Por un momento los mercados se mostraron alcistas gracias a las señales que indicaban que la guerra en Ucrania parecía estar disminuyendo en intensidad, pero la historia sobre el terreno es completamente diferente. A medida que las semanas avanzan, las posibilidades de que el conflicto se prolongue y puedan aprobarse más sanciones después aumentan, lo que obliga a las gestoras a reevaluar las consecuencias de esta guerra en los mercados y en las posiciones de sus carteras.
En opinión de Sebastien Galy, responsable de estrategia macroeconómica de Nordea AM, Rusia está “arrinconada” debido a las fuertes sanciones y, por ahora, un apoyo muy limitado de China. “Con el tiempo, a medida que las importaciones a Rusia se vuelvan más costosas y difíciles de encontrar, es probable que el descontento se extienda en la población obligando al gobierno a encontrar una nueva narrativa. El gobierno estadounidense especula sobre el uso de armas no convencionales, mientras que el mercado espera que suceda lo mejor, es decir, el inicio de negociaciones serias”, explica.
Para Víctor Alvargonzález, director de estrategia y socio fundador de la firma de asesoramiento independiente Nextep Finance, la guerra se alargará, alternando episodios de paz y etapas de duros enfrentamientos. “Ahora el conflicto formará parte de la ecuación que moverá a los mercados, y muy concretamente, una variable clave: la inflación. Porque el aislamiento económico de Rusia tiene un impacto inflacionista a nivel mundial, y no tanto en el crecimiento, al ser Rusia el mayor productor global de materias primas. Cortar las exportaciones rusas implica poner al mercado de materias primas patas arriba. Occidente se auto sanciona indirectamente, en forma de shock inflacionista. Incluso aunque los cuellos de botella causados por la pandemia se resuelvan rápidamente y la revolución digital logre suavizar la inflación en el sector de los servicios, aún quedará una potente fuente de inflación, que será de origen ruso y de origen salarial”, afirma.
No perdamos el optimismo. Por ejemplo, Galy considera que el mercado cree que Rusia retrocederá y llegará a un acuerdo con Ucrania. “Cuanto más tiempo espere Rusia, más fuerte será el impacto de las sanciones, incluidas unas tasas de interés muy elevadas, lo que sugiere que el mercado probablemente tenga razón al ser cautelosamente optimista. De hecho, Rusia anunció un objetivo más limitado, centrado en la región de Donbass. La pregunta ahora es si Rusia aceptará la afirmación de Ucrania de neutralidad”, afirma para contextualizar en qué punto de esta guerra estamos.
Las carteras
Según resume Edmond de Rothschild AM en su último análisis de mercado, “la prima de riesgo del conflicto disminuyó, haciendo que los activos de riesgo subieran y las materias primas bajaran considerablemente. Volvemos gradualmente a una postura neutral en la renta variable y seguimos infraponderando la duración, ya que la inflación sigue estando presente”.
Hasta que el conflicto se detenga, los expertos recuerdan que seguirá impulsando la inflación, erosionando el valor del efectivo y obligando a los gestores a navegar entre la gestión del riesgo y la búsqueda de oportunidades. Para Euan Munro, CEO de Newton, y Shamik Dhar, economista jefe de BNY Mellon Investment Management, consideran que, frente al trasfondo del conflicto, podría ser tentador liquidar posiciones en activos de riesgo y buscar refugio en otros percibidos como seguros como el efectivo, pero las sanciones financieras impuestas a Rusia por grandes segmentos de la comunidad global han creado un colectivo de vendedores en apuros que intentan deshacerse de activos en un mercado que se ha visto privado de liquidez. “A no ser que sea usted un vendedor forzado, yo no me uniría a ellos”, advierte.
Munro considera probable que la rotación de growth a value y renta se intensifique a medida que los efectos de la inflación creciente y el impacto de las sanciones comerciales a Rusia se hacen patentes. Esta tendencia favorecerá seguramente a empresas con poder de fijación de precios, capaces de mantener sus dividendos en la actual coyuntura de mercado. A la luz de las sanciones y de la “desglobalización” resultante del conflicto, Munro considera que los beneficiarios podrían ser empresas no obligadas a satisfacer a varios regímenes, como por ejemplo negocios orientados al mercado doméstico y con poder de fijación de precios. “Existe mucha incertidumbre y podríamos enfrentarnos a una recesión mientras se reajusta el suministro de energía en distintas partes del mundo. En tal entorno, es mucho más probable que las acciones growth sufran un varapalo”, afirma.
En opinión de Hamco Financial, el conflicto puede generar aún más volatilidad en los precios de las materias primas, a causa de la reducción de oferta tanto en la energía como en los productos agrícolas, debido a las sanciones aplicadas contra Rusia. Según su valoración, todo ello aumenta el riesgo de ralentización de la economía, sin descartarse una posible entrada en recesión. “En un entorno de endurecimiento monetario que ya se había puesto en marcha por parte de los bancos centrales para frenar la subida de los precios antes de la invasión rusa de Ucrania. A partir del estallido de la guerra, la inflación se ha disparado y las autoridades monetarias no tendrán más remedio que incrementar las subidas de tipos previstas. A lo que se añade que la Reserva Federal continuará reduciendo su balance”, resumen.
Frente a ello, Hamco Financial recomienda un sesgo más defensivo que el posicionamiento que había recomendado hasta ahora, pero manteniendo la exposición a energía y las principales posiciones. En el caso de la renta variable, señala que hay que tener en cuenta que las bolsas habían alcanzado niveles máximos, y cayeron de forma relevante tras el inicio de la guerra, para dar lugar a nuevos rebotes posteriores en el precio de las acciones.
Por su parte, desde Cobas AM, consideran que el panorama parece positivo para las industrias del petróleo y del gas, sobre todo del gas natural licuado. Respecto al mercado energético señalan: “Si los fundamentales del sector apuntaban ya hacia precios más elevados del crudo para los próximos años, ahora la situación en Ucrania está elevando aún más estas previsiones. En principio, las empresas petroleras verán incrementada sustancialmente su capacidad de generar flujos de caja. En el caso del gas, la nueva apuesta europea impulsará la inversión en nuevas infraestructuras en toda la cadena de valor. Además, junto al impulso del gas natural licuado, también se plantean medidas como el regreso del uso transitorio del carbón, la sustitución de las calderas de gas o el incremento de las energías renovables”.
En último lugar, Amundi señala que la renta variable sigue estando favorecida, especialmente en EE.UU., donde el crecimiento de los beneficios debería seguir siendo positivo en el marco de una economía más resiliente. “Sin embargo, los inversores deberían evitar los valores más expuestos a la subida de los tipos y buscar oportunidades en los segmentos de value y quality. La capacidad de preservar los márgenes será fundamental, especialmente en el segundo semestre y en 2023, y el poder de fijación de precios de las compañías será clave en este sentido”.
Además subraya que los fuertes y rápidos movimientos en el mercado de bonos exigen un enfoque táctico de la duración, ahora no tan corta como hace unas semanas. “La parte corta de la curva parece ahora especialmente atractiva, puesto que ya ha descontado la mayor parte del ciclo de subidas de la Fed, mientras que el extremo largo probablemente se revalorizará más. Los mercados de titulizaciones relacionados con la vivienda en EE.UU. pueden ser especialmente atractivos a la luz de un mercado inmobiliario fuerte”, indica en su último documento de Investment Talk.
Una nueva visión
Por último, dejando a un lado estas ideas de inversión, Mobeen Tahir, director de análisis de WisdomTree, identifica cuatro cambios significativos y duraderos en el mundo de la inversión que han sido catalizados por el conflicto: la necesidad de identificar los riesgos geopolíticos está siempre a la vuelta de la esquina; la necesidad de prepararse para una política restrictiva; la necesidad de una mejor protección inflacionista; y la necesidad de observar que ciertas megatendencias se han catalizado.
A corto plazos, según explican lgerd Eichler y Alexander Lippert, gestores de fondo MainFirst Top European Ideas Fund, y el MainFirst Germany Fund, respectivamente, en un contexto de mercados muy volátiles, es difícil separar la valoración del mercado a corto y medio plazo del impacto económico real en la evolución de los beneficios empresariales a medio y largo plazo. «El mercado de valores es un mecanismo de descuento, que actualmente no está dando buenos resultados debido a los nuevos y desconocidos factores de incertidumbre», advierten.
Por ello consideran que la selección de valores individuales es un reto para un gestor de fondos activo en un entorno tan simplificado. Según su experiencia, es precisamente en esos momentos cuando también surgen oportunidades, aunque a menudo sólo parecen evidentes a posteriori: «Aquí es importante recordar el potencial de rentabilidad a largo plazo del mercado de valores».