Como ocurrió durante el verano, Fidelity cree que el aumento de las tensiones políticas en Italia incrementará la presión sobre el sistema bancario italiano en un momento en el que tanto Monte dei Paschi como UniCredit planean ampliar capital.
Monte dei Paschi, el tercer banco italiano por activos y un termómetro del sector financiero italiano, se encuentra inmerso en un ejercicio de recapitalización de 5.000 millones de euros que previsiblemente finalizará a finales de año. UniCredit, el segundo mayor banco, espera recaudar entre 7.000 y 8.000 millones de euros durante los primeros meses del próximo año.
“Si triunfa el “no” en el referéndum, la recapitalización de Montedei Paschise podría ver alterada y, en el peor de los casos, podría desembocar incluso en la nacionalización del banco. Las ondas de choque se sentirían en todo el sector y podrían poner trabas a la recapitalización de UniCredit en 2017”, explican Andrea Iannelli, director de inversiones en Fidelity, y Alberto Chiandetti, gestor del Fidelity Funds Italy Fund.
Ambos gestores estiman que la atención de los bonistas sigue centrada en un saneamiento rápido de los balances de los bancos sin que tengan que asumir pérdidas, y creen que los campeones nacionales, como UniCredit e Intesa, podrían gestionar una reducción acelerada de sus préstamos morosos, mientras que las entidades más pequeñas peor capitalizadas podrían ser absorbidas o liquidadas.
En última instancia, dicen, los bancos más grandes saldrían más beneficiados, ya que aumentarían su cuota de mercado, estarían mejor capitalizados y elevarían sus márgenes de beneficio. Ahora que los equipos directivos de los bancos siguen recurriendo a la bolsa para apuntalar los colchones de capital, los instrumentos de renta fija emitidos por los actores más grandes y estables van a beneficiarse del refuerzo de los balances a medida que se reduzcan gradualmente los préstamos morosos y disminuyan los riesgos relacionados con el sector y el país.
“Las perspectivas son menos halagüeñas para los inversores en valores del sector bancario. De media, los bancos italianos ya cotizan con un fuerte descuento, con un ratio precio-valor contable tangible de 0,5 veces, frente al 0,8 del sector bancario europeo, que también cotiza en mínimos históricos”, apuntan en su informe Iannelli y Chiandetti.
Los reducidos niveles de beneficio a causa de los bajos tipos de interés –dicen los gestores de Fidelity– el pobre crecimiento económico y, en el caso concreto de Italia, las dudas en torno a las carteras de préstamos morosos son los culpables de este peor comportamiento relativo. Además, las posibles ampliaciones e inyecciones de capital diluirían a los accionistas.
“Por eso, nuestro FF Italy Fund está, en general, infraponderado en valores financieros italianos. Somos especialmente cautos en títulos como MontedeiPaschiy UniCredit, donde las necesidades de ampliación de capital, sumadas a los riesgos vinculados al referéndum, no crean precisamente una oportunidad de inversión atractiva. En el sector financiero, preferimos mantener la exposición a aquellos bancos que generen rentabilidades sobre el capital saludables, como Intesa y Credem, y sociedades gestoras de activos, como Mediolanum y Anima”, concluyen.