En una mesa redonda organizada por Legg Mason con expertos de varias de sus firmas tras la celebración del referéndum en Reino Unido sobre su permanencia en la Unión Europea, Jack McIntyre, portfolio manager de Brandywine Global, comentaba sobre el efecto que pueda tener el Brexit en las elecciones de EE.UU.: “Llevamos un tiempo sumidos en un contexto de escaso crecimiento. La gente se está frustrando. Existen diferentes formas de populismo, tanto de izquierda como de derecha, que están impulsando la popularidad de Trump. Está jugando con argumentos contrarios a la globalización y a la inmigración. Ya veremos cómo termina esto. El mayor riesgo que conlleva la victoria de Trump es que cumpla algunas de las cosas que ha dicho, lo que dará lugar al proteccionismo. Ya asistimos a esta situación en 1929 y ello daría lugar a un entorno caracterizado por una elevada aversión al riesgo”.
Con respecto al papel de Estados Unidos sobre la evolución del crecimiento económico europeo, McIntyre explicaba que China y la política monetaria de la Fed son dos grandes influencias. Quizá la consecuencia involuntaria del Brexit pueda ser que provoque mayores estímulos monetarios y que, como resultado, se acelere el paso de la economía, apuntaba. “En los últimos días hemos observado un gran cambio en la política de la Fed, y parece que ya no está sobre la mesa una subida de tipos”. Si Estados Unidos y China mantienen el rumbo, podrían evitar que Europa se balancease hacia la recesión, dice el experto.
Sobre la decisión de la Fed influyen definitivamente los datos de empleo de Estados Unidos que se hacen públicos cada mes y que, si mantienen la pobre tónica de los últimos meses, incrementan la posibilidad de que la Fed siga sujetando, dice.
El portfolio manager no ve presión sobre el dólar para que este se aprecie desde el punto actual y reitera que, para él, el mayor cambio se ha producido en la percepción del mercado por parte de la Fed. “Todavía estamos en un mundo en el que nadie quiere realmente una moneda fuerte”.