Desde 1955, cuando comenzó la aventura de Berkshire Hathaway, por los ojos de Warren Buffett y su socio Charlie Munger han pasado todo tipo de ciclos económicos y negocios. Pero según reconoce Buffett en su última carta a accionistas, 2021 fue un año falto de ideas y muy marcado por el horizonte de bajos tipos de interés.
“Una gran cantidad de datos y cifras de Berkshire se exponen en el informe anual que la empresa presenta regularmente a la SEC (..). Algunos accionistas encontrarán estos detalles absorbentes; otros simplemente preferirán saber lo que Charlie y yo creemos que es nuevo o interesante en Berkshire. Por desgracia, hubo poca acción de ese tipo en 2021. Sin embargo, hicimos un progreso razonable en el aumento del valor intrínseco de sus acciones. Esa tarea ha sido mi principal deber durante 57 años. Y seguirá siéndolo”, señalaba el afamado inversor al inicio de su carta.
En su planteamiento para este último año, Buffett explica que hay tres maneras en las que aumentar el valor para los acciones de la firma: aumentar el poder de lograr beneficios a largo plazo de los negocios controlados por Berkshire a través del crecimiento interno o haciendo adquisiciones; comprar participaciones entre los muchos negocios buenos o grandes que cotizan en bolsa; y creación de valor es la recompra de acciones de Berkshire.
Sobre la primera de esta vías destaca que “siempre está en un primer plano” para ellos y que hoy las oportunidades internas ofrecen un rendimiento mucho mayor que las adquisiciones. “El tamaño de esas oportunidades, sin embargo, es pequeño comparado con los recursos de Berkshire”, matiza. La segunda de las opciones reitera la falta de “atractivo” que ha tenido 2021 y explica que se debe, en gran medida, a una obviedad: “Los tipos de interés a largo plazo que son bajos empujan al alza los precios de todas las inversiones productivas, ya sean acciones, apartamentos, granjas, pozos de petróleo, lo que sea. También hay otros factores que influyen en las valoraciones, pero los tipos de interés siempre serán importantes”.
Por lo tanto, Buffet ha llevado a Berkshire Hathaway por la tercera vía. “Mediante este simple acto, las recompras, aumentamos su participación en los numerosos negocios controlados y no controlados que posee Berkshire. Cuando la ecuación precio/valor es correcta, esta vía es la más fácil y segura para nosotros el poder aumentar su riqueza. Además de la acumulación de valor para los accionistas continuos, también gana la otra parte: las recompras son modestamente beneficiosas para el vendedor de las acciones recompradas y también para la sociedad”, explica dirigiéndose a sus inversores.
Según su experiencia, “cuando las vías alternativas se vuelven poco atractivas, las recompras tienen mucho sentido para los propietarios de Berkshire”. Y explica que, durante los dos últimos años, han recomprado el 9% de las acciones que estaban en circulación a finales de 2019 por un coste total de 51.700 millones de dólares.
“Ese gasto dejó a nuestros accionistas más comprometidos en posesión de aproximadamente un 10% más de todos los negocios de Berkshire, ya sean de propiedad total (como BNSF y GEICO) o parcial (como Coca-Cola y Moody’s). Quiero subrayar que para que las recompras de Berkshire tengan sentido, nuestras acciones deben ofrecer un valor adecuado. No queremos pagar en exceso por las acciones de otras empresas, y sería una pérdida de valor si pagáramos en exceso cuando compramos Berkshire”, añade.
En su carta señala que, desde el 23 de febrero de 2022, han recomprado acciones adicionales con un coste de 1.200 millones de dólares y su apetito “sigue siendo grande”, pero insiste en que “dependerá del precio”.
Por último, ha explicado que ante la gran variedad de empresas que posee (aunque las cuatro posiciones que ha destacado en su última misiva su cluster de aseguradoras, Apple, BSNF y Berkshire Hathaway Energy) su objetivo es “tener inversiones significativas en empresas con ventajas económicas duraderas y un CEO de primera clase”.