Creand Wealth Management, entidad especializada en banca privada, ha elaborado un informe para desgranar las complejidades de la gestión de los family offices en el contexto financiero actual. Esta guía da respuesta a algunas de las principales preguntas a la hora de entender cómo funcionan los family offices en España, cuáles son las preferencias de las grandes empresas familiares, las claves para entender la mejor estrategia de asignación de activos, cómo pueden diferenciarse y aportar valor añadido en el servicio y cómo afrontar el desafío del relevo generacional.
¿Cuál es el tamaño ideal para la creación de un family office?
Hay que diferenciar entre un single-family office y un multi-family office. Para un single-family office, a partir de 100 millones de euros la estructura puede tener sentido; sin embargo seguiría siendo una cantidad en donde los costes en relación a lo que genera el patrimonio serian relativamente elevados. En un multi-family office los costes de la estructura están mucho más repartidos, lo que crea economías de escala y permite tener mejores recursos. En un multi-family office, los clientes pueden tener entre 5 y 100 millones de euros y recibir un servicio similar o mejor al que tendrían con su propio single family-office, a un coste bastante menor.
¿Qué es lo que más valoran los grandes patrimonios a la hora de trabajar con una entidad para formar un family office?
La elección de una entidad para la gestión de sus activos por parte de una compañía de estas características depende, principalmente, de la capacidad de personalización de los servicios, de acuerdo con las necesidades concretas, y de la construcción de una relación de confianza a largo plazo.
Se trata de familias, generalmente grupos empresariales e instituciones que deben organizar y gestionar un patrimonio elevado con un enfoque de muy largo plazo. Por ello, la honestidad en la comunicación, en base a una máxima transparencia en la gestión, es un valor fundamental que contribuye a establecer una relación de confianza en el largo plazo. La estabilidad, la consistencia en la ejecución de estrategias y la capacidad para adaptarse a cambios cíclicos también son aspectos cruciales. Asimismo, la capacidad para proporcionar acceso a inversiones privadas, vehículos de inversión especializados y oportunidades únicas es otro elemento cada vez más valorado.
En esa línea, resulta fundamental contar con equipos con profesionales cualificados y con capacidad para ofrecer un servicio integral, que vaya más allá de la gestión de las inversiones, abarcando aspectos como la planificación patrimonial, la sucesión y la filantropía, que también son valorados de forma muy positiva. En definitiva, un enfoque holístico que atienda las complejidades de la vida financiera de la familia es esencial.
¿Cómo se configura el equipo ideal para formar un family office? ¿Qué perfiles se necesitan?
El éxito del family office depende de una gestión óptima que logre dar respuesta a todas las necesidades financieras de los grandes patrimonios y grandes grupos familiares, cuyo funcionamiento es muy complejo. El equipo del family office tiene que ofrecer un servicio de 360 grados en el cual se incluyan profesionales del ámbito de la inversión, especialistas en fiscalidad, en selección de producto, en análisis de datos…
¿Está cambiando mucho la estrategia de asignación de activos de los family offices en un escenario de cambio de ciclo inversor –subidas de tipos, inflación elevada-?
Según el informe, una estrategia de asignación de activos efectiva para los family offices, en un entorno de cambio de ciclo inversor como el actual, implica un equilibrio entre la protección del capital y la búsqueda de oportunidades de crecimiento, todo en el contexto de una gestión de riesgos cuidadosa y una visión a largo plazo. Las subidas de tipos han hecho que la renta fija vuelva a jugar un papel importante en las carteras. Después de un periodo prolongado en el que los tipos estuvieron en negativo, ahora tenemos tipos reales que son atractivos. Un enfoque flexible permite estudiar la estructura de capital de las empresas, y ver en qué parte es más interesante invertir. La estrategia de asignación de activos resulta más importante en escenarios de incertidumbre, por lo que es necesario analizar las tendencias actuales, atendiendo a la diversificación y la flexibilidad a la hora de seleccionar una cartera de inversión, con el objetivo de optimizar las inversiones y mitigar riesgos. Bajo esa premisa, los family offices también incluyen activos denominados refugios seguros como parte de la estrategia defensiva en periodos de incertidumbre económica.
Por otro lado, las inversiones alternativas se convierten en un activo de referencia para los family offices, ya que aumentar su asignación a estos activos, por sus buenas perspectivas de crecimiento y la descorrelación que ofrecen frente a otras inversiones líquidas puede ayudar a optimizar las carteras de inversión.
¿Cuáles son los principales riesgos a los que se enfrentan en el escenario actual?
Los riesgos geopolíticos y los cambios regulatorios conforman los principales riesgos a los que se enfrenta un family office, después el punto de vista de la selección de las inversiones. Por ello, la diversificación juega un papel clave. No solo refleja una adaptación a las nuevas realidades del mercado, sino también una profesionalización del enfoque inversor. Para los patrimonios conservadores, la volatilidad del mercado puede ser más una oportunidad que un riesgo, ya que permite aprovechar oportunidades a valoraciones más razonables.
Uno de los riesgos más recurrentes tiene que ver con la conservación del patrimonio familiar a través de las siguientes generaciones, que suele entrañar una gran complejidad por la multitud de elementos que hay que tener en cuenta, a la hora de conservar el legado familiar en el largo plazo. No obstante, existen también otros riesgos legales o tributarios que cabe tener en consideración a la hora de gestionar un family office.
¿Hay margen para innovar en este segmento de negocio? ¿Qué papel está jugando la tecnología en su desarrollo?
La adopción de plataformas digitales, la inclusión de análisis de datos avanzados, el uso de la inteligencia artificial y blockchain pueden mejorar la eficiencia operativa de los family offices. Concretamente, la gestión efectiva de grandes volúmenes de datos y el análisis en tiempo real pueden ayudar a los family offices a tomar decisiones más rápidas e informadas, que repercutan en una mejor gestión de las inversiones y a la hora de evitar cometer errores. Aquí, la analítica predictiva mejora la capacidad de anticipar tendencias y riesgos. Además, la creación de plataformas digitales para la planificación patrimonial puede hacer que los servicios sean más accesibles, eficientes y acortar tiempo a la hora de realizar todas las gestiones de carácter burocrático que requiere un family office.
¿Cuáles son los elementos diferenciales del servicio que ofrece un family office con respecto a los servicios generales de banca privada o Wealth Management?
Aunque ambos términos, «family office» y «Wealth Management» están relacionados con la gestión de grandes patrimonios, representan enfoques y servicios distintos. Un family office ofrece servicios más holísticos y personalizados, mientras que el Wealth Management se centra principalmente en la gestión de inversiones y la planificación financiera.
Un family office es una entidad dedicada a la gestión integral del patrimonio de una familia que maneja un alto patrimonio, ofreciendo una variedad de servicios que van más allá de la simple gestión de inversiones, como la planificación patrimonial, la sucesión, la administración de activos y pasivos, la contabilidad familiar, la asesoría fiscal y legal, y otros servicios personalizados para satisfacer las necesidades específicas de la familia. Es decir, la importancia de la comprensión profunda de las metas y valores familiares es el eje central.
Por su parte, la gestión de patrimonios es un servicio amplio que también incluye la gestión de inversiones, planificación financiera, planificación de la jubilación, seguros y otros aspectos relacionados con la gestión financiera personal, pero no aborda aspectos no financieros de la vida familiar, una de las claves en la gestión del family office.
¿Cómo deben afrontar los family offices el reto del relevo generacional?
El desafío del relevo generacional implica no solo la propia transición de los activos, sino también la transferencia de conocimientos y la adaptación a las preferencias de las nuevas generaciones. Los family offices deben realizar un análisis de estos nuevos propietarios del patrimonio familiar, jóvenes clientes, tomando en consideración su situación actual, inquietudes y proyectos. Asimismo, se deberán revisar sus objetivos de inversión y una selección correcta de los activos en los que debe invertir el patrimonio. Además, las vías para canalizar dichas inversiones también juegan un papel clave en este relevo generacional. Hay que escoger los vehículos de inversión óptimos a través de los cuales canalizar la inversión, teniendo en cuenta las circunstancias personales de los nuevos propietarios, su visión del mundo y de la empresa, que probablemente sea diferente a la de la anterior generación propietario, sus perfiles de inversión, así como el patrimonio del que disponen en el momento de la transmisión del patrimonio. Por ejemplo, las generaciones más jóvenes pueden valorar más las inversiones ESG y de impacto y requerir una estrategia de impulso de flujos de inversión hacia productos sostenibles, vinculados a factores sociales, pero principalmente relacionados con el medio ambiente y el cambio climático.
Una buena estrategia para dar un servicio óptimo en estas circunstancias puede ser incorporar talento joven al equipo de banqueros, que conozcan desde muy pronto los valores de la entidad y, a la vez, que compartan los intereses y preferencias de esas nuevas generaciones, para mantener la máxima sintonía entre entidad y cliente. Las familias con visión de futuro se preparan para la sucesión con anticipación, por lo que el equipo del family office debe acompañar al cliente y guiar a las nuevas generaciones, anticipándose a las circunstancias personales y financieras que puedan surgir.