El Reino Unido, en contra de lo que la mayoría de mercados financieros había descontado en base a los sondeos de opinión y apuestas realizadas los días previos al referéndum, votó por abandonar la Unión Europea. El efecto más inmediato ha sido el aumento de la incertidumbre y la volatilidad en todos los mercados, los mercados de América Latina no han sido una excepción.
Las mayores oscilaciones han tenido lugar en los mercados de divisas, donde la libra ha caído a mínimos que no se registraban desde el año 1985. Los inversores han buscado refugiarse en el dólar, provocando una nueva depreciación de las monedas en América Latina. Según apunta Jim Leaviss, responsable de renta fija minorista en M&G Investments, las divisas de los mercados emergentes han sido las grandes damnificadas, al día siguiente de la votación el peso mexicano registraba una caída del 6%.
Mientras muchas de las economías de América Latina se han visto afectadas en los últimos años por el bajo precio de las materias primas, sufrirán ahora por un nuevo fortalecimiento del dólar y por el subsecuente incremento de los costes de endeudamiento. Para aquellos países que están trabajando en la creación de acuerdos de libre comercio con la Unión Europea, la salida del Reino Unido de la UE retrasará las negociaciones entre el Mercosur y el bloque europeo. Según señala Emerson Pieri, socio y director de América Latina en Baring Investments, el comercio con la Unión Europea es muy importante para muchas de las economías de la región: “El comercio con la Unión Europea es cerca de un 15% para Argentina, cerca del 20% para Brasil y un 18% para Colombia. La cifra es algo menor para México, que sólo exporta un 11% a la UE. Es una fuente muy importante de inversión también. Si se considera que la salida de Reino Unido desacelerará la recuperación económica de Europa, esto tendrá un impacto para los sectores exportadores de América Latina”.
Para Pieri, el comercio con Reino Unido es mucho menor, solamente representando una décima parte de las cifras mencionadas anteriormente. “Algunos países buscarán acuerdos por separado con el Reino Unido, pero esto no será una prioridad. Nada puede ser acordado hasta que los términos de la salida del Reino Unido estén más claros”. Una preocupación más inmediata, será asegurar las principales fuerzas europeas de inversión a través de la Unión Europea. El Reino Unido ya no es la potencia en inversión que era para América Latina, cuando invertía en ferrocarriles, navíos y en la minería. Por lo que, para Baring Investments los efectos del Brexit, serán serios, pero indirectos, a través de sus efectos en la Unión Europea, en los precios de las materias primas y en el valor del dólar.
Para Cid Oliveira, jefe de la estrategia de inversión y gestor de carteras en XP Advisory, la búsqueda de Reino Unido de nuevos acuerdos bilaterales podría ser beneficiosa para América Latina y en especial para Brasil, sobre todo en lo que respecta a la perspectiva de comercio exterior. “Si el escenario de salida de otros países europeos de la zona Euro se llega a materializar, estos países también se verían obligados a negociar acuerdos comerciales bilaterales directamente con el resto de países, en especial con los países emergentes”.
Otro factor importante a tener en cuenta para Oliveira, es la observación del flujo de capitales inherente de una posible nueva configuración en la que países periféricos de Europa volverían a ser percibidos como Emergentes. Serían comparados con los demás países emergentes en relación a las decisiones de asignación de capital. “Sobre esta perspectiva Brasil se podría beneficiar con la entrada de recursos que estarían saliendo de estos países”.
Desde Aberdeen Asset Management, señalan el impacto de fortaleza del dólar y el debilitamiento de la libra y el euro, así como el del resto de las monedas de América Latina como el impacto más inmediato en las economías de la región. El retorno de la volatilidad ha provocado una vuelta a los activos refugios, como los bonos del tesoro americano, que han disminuido su rendimiento, una apreciación del oro, lo que hace pensar en las empresas dedicadas a la extracción del mineral en la región como potenciales fuentes de retornos; y un retroceso en los mercados emergentes como consecuencia de una nueva aversión global hacia el riesgo. Una creciente y nueva volatilidad en el peso mexicano ha incrementado la posibilidad de un incremento en tasas.