En su última reunión, y pese a que el mercado esperaba mayor claridad sobre la normalización del balance, la Fed dejó la puerta abierta mencionando simplemente que “tendrá lugar relativamente pronto” (vs. «este año» de la declaración anterior). De lo que está convencido Didier Borowski, responsable de Macroeconomía de Amundi, es de que la Reserva Federal subirá los tipos de interés en 25 puntos básicos en su reunión de diciembre y continuará haciéndolo de forma gradual el próximo año.
“El ritmo de subida depende claramente de los datos. La Fed necesita algún tiempo para asegurarse de que la desaceleración de la inflación es temporal. Como la presidenta de la Fed, Janet Yellen (y sus predecesores) han subrayado en muchas ocasiones, no hay un rumbo preestablecido para la política monetaria”, recuerda.
Pero debido a que el ciclo económico en Estados Unidos está impulsado principalmente por el consumo de los hogares y la deuda, Borowski cree que la Fed no quiere realmente endurecer la política monetaria, y que prefiere «eliminar el exceso políticas acomodaticias».
Fondos federales
El camino de las tasas de los fondos federales también dependerá de la política fiscal. En el período previo a las elecciones intermedias, Amundi espera que el Congreso apruebe algunos recortes de impuestos (en el primer trimestre de 2018 a más tardar).
“Aunque es probable que el impacto sobre el crecimiento y la inflación en 2018 sea muy modesto, el apoyo explícito de la política fiscal prolongaría la duración del ciclo y daría a la Fed la oportunidad de hacer algo más de lo que actualmente descuenta el mercado. Si bien esperamos dos aumentos de tipos en un horizonte de 12 meses (incluyendo el de diciembre), no deberíamos descartar tres o incluso cuatro alzas de 25 puntos básicos cada año si la política fiscal se vuelve más expansiva”, explica Borowski, justo para recordar que “¡aún no estamos en ese punto!”.
En lo que se refiere a la normalización del balance, el responsable de Macroeconomía de Amundi recuerda que tampoco hay un curso preestablecido. La decisión dependerá en gran medida de condiciones económicas y financieras en general.
“Si la perspectiva no se deteriora, la Fed probablemente decidirá iniciar el proceso en septiembre. De lo contrario, esperamos que la Fed aplace su decisión para el próximo año. Creemos que la Fed quiere separar sus operaciones de balance de sus decisiones de política monetaria. Por lo tanto, no esperamos que la Fed suba las tasas y comience la reducción del balance en la misma reunión del FOMC”, concluye.