En un mensaje televisado en español, el gobernador de Puerto Rico expuso ayer tarde en referencia a la “espiral mortal” que -en sus palabras- están viviendo las finanzas de la isla, que Puerto Rico no puede pagar la deuda de 72.000 millones de dólares con la que cuenta en la actualidad. “La meta será lograr una moratoria negociada con los bonistas para posponer por un número de años los pagos de la deuda” dijo a sus ciudadanos, alos que anunció que todos tendránm que hacer sacrificios. Sin embargo, su discurso no sorprendió, pues el público conocía de antemano el contenido de su comparecencia después de que el New York Times publicara el domingo una entrevista en la que García Padilla explicaba la situación financiera de Puerto Rico y su intención de aplazar el pago de la deuda.
El gobernador Alejandro García Padilla declaró -en su alocución- llegado el momento “de que le reclamemos a Washington” la habilidad legal de declararse en quiebra, de la que como estado libre asociado la isla no disfruta, como hizo la ciudad de Detroit en 2013.El 1 de julio, Puerto Rico estrena año fiscal sin los presupuestos aprobados -a esta hora-, todo parece apuntar que sin pagar la deuda que vence con el año fiscal y sin posibilidad de declararse en quiebra.
La respuesta federal no tardó en llegar y el Secretario de Prensa de la Casa Blanca, Josh Earnes, declaró que “nadie en la Administración está considerando el rescate financiero federal de Puerto Rico, pero seguimos comprometiéndonos a trabajar con Puerto Rico y sus líderes mientras ellos abordan los serios desafíos financieros que comprometen la economía de Puerto Rico en la actualidad”. Earnes añadió que “el Departamento del Tesoro y otros miembros de la administración han estado ayudando a Puerto Rico a buscar entre los recursos disponibles, ya existentes, aquellos que podían ser de aplicación”. Según el portavoz, el Departamento del Tesoro ha puesto a disposición de la administración de Puerto Rico su experiencia durante el último año -o dos-, a través de un equipo de trabajo multidisplinar similar al que se creó en el caso de Detroit para transmitir a funcionarios locales información sobre recursos existentes y ayudarles a buscar soluciones a distintos problemas, como pudiera ser –puso por ejemplo- rebajar el precio de la electricidad.
Por otro lado, pocas horas después de ambas comparecencias la agencia de calificación Standard & Poors redujo la calificación de Puerto Rico a “CCC-“ desde su anterior “CCC+”, mientras que Fitch la bajó de B a CC -lo que significa una inversión «extremadamente especulativa»- y Moody´s la pasó de Caa2- a Ca-.