Morgan Stanley calcula que los hedge funds pusieron en marcha el año pasado hasta 84 productos de criptomonedas, que acumulan un AUM total de 2.000 millones de dólares (US$2 Bn).
Pero un reciente anuncio del Servicio de Impuestos Internos de Estados Unidos (ISR por sus siglas en inglés) de que se dispone a analizar intensamente la fiscalidad de las inversiones en criptomonedas a finales de este año ha hecho saltar las alarmas.
Los fondos que vayan apareciendo a lo largo de este año y el que viene –y que centren sus inversiones en estos vehículos– podrían tener que pagar impuestos más altos o incluso multas retroactivas por ganancias pasadas.
«Sigue habiendo mucha incertidumbre sobre cómo valorará el IRS las monedas virtuales», declaró a Bloomberg Clay Littlefield, un abogado especialista en impuestos de Alston & Bird de Carolina del Norte.
¿Divisa o materia prima?
Y es que incluso después de acumular caídas del 55% por ciento este año, el bitcoin tiene un valor de mercado de 111.500 millones de dólares, según los cálculos de Morgan Stanley.
Parte del problema se debe a la diferencia de consideración que dos de los principales entes regulatorios en Estados Unidos le dan a las monedas virtuales. Mientras el IRS las considera una propiedad y no una divisa, la Comisión de Negociación de Futuros de Materias Primas (CFTC, por sus siglas en inglés), cree que deben ser tratadas como materias primas. Esto podría generar ciertas ventajas fiscales si el IRS está de acuerdo, estiman las diversas fuentes consultadas por Bloomberg.
«Los estatutos con los que estamos operando fueron escritos en 1935. Y a menudo es difícil descubrir dónde encaja en esta regulación algo tan nuevo e innovador como el bitcoin y muchas otras criptomonedas. Pero dependiendo del régimen regulatorio bajo el que se consideren, hay diferentes aspectos de todo eso», explicó el pasado mayo Chris Giancarlo, presidente de la CFTC.