La señora Watanabe vive en Japón y gestiona de forma diferente su dinero. De hecho, la señora Watanabe tiene el poder de mover en la bolsa nipona un volumen de negocio que equivale al que mueven el conjunto de los inversores particulares en el resto del mundo.
Según explica Alberto Blanco, profesor del master en bolsa y mercados financieros del IEB, la señora Watanabe es el nombre por el que se conoce coloquialmente al inversor minorista japonés. Históricamente su influencia en los mercados ha sido muy relevante, especialmente en lo que concierne a la deuda pública japonesa y al mercado de divisas.
Watanabe, que es uno de los apellidos más comunes en Japón, representa en realidad a la mayoría de las amas de casa del país. Una vez finalizadas las labores del hogar, son ellas las que se disponen a organizar las finanzas familiares de una forma muy peculiar: invirtiendo. De hecho, en numerosas ocasiones han supuesto un quebradero de cabeza para los analistas de mercados, ya que actúan sin recomendaciones de expertos e invirtiendo por su cuenta siguiendo su propia intuición.
El 90% de la deuda pública japonesa está en manos de «la señora Watanabe». Su papel en el mercado japonés ha sido siempre muy relevante, pero su inversión preferida es la deuda pública. Según Blanco, esto explica en parte su sostenibilidad. «La deuda japonesa es una de las mayores del mundo, equivalente a dos veces y media el PIB nipón gracias a que casi el 90% de la misma está en manos domésticas, es decir en manos de «la señora Watanabe'», destaca Blanco.
Otro argumento está en la febril actividad del inversor minorista japonés en el mercado de divisas. «Los históricos tipos bajos del yen durante años próximos al 0% han estimulado el endeudamiento en divisa local para invertir en divisa extranjera intentando extraer beneficio del diferencial de tipos. Esta estrategia se conoce como ‘carry trade’», argumenta Blanco.
Sin embargo, actualmente «la señora Watanabe» está abandonando su zona de confort y ampliando su universo de inversión. Según este experto, «sus inversiones se están dirigiendo cada vez más hacia la renta variable o incluso a mercados alternativos como las materias primas, aunque aún no superan los volúmenes de su país vecino, China. También se modernizan y están incorporando la financiación de start ups vía capital semilla, business angel, etc.». Para «la señora Watanabe», el papel de la tecnología ha sido clave ya que le ha permitido tomar las riendas de sus ahorros y convertirse en las inversoras minoristas más populares del mundo.