En diez días, Puerto Rico se enfrenta a su fecha final de entrega: o bien paga a los inversores cerca de 1.000 millones de dólares en intereses o empuja a la isla hacia la suspensión de pagos, según publica la Bloomberg.
Alejandro García Padilla, gobernador de Puerto Rico, anunció el martes 22 de diciembre en la Universidad de Puerto Rico, que “hacer un pago total va a ser poco menos que imposible”. En sus declaraciones, García Padilla hizo patente la incertidumbre que se cierne sobre la situación financiera de la isla: “Si realizamos un pago parcial, ¿qué bonos debemos pagar? Hacer un pago parcial es algo que se está evaluando, pero es muy poco probable que no se incurra en una situación de suspensión de pagos, en su totalidad, o de forma parcial”.
Puerto Rico y sus agencias acumulan unos 70.000 millones de deuda sobre el déficit presupuestario. El día 1 de enero de 2016, el Gobierno portorriqueño debe hacer frente a 957 millones en intereses, de los cuales 357 millones son bonos de obligaciones generales (general obligations) que la constitución de la isla estipula que deben tener preferencia en el pago sobre el resto de la deuda. El gobernador está tratando de reducir la carga de la deuda negociando con los inversores para que asuman pérdidas.
En este mes, Alejandro García Padilla comenzó a redirigir parte de los ingresos que soportan los pagos de los bonos de las agencias puertorriqueñas a las arcas del Gobierno central, bajo el proceso conocido como cláusula de devolución o “claw-back”. Tres corporaciones públicas ya han hecho pública su intención de utilizar fondos de reserva para ayudar a cumplir con el pago el 1 de enero. Las entidades son la Autoridad de Financiación de Infraestructura, la Autoridad de Autopistas y Transporte y la Autoridad del Distrito del Centro de Convenciones.
En agosto, la Corporación de Finanzas Públicas de Puerto Rico omitió el pago de principal e intereses después de que los legisladores decidieran no asignar los fondos. Por su parte, la agencia de calificación Moody’s rebajó la nota de unos 1.009 millones de dólares en bonos de apropiación emitidos por la agencia puertorriqueña de “C” a “Ca”.