Los mercados están cada vez más atentos a la oferta económica del candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, y sus implicaciones no solo para el país, sino también para la economía global. Barclays Bank pone sobre la mesa un análisis para evaluar lo que llama la Trumponomía, en referencia a la economía bajo una eventual presidencia de Trump.
Aranceles más altos, reducción en los impuestos corporativos, restricciones a la migración hacia Estados Unidos y más proteccionismo son algunas de las bases del programa económico propuesto por Trump.
A menudo, su efecto inmediato podría ser parcialmente compensado por contramedidas (por ejemplo, aranceles de represalia), ajustes del tipo de cambio y los efectos de sustitución, que a su vez dependen de las elasticidades de la oferta y la demanda, no conocido de antemano.
Sin embargo, la firma indica que parece justo decir que una combinación de aranceles comerciales más altos y una menor migración son, en principio, shocks de oferta negativos con consecuencias inflacionarias. Al mismo tiempo, impuestos más bajos sin reducciones equivalentes del gasto estimularían principalmente la demanda (aunque también potencialmente con algunos efectos positivos sobre la oferta).
Esto apuntaría a una economía estadounidense con un fuerte crecimiento (real) pero también mayores presiones inflacionarias. Esto quiere decir: una rápida expansión del PIB nominal, con tasas de interés nominales más altas y un dólar estadounidense fuerte como moneda de cambio.
La desregulación podría compensar las presiones inflacionarias, en la medida en que que se traduce en un shock de oferta positivo y un aumento de la productividad, aunque tales efectos tradicionalmente llevan tiempo, destacó Barclays.
La firma financiera entregó un resumen de las propuestas políticas clave que han surgido hasta ahora y algunas de sus implicaciones macroeconómicas:
Aranceles más altos
Trump ha expresado abiertamente su percepción del comercio global injusto, centrándose especialmente en países con los que Estados Unidos tiene grandes déficits comerciales bilaterales (como China y la Unión Europea). Él y su equipo, centrado en el ex representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, han sugerido que implementaría un arancel del 10% sobre todas las importaciones a Estados Unidos y un arancel del 60% sobre las importaciones chinas. Si se implementara, esto elevaría el arancel promedio de Estados Unidos al nivel más alto desde la década de 1950, alejándose marcadamente del régimen comercial global posterior a la Segunda Guerra Mundial.
Impuestos más bajos
Trump describió su doctrina económica como «tipos de interés e impuestos bajos». Por tanto, es muy probable que la administración Trump extendería sus recortes de impuestos de 2017. También se ha comprometido a reducir el coste corporativo impuesto sobre la renta aún más, del 21% al 20%, y en la entrevista con Bloomberg planteó la idea de rebajarlo al 15%, aunque admitió que «eso sería difícil».
Menos migración
Trump ha prometido reducir la inmigración, que alcanzó un nivel récord en 2023. Los flujos de inmigración han sido una fuente clave del excepcionalismo estadounidense durante el período pospandemia, proporcionando un fuerte viento de cola para la oferta agregada que ha ayudado a sostener la desinflación en medio de una expansión sólida impulsada por el consumo. Las políticas para frenar el flujo de solicitantes de asilo reduciría la oferta laboral y el crecimiento.
Menos regulación
La administración Trump probablemente adoptaría un enfoque significativamente diferente respecto a los demócratas, particularmente en lo que se refiere a energía y medio ambiente. Los efectos de esto podrían ser complicados. Por ejemplo, ampliar la producción de petróleo podría ser un shock de oferta positivo, pero una adopción más lenta de los vehículos eléctricos aumentaría la demanda de petróleo. En cualquier caso se espera un efecto limitado en los fundamentos del mercado petrolero en el corto plazo. De manera similar, reducir la burocracia podría facilitar la realización de negocios, pero derogar algunas leyes podría afectar la inversión y el empleo.
Geopolítica realineada
Existen cambios potencialmente significativos con respecto a las políticas actuales, que los mercados no pueden ignorar. Primero, Trump y JD Vance (candidato a vicepresidente) hablan abiertamente sobre el fin de la guerra en Ucrania retirando el apoyo a Ucrania y, por tanto, forzando un acuerdo con Rusia. En segundo lugar, mantienen sus opiniones anti-China, pero Trump ha planteado dudas sobre el compromiso de Estados Unidos para defender Taiwán. En tercer lugar, en Medio Oriente, Trump probablemente volvería a centrarse en relaciones sólidas con Arabia Saudita.
Un tema general que parece seguro es que bajo la presidencia de Trump, Estados Unidos esperará que sus aliados, ya sea Europa o Taiwán, «paguen» o dependan menos de la protección que proporciona Estados Unidos.
El eventual regreso del empresario y estrella de reality a la presidencia de Estados Unidos, que cada vez parece más probable, le daría el adiós a las Bidenomics, el carísimo experimento de las subvenciones industriales y proteccionismo, dijo Barclays, pero llegará la Trumponomía, con efectos y consecuencias todavía desconocidas para Estados Unidos y para el mundo entero.