Mientras Occidente tiene la vista puesta en arrancar la segunda hoja del calendario, China celebra hoy el inicio de su nuevo año, el Año del Perro. Los chinos relacionan este animal (el perro de tierra) con características como la empatía, la capacidad de superar obstáculos y el ser activo y positivo –el yang–. ¿Será esto un signo para 2018 y China desplegará estos atributos en el mercado?
La mayoría de los expertos y analistas se muestran optimistas con la economía china y sus activos, aunque el consenso del mercado habla de una posible ralentización de su crecimiento en 2018. “En 2017 el PIB alcanzó el 6,9%, el primer incremento anual desde 2011; la mayoría de los inversores no lo esperaban. Esperamos que este crecimiento continúe en 2018, aunque más lento que en años anteriores, ya que la actividad crediticia se modera debido al desapalancamiento, la mayor regulación y el ajuste en algunos sectores financieros”, señalan desde Deutsche AM.
Lo cierto es que China arranca su año con unos fundamentales sólidos: los últimos datos del PMI siguen siendo sólidos; la industria permanece positivo –sobre todo en cuanto a la importación de materias primas–; y se mantiene una previsión positiva sobre el alza de la inflación. Según Julien-Pierre Nouen, economista jefe de Lazard Frères Gestion, en términos nominales, “la aceleración del crecimiento es aún más significativa, del 11,3% en 2017 frente al 7,9% en 2016. Combinada con una desaceleración del crédito, ésta ha permitido frenar la subida del ratio deuda/PIB. Una interrupción de las contribuciones de crecimiento del PIB indica que el consumo ligeramente más débil y la inversión fueron amortizados por el comercio exterior”.
Una de las claves de China para el futuro es su espíritu reformista que, en teoría, le permitirá alcanzar una economía más moderna y de calidad. “Estamos empezando a ver los resultados de las medidas emprendidas para reducir el exceso de capacidad en varios sectores y para estabilizar el sistema financiero. Aunque seguimos infraponderados en este mercado en su conjunto, recientemente hemos aumentado nuestra exposición”, señala Matthew Vaight, gestor del fondo M&G Global Emerging Markets.
Como le ocurre a M&G, muchos inversores han virado hacia China al calor de estas iniciativas de nuevas políticas económicas. “En los últimos años, muchos inversores en China se han centrado en las perspectivas de la denominada nueva economía. Si bien reconocemos que la transición hacia una economía basada en los servicios generará oportunidades, creemos que las valoraciones de los títulos relacionados con temáticas de gran éxito —como Internet, las redes sociales y el consumo— se sitúan en niveles demasiado elevados”, puntualiza Vaight.
Las oportunidades en China
Las oportunidades que Vaight identifica en China se encuentran en las empresas centradas en la industria y la producción y vinculadas también a la “vieja economía”, principalmente estatales. “Podría decirse que estos valores han pasado desapercibidos durante los últimos años, ya que los inversores se han centrado en la temática del consumo. Sin embargo, la rentabilidad de sectores como el energético y el industrial ha aumentado recientemente, aunque las valoraciones no han corrido la misma suerte, por lo que la situación es particular”, explica.
Entre las oportunidades que Deutsche AM ve en renta variable china están “sectores como el financiero, el inmobiliario, el consumo, internet y materiales. China sigue siendo una sobreponderación clave en nuestras carteras de mercados emergentes de renta variable”.
La gestora alemana no es la única que considera la renta variable. Raymond MA, gestor de fondos en la oficina de Fidelity International en Hong Kong, considera que podría ser otro buen año para la bolsa china, que cuenta con el apoyo de los datos macroeconómicos estables, las revisiones al alza de los beneficios y las valoraciones razonables. El contexto macro y el consumo están detrás de su optimismo. “En el plano de los beneficios empresariales, las empresas chinas previsiblemente los incrementen en torno al 15% en 2018, gracias al sólido crecimiento macroeconómico y a un entorno de inflación moderada. Las reformas en marcha en el plano de la oferta deberían impulsar la eficiencia de la producción de China y mejorar los beneficios empresariales”, argumenta.
Respecto a la renta fija, Deutsche AM señala que China seguirá siendo uno de los principales emisores de deuda del mercado: “Esperamos alrededor de entre 250- 300 billones en emisiones en 2018 para Asia, principalmente de alta calidad, y sobre todo en China. China ha estado reestructurando activamente los balances y ha preferido canales de financiación no bancarios. Por lo tanto, vemos la venta reciente como una oportunidad de compra y vemos el carry play como un tema importante en la primera mitad de 2018, dado el aumento de los rendimientos”.
Por su parte, desde Investec señalan cinco aspectos que el inversor debe vigilar y tener en cuenta sobre china a la hora de buscar oportunidades de inversión: el creciente liderazgo chino en el medioambiente; el posicionamiento de China como una superpotencia tecnológica; la liberalización de los mercados de capitales; el crecimiento del renminbi como moneda de reserva; y el lento crecimiento de sus niveles de deuda.
Sectores clave: tecnología y capitales
Entre estas oportunidades, Investec destaca el posicionamiento como superpotencia tecnológica que está logrando China. Un surgimiento que está avalado por hechos como que el comercio electrónico del país es aproximadamente el doble que en los Estados Unidos, es decir, es el mayor mercado mundial. “Los pagos móviles en China son once veces superiores que los de los Estados Unidos, es decir 790.000 millones de dólares frente a 7.000 millones en 2016. Meituan Dianping es la plataforma de conexión en línea más grande del mundo (O2O), que en 2016 vendió 35.000 millones de dólares en servicios a más de 200 millones de clientes”, señala como ejemplo del potencial de este sector.
La gestora considera que el mercado interno es la clave para de este potencial. “El mercado de capital riesgo ha sido uno de los principales beneficiaros de este posicionamiento . De hecho, China es ahora uno de los principales financiadores globales de inversión de capital de riesgo en una amplia gama de tecnologías”, explican.
Para Investec otro elemento clave en este Año del Perro será la apertura del mercado de capitales, que ya se manifestó el año pasado. “A medida que el mercado de valores nacionales de China se abra más a los inversores institucionales extranjeros y el MSCI eleve su factor de inclusión para el mercado de acciones A, los extranjeros se convertirán en un participante más grande en el mercado de acciones A. Como resultado, esperamos que aumenten las correlaciones con otros mercados de acciones globales. Sin embargo, creemos que esto llevará mucho tiempo y, por lo tanto, los inversores que accedan temprano a la oportunidad disfrutarán de estas menores correlaciones”, explican.
Los riesgos potenciales
Desde Deutsche AM, recuerdan que es necesario valorar bien los riesgos. En su opinión, persisten algunos riesgos económicos como una excesiva regulación financiera y un política demasiado estricta para, por ejemplo, el mercado inmobiliario. “Sin embargo, estos riesgos pueden ser manejados cuidadosamente por la política del gobierno”, matizan.
Uno de los aspectos que más preocupan a los inversores y a los gestores es el nivel de deuda, tanto pública como privada, del país. “El problema de la deuda de China es grave, pero el riesgo de una crisis bancaria es bajo. La razón principal es que las posibles deflaut son corporativos, no domésticos, y se realizaron en respuesta a la crisis financiera mundial, bajo la dirección del Estado, por parte de los bancos estatales hacia empresas también estatales. La ausencia de participantes privados, y cualquier presión en el mercado, le brinda al Estado la capacidad de administrar el tiempo y el ritmo de reconocimiento de los préstamos en mora”, explican desde Matthews Asia.
Respecto al sector bancario, la gestora apunta que el enfoque proactivo para eliminar los riesgos del financiero, “no genere que las condiciones del crédito se vuelvan más estrictas”. Según recuerdan desde Matthews Asia, “en 2017, los supervisores tomaron medidas enérgicas contra algunos de las partes con mayor riesgo del sector financiero, incluidos los productos vendidos por los bancos y las aseguradoras que no cumple con las regulaciones”.