Ayer a media tarde, Columbia Threadneedle emitió un comunicado poco usual destinado a tranquilizar a sus clientes. “A día de hoy no mantenemos ninguna posición en Volkswagen en nuestros fondos de renta variable europea”. Su equipo de gestores puede respirar tranquilo, pero lo normal es haber tenido esta compañía en cartera en algún momento.
El gigante automovilistico alemán se juega el puesto de primer fabricante de automóviles del mundo codo a codo con Toyota. La investigación abierta por las autoridades estadounidenses ha provocado el desplome del precio de sus acciones en un 19% el lunes y un 20% el martes. Tenerla en cartera a estas alturas puede ser una catástrofe.
Sobre todo porque el supuesto engaño cometido no está en las cuentas, no es predecible por sus fundamentales y no hubiera salido a la luz ni en el ‘research’ más minucioso. La Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos -EPA, por sus siglas en inglés- acusa a Volkswagen de manipular las pruebas de emisiones en algunos de sus vehículos diesel a través de un software que permitió al fabricante de coches eludir los estándares de contaminación.
“El fabricante alemán tiene un peso bastante moderado en el índice de la bolsa, pero algunos fondos españoles, entre los que destacan los de Bestinver, tenían (según los últimos datos de cartera de los que disponemos en nuestra base de datos) un peso por encima del 2%”, explicó en su página web Morningstar, añadiendo un gráfico en el que se ven también las posiciones de fondos de Sabadell o de Renta 4.
Otros sortearán esta crisis mucho mejor. El Pan European Alpha Fund de Henderson, por ejemplo, estaba corto en Volkswagen a través de posiciones cortas en los índices EuroStoxx y el Dax.
La compañía ya se ha visto obligada a provisionar 6.500 millones de euros tras admitir que el software está instalado en 11 millones de vehículos a nivel mundial, pero la Comisión Europea sospecha de toda la industria automovilistica. De ser cierto, el alcance del fraude sería masivo por lo que tanto la industria europea del automovil podrían sentir los efectos y arrastrar a fabricantes de componentes cotizados como Continental, Valeo o Autoliv.
«Les doy mi palabra de que actuaremos con la mayor franqueza y transparencia posibles», afirmó Martin Winterkorn, CEO de la compañía. Otra cosa será recuperar la confianza de los inversores.