El equipo de inversión de Fidelity sigue infraponderado en renta fija, postura sustentada en la posibilidad de que repunte la inflación, con la consiguiente subida de los tipos de interés. Sin embargo, el aumento de las emisiones de bonos del Tesoro de Estados Unidos es un riesgo importante para la deuda pública.
Después de que el Congreso acordara los presupuestos en febrero, explica el equipo de inversión de la gestora, se espera una inversión adicional de 300.000 millones de dólares durante los próximos dos años, lo que se suma al gran incremento del déficit derivado de la reforma fiscal.
Por lo tanto, el déficit presupuestario de Estados Unidos parece que experimentará su segundo mayor incremento de la historia en tiempos de paz, solo superado por la respuesta a la crisis financiera en 2008. Fidelity recuerda que estos datos excluyen incluso un posible aumento de la inversión en infraestructuras, aunque aquí se prevé que la financiación privada también tenga un papel relevante.
“Aunque la Reserva Federal comenzó a comprar bonos del Tesoro durante la crisis financiera, el aumento actual del volumen de emisión se produce cuando la Fed está retirando sus estímulos y ha dejado de renovar sus posiciones en deuda pública. Todo ello apunta a un cuadro técnico complicado para la deuda pública estadounidense y no debería desdeñarse la posibilidad de que aumenten los rendimientos reales”, explican en su informe sobre la visión en la asignación de activos.
“Suponiendo que los rendimientos del Tesoro de Estados Unidos han subido hasta ahora por la mayor fortaleza del crecimiento y/o la inflación, el mercado podría tener que descontar todavía más subidas a raíz del endurecimiento cuantitativo de la Reserva Federal y el aumento del volumen de emisiones por parte del gobierno federal”, advierten.