India está preparada para convertirse en la quinta mayor economía del mundo este año. Si bien ha habido y habrá problemas en el camino, el gobierno del primer ministro, Narendra Modi (en el poder desde 2014), y el banco central están gestionando la transición económica con éxito. Las reformas están mejorando rápidamente las infraestructuras de India y la forma de hacer negocios.
Las gestoras coinciden en defender que las reformas han aumentado la capacidad del país para mantener un mayor ritmo de crecimiento y que este sea más sostenido, tanto para las empresas como para los individuos. En opinión de Sudhir Roc-Sennett, director ejecutivo y gestor senior de carteras de Vontobel Asset Management, India tiene muchas y positivas cualidades y compañías cotizadas con una posición dominante. Pero reconoce que, al mismo tiempo, es un mercado difícil dado lo elevadas que son las barreras de entrada
Uno de los motivos por los que India está siendo capaz de atraer inversión es porque se han reducido las restricciones a la inversión extranjera directa o eliminado en una amplia gama de sectores que incluyen defensa, el sector inmobiliario, la aviación civil y la construcción. Como resultado, India experimentó entradas récord de inversores extranjeros en 2017, recibiendo una inversión estimada de 45.000 millones de dólares durante el año. Curiosamente, la mitad de las naciones en esta lista son países de mercados emergentes.
“Para negocios que ya están dentro de esas barreras, las perspectivas pueden ser atractivas. El otro beneficio derivado de invertir en India es el efecto de diversificación. Económicamente, India está algo aislada y vemos nuestras participaciones en India si acaso solo mínimamente impactadas por el ciclo de inversión en China o los precios de las materias primas. Hemos tenido en cartera un gran número de inversiones Indias por un periodo de más de diez años y seguimos creyendo que hay un largo camino de crecimiento por delante para las compañías indias bien gestionadas y con posiciones de mercado dominantes”, afirma Roc-Sennett.
Su forma de abortar este mercado, como inversores bottom-up, es usar uan aproximación quality-growth. “No buscamos la beta económica de corto plazo derivada de un cambio político. Invertimos en compañías que están mejorando sus beneficios debido a un crecimiento de la demanda en el largo plazo motivado por factores seculares. Esperamos beneficiarnos de una expansión continuada de la economía, y de los ingresos de los consumidores, en particular de aquellos en los que debería impactar positivamente en áreas como los bienes básicos, la banca minorista y la medicina”, matiza.
Para Kim Catechis, gestor del fondo Legg Mason Martin Currie Global Emerging Markets, filial de la gestora americana Legg Mason, es mejor abordar este mercado con un enfoque activo. “Reducir las barreras comerciales, mejorar los flujos de capital, desarrollar infraestructura o mejorar los marcos institucionales son vitales para el cambio económico y social a largo plazo. Por lo tanto, creemos que un enfoque de inversión activo, centrado en análisis forma de desbloquear esta oportunidad”, señala.
Expectativas positivas
Desde Jupiter AM consideran que hay varios factores que van a impulsar la rentabilidad a largo plazo de las empresas indias y que aún consideran que están infravaloradas por el mercado. “Se trata de los impuestos sobre bienes y servicios, la introducción de transferencias bancarias directas, el aumento al acceso a Internet de alta velocidad y la inclusión financiera. Este último punto incluye la presentación de India Stack, una plataforma de software gubernamental que combina la infraestructura para la identificación biométrica, los casilleros digitales, las firmas electrónicas y los pagos digitales”, explica Avinash Vazirani, gestor del Jupiter India Select de Jupiter AM.
Una de las grandes bazas para los inversores será el consumo, ya que India es una de las poblaciones donde la clase media crece con más fuerza. Si a esto se le suma el desarrollo del e-commerce, resulta un cóctel muy atractivo. “Creemos que la digitalización de India será un tema clave en 2018, dada la rapidez con que se adopta la tecnología en el terreno. Esto es especialmente evidente en los pagos digitales, ya que el 90% de los consumidores de la India están dispuestos a utilizar pagos digitales tanto para transacciones en online como para los pagos tradicionales”, reconoce Vazirani.
Visión a largo plazo
La recuperación económica que vive India deja unas cifras impactantes con un crecimiento del 7,7% en el primer trimestre del año. La recuperación fue liderada por el consumo público y las inversiones. “Esperamos que la recuperación continúe en los próximos trimestres, pero probablemente a un ritmo más lento en la segunda mitad de 2018. Los precios más altos del petróleo actuarán como un obstáculo para el crecimiento económico, ya que aumentará el déficit en cuenta corriente de la India; lo que podría desencadenar un alza de tasas de interés hacia el final del año. Por otro lado, vemos un aumento del gasto público antes de las elecciones generales a principios de 2019 son otro factor determinante”, Susan Joho, economista de Julius Baer.
Una perspectiva a largo plazo que beneficiará en particular a la renta variable, según explica Sankaran Naren, jefe de inversiones y director ejecutiva en ICIC Prudential Asset Management Company Limited. “Las ganancias corporativas se han mantenido moderadas en los últimos años y ofrecen un fuerte potencial para volver a consolidarse con una mayor formalización, y un repunte en el crecimiento del crédito. Creemos que los mercados de renta variable podrían seguir siendo volátiles hasta 2018, con el aumento de los precios del crudo y las elecciones nacionales programadas para el próximo año como los principales riesgos. Desde la perspectiva de la valoración, las compañías grandes ofrecen un mejor margen de seguridad que las medianas y pequeñas. En el lado de los ingresos fijos, los rendimientos de los bonos a 10 años de India de aproximadamente 7,8% ofrecen un punto de entrada atractivo para los inversores. Creemos que el extremo más corto de la curva de rendimiento tiene un precio atractivo para entregar buenos retornos ajustados al riesgo en los próximos 12-18 meses”, argumenta.
Mercado de renta fija
Desde Aberdeen Standard Investments consideran que los fundamentales de India son fuertes y están mejorando. “El gobierno se encuentra en una ruta uniforme de consolidación fiscal y la balanza de pagos nacional está mejorando gradualmente. Fundamentalmente, tanto el gobierno como el banco central son creíbles y la revolución reformista continúa fortaleciéndose”.
La gestora considera que los inversores pueden encontrar oportunidades interesantes en la renta fija india. Para los actuales y potenciales inversores en bonos, la mejora del contexto político y económico de India es una buena noticia. Si analizamos cómo ha madurado el mercado de bonos de India, la situación se vuelve aún más prometedora.
“India cuenta con el segundo mayor mercado de deuda pública de Asia y el tercero mayor de bonos corporativos en moneda local. La liquidez diaria se encuentra entre las más altas de la región y los diferenciales entre la oferta y la demanda de la deuda pública son ajustados, en torno a dos puntos básicos (pb) para los bonos líquidos. Los yields de los bonos indios siguen siendo convincentes, particularmente si se comparan con lo bajo que están en Estados Unidos y Europa”, afirman desde la gestora.
En este sentido, a finales de enero de 2018, el yield medio del índice era del 7,7%, en comparación con una inflación del 5,1%, lo cual es particularmente impresionante, dado que la deuda pública de India tiene grado de inversión (calificación de BBB). El yield adicional de los bonos cuasi y los corporativos con alta calificación es de entre 40-80 puntos básicos y 80-130 puntos básicos, respectivamente. Este rendimiento del 7,7% se puede lograr con un nivel sorprendentemente bajo de volatilidad, ya que la rupia india es una de las monedas menos volátiles del mundo. Además, la volatilidad de la rupia india es aproximadamente la mitad que la de las principales monedas del G10.