a que toda la región asiática continúe creciendo, por lo que las instituciones podrán atender sus deudas con mayor facilidad. Son varios lo motores, según indica la gestora, que van a permitir este crecimiento: la innovación económica, la reforma del Impuesto de Bienes y Servicios en India y la Iniciativa ‘Belt and Road’ en Asia, debería mantener el motor de crecimiento de la región en funcionamiento. Además, hay que tener en cuenta el impulso reformista que viven países como India, Indonesia y China.
De hecho, desde la crisis financiera asiática en 1997, Asia ha experimentado una mejora constante en sus fundamentos macroeconómicos, como la reducción del déficit en cuenta corriente y el aumento de las reservas de divisas. “Esto debería reducir el riesgo de impago para los emisores en el mercado de crédito en dólares de Asia y defender el mercado durante los períodos de aversión al riesgo”, señala de gestora.
Con esta visión, HSBC Global Asset Mangement defiende que no es lógico asignar solo una pequeña fracción de este mercado dentro de una estrategia global de bonos. “Es una región de rápido crecimiento y, sin duda, con mayor potencial en el mundo”, insiste