Las bolsas representan el activo más atractivo en el que invertir, aún después del rally acumulado en los últimos meses. Así lo creen los analistas de Bankinter, que acaban de elaborar un informe en el que plasman sus perspectivas para el tercer trimestre del año y que han presentado recientemente ante periodistas (ver archivo adjunto).
Y la conclusión es ésa: gracias a la recuperación del ciclo económico y de la sostenibilidad del mismo, el equipo de análisis identifica, tomando una perspectiva hasta el año 2015, potenciales de revalorización para las bolsas que oscilan entre el 30% del Ibex en España, índice que ven cerca de los 15.000 puntos (14.725), y de más del 50% en Estados Unidos (con el S&P 500 con un potencial del 56%). “Es posible que sus potenciales de cara a 2014 ya no parezcan tan generosos como antes debido a los avances que han tenido lugar, pero siguen siendo muy atractivos elevando algo más la perspectiva temporal debido a la solidez del ciclo y, sobre todo, a unos niveles de tipos de interés incluso inferiores a los que habíamos venido estimando hasta ahora”, explica el equipo, con Ramón Forcada, director de análisis de la entidad, al frente.
El ciclo gana solidez y los riesgos pierden fuerza
Y es que defienden que el ciclo gana velocidad pero, sobre todo, solidez y fiabilidad. “El crecimiento global se afianzará en 2014/15 en el entorno del 3%/4%, con sorpresas agradables entre las economías desarrolladas y no tanto entre las emergentes, aunque Japón e India representan sendas excepciones a esta afirmación”, dicen. Y el entorno de bajos tipos sigue acompañando: “La estimación de tiempos resulta cada vez más compleja, pero sin síntomas de inflación es improbable cualquier movimiento de tipos por parte del BoE y/o la Fed antes de avanzado el año 2015”.
En este contexto, los riesgos principales son las probables subidas de tipos y la hipotética deflación, pero no tienen mucha fuerza. “Pocas veces el mercado ha estado tan desorientado como ahora y, simultáneamente, con tan pocos problemas realmente importantes”. Desorientado, dicen, por los avances conseguidos en apenas dos años (en verano de 2012 la TIR del bono a 10 años español superaba el 7%, por ejemplo), tras los cuales los factores directores clave ahora parecen agotarse. Y sin problemas graves porque incluso los riesgos geoestratégicos (Ucrania, Irak…) han perdido influencia sobre un mercado dispuesto a asumir deportivamente todo o casi todo.
“Las probables subidas de tipos en Reino Unido y Estados Unidos tal vez se materializarán cronológicamente en este mismo orden. Los tipos subirán antes o después y el debate sobre esto no es si sucederá, sino cuándo sucederá”. Pero, aunque el mercado descuenta que tanto el BoE como la Fed empezarán a subir tipos en el primer trimestre de 2015, una vez completado el “tapering” en octubre, existe una probabilidad elevada de que vayan más despacio. “El riesgo de equivocación que asumirá el banco central que dé el primer paso será enorme, ya que podría frustrar la expansión de la economía de la que es, de alguna manera, responsable, por lo que las futuras razones para actuar no deberán ser sólo preventivas, sino de peso y reactivas para corregir un riesgo elevado y claramente identificado”. En su opinión, los riesgos de inflación carecen hoy de entidad suficiente tanto en Reino Unido como en EE.UU. para provocar este cambio de rumbo, al menos mientras el empleo no mejore más y no surjan las primeras tensiones salariales. “Allí donde se esperan subidas de tipos, éstas podrían tardar más de lo que se cree. La situación vuelve a ser pro-cíclica”, dice Bankinter.
En cuanto a la deflación en la eurozona, no creen que tenga que producirse necesariamente, riesgo que se ha reducido tras la última acción del BCE. “La financiación será más barata y más fácil de conseguir tras la acción del BCE en junio. Todo esto impulsará el crecimiento económico, estimulará los beneficios y elevará las valoraciones de las compañías”. En ese contexto, las bolsas avanzarán de forma menos agresiva, pero seguirán soportadas con una perspectiva de medio plazo y potenciales muy atractivos, de hasta del 50%. Por sectores prefieren industriales, petroleras, utilities y bancos europeos. Pero, sobre todo, recomiendan realizar un trabajo de identificación de nombres concretos antes que actuar en base a recomendaciones genéricas por sectores o países. “El contexto se ha vuelto más exigente”, dicen.
En renta fija, los analistas defienden que los tipos a largo (bonos a 10 años, como referencia) repuntarán menos de lo que pensaban en Alemania y EE.UU., y caerán más en la periferia europea: el bono español podría reducir su TIR hasta el 2,2% en 2015, dicen. El problema para los precios actuales de los bonos es el riesgo de inflación futura, que parece ignorarse. En cuanto a divisas, la depreciación del yen podría ser algo más lenta pero sigue pareciéndonos razonable el rango 140/150, mientras que el euro regresará progresivamente a la banda 1,30/1,35.
Valor en México e India
Frente a unos meses de rechazo, los expertos vuelven de nuevo su mirada al mundo emergente, aunque de forma muy selectiva. Brasil preocupa por el crecimiento, pero ven excepciones positivas en México e India. “Los emergentes parecen estabilizarse tras haber perdido un impulso importante, siendo Brasil el que más nos preocupa con una perspectiva más inmediata: el nivel de precios empieza a representar un serio problema – sobre todo los inmobiliarios – y estimamos improbable que su PIB supere el 2% en el corto plazo. Sin embargo, desde un punto de vista estructural permanece China como nuestra principal preocupación, debido sobre todo las dudas con respecto a la estabilidad de su sistema financiero a medio plazo y la sostenibilidad de su modelo de desarrollo con una visión de largo plazo”.
El riesgo separatista
Su visión sobre España, tanto desde el punto de vista de la economía como del mercado, sigue siendo tan constructiva como en trimestres anteriores, aunque ahora ya no sorprenda tanto. La única reserva seria es el riesgo económico que podría llegar a suponer el cuestionamiento de la integridad territorial, cuyas consecuencias el mercado podría estar infravalorando actualmente, independientemente del desenlace. “Todavía es pronto para introducir esta variable en nuestra estrategia de inversión, pero dependiendo de cuál sea el desarrollo de los acontecimientos en los próximos meses podríamos vernos forzados a considerarla (negativamente) el próximo trimestre”, advierten los analistas. Al margen del problema, ven un crecimiento del 2,2% en 2015 en España.
En el banco también son positivos con la oportunidad en el mercado inmobiliario: vislumbran una recuperación de precios consolidada en EE.UU, con ajuste de la demanda por el aumento de los tipos, y una recuperación aún incipiente en España, pero que ganará tracción después del verano. “Lo más adecuado es la inversión directa en el activo de calidad superior y excelente ubicación, debiendo analizarse cada oportunidad individualmente y con un horizonte temporal para la inversión no inferior a 8/10 años (la duración de un ciclo inmobiliario completo)”, aconsejan.