JPMorgan anunció hace unas semanas que los bonos del Gobierno indio (BGI) se incluirían en los índices GBI-EM de JP Morgan, incluido el ampliamente utilizado índice GBI- EM (mercados emergentes) Global Diversified Index. La inclusión comenzará con una ponderación del 1% en junio de 2024, aumentando gradualmente hasta la ponderación máxima del 10% en marzo de 2025.
Para entender la relevancia de este hecho, Kirstie Spence, gestora de deuda emergente en Capital Group, explica que el mercado BGI es el segundo mayor mercado de bonos dentro de los mercados emergentes (después de China), y el único país que tiene una calificación de grado de inversión, pero no está incluido en un importante índice de bonos.
“JPMorgan ha tenido a los BGI en el punto de mira para su inclusión desde 2021, tras la introducción por parte de la India del programa FAR (Foreign Accessible Route) 2 en 2020. El escollo para la inclusión hasta ahora había estado relacionado con los impuestos, pero esta inclusión parece haberse producido sin el compromiso de la India para un cambio en la configuración fiscal. En la actualidad, BGI 2023 con un valor nocional combinado de 330.000 millones de dólares son aptos para que la India alcance la ponderación del 10% en el índice”, afirma.
Según apunta, a pesar del tamaño y la liquidez de los BGI, las posiciones extranjeras de bonos del Estado han sido de las más bajas dentro de los mercados emergentes, lo que implicaría una oportunidad significativa para un aumento en los próximos años. Goldman Sachs estima que la inclusión de la India podría suscitar entradas pasivas de unos 30.000 millones de dólares y, a continuación, otros 10.000 millones de dólares en flujos activos, dados los rendimientos nominales relativamente elevados del BGI, en torno al 7%, combinados con una volatilidad relativamente baja.
“Estas entradas deberían provocar un descenso de los rendimientos del BGI y un fortalecimiento de la moneda, aunque existen algunos posibles vientos en contra, como la subida de los precios del crudo y la prohibición de exportar arroz impuesta por la India. A medio plazo, las entradas deberían ayudar a financiar los déficits fiscales y por cuenta corriente del país, mientras que la diversificación de la base de inversores debería profundizar y ampliar el mercado de renta fija y podría reducir potencialmente la factura de financiación de la deuda pública, sin riesgo de que el Estado se vea obligado a pagarla. A largo plazo, cabe esperar una reducción del coste del capital, lo que contribuiría a financiar una mayor inversión y, potencialmente, el crecimiento económico”, añade Spence.
Una vez que la India alcance su peso del 10%, Asia representará probablemente algo menos del 50% del índice GBI-EM Global Diversified. Según JPMorgan, China e Indonesia deberían mantener su peso del 10% en el índice, mientras que México, Malasia y Brasil deberían ver cómo su peso se reduce por debajo del 10%. “Las mayores reducciones de peso incluyen a Tailandia, Sudáfrica, Polonia y la República Checa. Mientras tanto, la inclusión de la India en el GBI-EM Diversified Index debería aumentar la rentabilidad del índice en 8 puntos básicos (y 33 puntos básicos en el caso del GBI-EM Global Index) y la duración en +0,24 años, una vez finalizado el proceso de escalonamiento”, añade la experta de Capital Group.
Invertir en bonos del gobierno Indio
Desde Capital Group destacan que la firma lleva invirtiendo en BGI desde hace más de una década. “La India ha sido y sigue siendo para nosotros un mercado de renta fija atractivo en el que invertir, dado el tamaño del mercado de renta fija y el amplio progreso económico. Más recientemente, hemos visto cómo la inflación volvía a acercarse al objetivo y cómo el Gobierno avanzaba gradualmente hacia la consolidación fiscal. Además de ofrecer rendimientos atractivos en diferentes fases del ciclo económico de la India, nuestro posicionamiento en BGI ha contribuido a la diversificación y a una menor volatilidad”, afirma Spencer.
En su opinión, el hecho de que la India tenga un alto nivel de propiedad nacional ha reducido la volatilidad, ya que el mercado ha sido menos propenso a los cambios en los flujos internacionales de capital. Según su visión, la composición de la propiedad extranjera también ha influido en las características de riesgo y rentabilidad del mercado. Dentro de la menor titularidad extranjera general de bonos, ha habido un mayor porcentaje de inversores en deuda de mercados emergentes no especializados en comparación con los inversores especializados en bonos de mercados emergentes.
“Esto ha actuado como un diversificador eficaz dentro de nuestra estrategia de deuda en moneda local. Es probable que algunos de estos factores técnicos cambien con la inclusión de la India, pero las sólidas capacidades de análisis de Capital Group nos permitirán seguir ofreciendo a los inversores una forma eficaz de navegar por unas condiciones de mercado tan dinámicas, y la oportunidad de obtener rendimientos de forma más eficiente aprovechando las oportunidades que creará la inclusión de la India en el índice”, concluye Spencer.