Las encuestas sobre las elecciones presidenciales de EE.UU. indicaban un empate, pero en las últimas semanas diversos episodios han cambiado el curso hacia un favoritismo en el candidato republicano el expresidente Donald Trump (2017-2021).
Las distintas vacilaciones del actual presidente y candidato del Partido Demócrata, Joe Biden y el episodio del pasado sábado cuando Trump fue herido en su oreja por un ataque de bala posicionaron al expresidente y magnate como el favorito a la carrera por comandar el salón oval.
Los mercados de renta fija están reaccionando a este cambio, ya que la volatilidad implícita de los bonos del Tesoro (medida por el índice ICE BofAML MOVE) se disparó tras el debate presidencial del 27 de junio, dice un informe de Morgan Stanley.
Por el contrario, los principales índices bursátiles han continuado su subida hasta alcanzar nuevos máximos históricos, lo que sugiere que los mercados de renta variable podrían estar haciendo caso omiso de los recientes acontecimientos políticos.
Para el Comité de Inversión Global de Morgan Stanley “los inversores no pueden permitirse ser complacientes con los posibles cambios políticos, especialmente en un momento en el que la sostenibilidad de la deuda estadounidense está en entredicho, la economía se está ralentizando y la Reserva Federal sigue buscando pruebas de que la inflación está bajo control”.
Según el análisis firmado por Lisa Shalett, Chief Investment Officer, de Morgan Stanley Wealth Management las actuales propuestas de un triunfo Republicano, tanto en el ejecutivo como en el Congreso, podrían tener implicaciones significativas en tres áreas.
Recortes fiscales
Si los republicanos arrasan en las elecciones de noviembre, la Ley de recortes de impuestos y empleos de 2017 -que redujo los tipos impositivos para empresas e individuos, y que expira a finales de 2025- podría prorrogarse y potencialmente mejorarse. La extensión de la Ley podría añadir alrededor de 1,6 billones (trillions en inglés) de dólares a los déficits federales durante la próxima década, según cálculos del equipo de expertos de Morgan Stanley citados por Shalett.
Los déficits adicionales son una cuestión crítica con los tipos de interés en sus niveles actuales, ya que el coste del servicio de la deuda del Tesoro casi se ha duplicado en los últimos dos años. A medida que aumentan la deuda y el déficit federales, suben los tipos de interés ajustados a la inflación, lo que probablemente presionaría sobre los beneficios de las empresas estadounidenses y las valoraciones de las acciones.
Aranceles
Las actuales propuestas del Partido Republicano incluyen barreras comerciales de gran alcance, potencialmente contra aliados y socios históricos como México, Canadá y la Unión Europea.
Históricamente, los aranceles han provocado un aumento puntual de los precios, así como una interrupción de las cadenas de suministro que distorsiona el crecimiento a corto plazo. Como resultado, los aranceles podrían interrumpir el reciente progreso hacia la contención de la inflación, exacerbando potencialmente el dolor de los consumidores y aumentando la perspectiva de «estanflación», es decir, inflación persistente en medio de un crecimiento estancado, agrega el informe.
Inmigración
La economista jefe para Estados Unidos de Morgan Stanley, Ellen Zentner, y otros investigadores han señalado que el aumento de más de 3 millones de inmigrantes a Estados Unidos en 2022 y 2023 ha tenido un doble beneficio económico: un mayor crecimiento de la población y una oferta de mano de obra positiva. Esto ha ayudado a impulsar un mayor crecimiento del PIB, a estabilizar los precios de la vivienda y a reducir los costes salariales, lo que ha contribuido a la reducción de la inflación.
La adopción de medidas radicales en la frontera, como se sugiere en algunas propuestas, podría frenar el crecimiento de la población estadounidense en edad de trabajar, lo que podría lastrar la economía y reavivar la inflación basada en los salarios.
Implicaciones en la inversión
Teniendo en cuenta todos estos factores, puede que sea necesario realizar ajustes en las cartera, advierte Morgan Stanley.
Los inversores deberían pensar en añadir lo que podrían ser líderes en un escenario de barrida republicana, como energía, telecomunicaciones y servicios públicos.
Asimismo, deberían considerar posicionar las carteras de forma defensiva, centrándose en inversiones que ofrezcan crecimiento a un precio razonable, en áreas como la sanidad, la industria, la industria aeroespacial y de defensa, determinadas infraestructuras de generación de energía y redes eléctricas, el sector financiero y los fondos de inversión inmobiliaria residencial.
La exposición adicional a Japón, el oro, los fondos de cobertura y el crédito con grado de inversión también puede ser beneficiosa, culmina el informe.