Las condiciones macroeconómicas influyen y mucho en la bolsa, pero también cuentan otros factores, como las valoraciones y las políticas monetarias. Parece razonable señalar que el resultado de las elecciones presidenciales en Estados Unidos podría no tener una influencia tan directa en la evolución global de la bolsa como algunos inversores piensan.
Pero los presidentes sí que influyen en sectores y empresas, apunta Fidelity en su último informe de mercado. Aunque las políticas de los presidentes estadounidenses suelen tener un efecto limitado sobre la economía y la bolsa del país, la historia demuestra que este efecto puede ser más importante para los diferentes sectores y las empresas. Por este motivo, explican los expertos de la gestora, merece la pena estudiar cuidadosamente los elementos más destacados del programa político de los dos candidatos.
Estas son para Fidelity las principales políticas e implicaciones sectoriales de una presidencia de Donald Trump:
Comercio y proteccionismo: Trump se opone a una mayor liberalización de los intercambios comerciales, rechaza los acuerdos actuales (como el TTIP y el TPP) y está a favor de los aranceles y las restricciones al comercio, además de criticar el uso de la divisa como herramienta de política económica. Este último punto es una clara alusión a China. Trump ha propuesto un cuantioso arancel del 45% para todas las importaciones procedentes de China.
Posibles implicaciones para la inversión: Las amenazas de duros aranceles a los productos chinos son un factor de riesgo para cualquier sector o empresa estadounidense que dependa de las importaciones chinas. Por el contrario, los aranceles comerciales anti-China podrían beneficiar a las áreas de la industria estadounidense que han sufrido por la competencia del gigante asiático, como el sector acerero.
Infraestructuras: Estados Unidos adolece de falta de inversión en infraestructuras (como se aprecia en los resultados relativamente pobres del país en esta área en las clasificaciones internacionales) y Trump ha convertido esta cuestión en un eje clave de su programa político. En fechas más recientes, recuerda Fidelity, ha afirmado que gastará el doble que su rival en infraestructuras. Dado que Clinton ha propuesto un plan de 275.000 millones de dólares a cinco años, eso supondría unos considerables 550.000 millones de dólares durante el mismo periodo.
Posibles implicaciones para la inversión: La apuesta de Trump por las infraestructuras podría dar un impulso a las empresas de construcción nacionales. Para Trump, más allá de las grandes propuestas de inversión privada, la financiación pública vendría de la mano de un mayor volumen de emisión de deuda, ya que se ha comprometido a recortar impuestos. El problema es que podríamos asistir a un gran incremento de la deuda y el déficit del estado a lo largo del tiempo, lo que podría tirar al alza de los tipos de los bonos estadounidenses.
Mayor control de la inmigración: Un tema estrella de la campaña ha sido un control muchísimo más estricto de la inmigración. Se ha planteado una polémica deportación forzosa de millones de inmigrantes ilegales que viven en EE.UU. y la construcción de un muro en la frontera con México.
Posibles implicaciones para la inversión: Los sectores más afectados por las propuestas sobre inmigración de Trump son aquellos donde la mano de obra barata tiene más peso, recuerda Fidelity. El mejor ejemplo es el sector agrario (agricultura, pesca y silvicultura), donde se calcula que el 26% de los trabajadores están indocumentados. De hecho, en las categorías de fruta, frutos secos, verduras y cereales, más del 50% de los trabajadores podrían estar indocumentados. Reducir la mano de obra inmigrante en situación ilegal se traduciría en mayores costes laborales y precios más altos en estos sectores.
Conviene señalar que Trump ha apostado con fuerza en la campaña por “dar prioridad a los trabajadores estadounidenses” y ha llegado a sugerir que podría tratar de frenar el crecimiento de visados H1-B expedidos a trabajadores de alta cualificación de otros países, lo que podría afectar a varios sectores basados en la propiedad intelectual, como las TI.
Reformas/recortes de los impuestos: Trump propone una importante reforma del sistema tributario reduciendo los siete tramos actuales del impuesto sobre la renta a tres (10% para rentas anuales inferiores al 75.000 dólares, 20% para rentas entre 75.000 y 225.000 dólares y 25% para rentas superiores a 225.000 dólares), así como un recorte drástico del impuesto de sociedades del 35% al 15%.
Posibles implicaciones para la inversión: Las propuestas fiscales de Trump son ambiciosas y teóricamente liberales, y para Fidelity el sector empresarial estadounidense en general se vería favorecido por la propuesta de rebajar el impuesto de sociedades hasta el 15%. Sin embargo, aunque estos recortes podrían impulsar el crecimiento económico, la importante pérdida de ingresos fiscales podría incrementar el déficit.
Energía: Trump es un escéptico del cambio climático y se opone a la normativa medioambiental, a la que considera como un excesivo lastre para las empresas. Ha prometido dar marcha atrás a algunos compromisos rubricados por EE.UU. en el pasado, como “cancelar” el Acuerdo del Clima de París (que pretende limitar el calentamiento del planeta a 2 oC) y “suspender todos los pagos de EE.UU. a los programas de lucha contra el cambio climático de la ONU”.
Posibles implicaciones para la inversión: La fuerte oposición de Trump a la regulación medioambiental favorece a las industrias que más se han visto afectadas por esta normativa en el pasado. Los beneficiarios más obvios para la gestora serían los productores estadounidenses de combustibles fósiles, incluidos los productores de hidrocarburos de esquisto y las empresas de refino. Ello iría en detrimento del sector de las energías alternativas, sobre todo la solar y la eólica, ya que las generosas subvenciones estatales a estas industrias (en forma de deducciones fiscales) podrían recortarse. El atribulado carbón estadounidense podría beneficiarse especialmente de una presidencia de Trump, por sus promesas de salvar a esta industria.
Gasto en defensa: Ambos candidatos han hablado de incrementar el gasto en defensa, pero atendiendo a sus declaraciones y su perfil general, Fidelity espera que Trump sea considerablemente más ambicioso a este respecto que Clinton.
Posibles implicaciones para la inversión: Una victoria de Trump sería positiva para el conglomerado militar-industrial estadounidense5, integrado por los grandes contratistas de defensa, los fabricantes de armas y otros equipos, etc. De nuevo, estos incrementos del gasto llevan aparejadas dudas en torno a la financiación y al efecto sobre el déficit y la deuda del estado.